C: Hola, ¿puedo pasar?
R: Si mami.
Se sentó en el borde de la cama, frente a las niñas.
C: ¿Alguien me cuenta que pasó?
A: No pasa nada mami, esta todos solucionado.
C: ¿Seguro?
A: Si mami.
Samy seguía con la mirada al suelo.
C:¿Samy?
Acacia empujó un poco a su amiga.
A: Anda, vete a darle un abrazo.
Levantó la vista y vio a Cristina con los brazos abiertos y mirándola con una sonrisa en el rostro. No lo dudó un segundo y corrió a abrazarla. Rompió en llanto estando entre los brazos de la morena.
C: No llores mi vida.
Miró a Acacia y le guiño un ojomientras ladeaba la cabeza invitándola a unirse. Se abalanzó sobre su madre y las tres terminaron tumbadas sobre la cama y abrazadas, Cristina con las dos niñas sobre ella.
V: ¿Qué está pasando aquí?
Victoriano llegó a la habitación.
V: Estas dos niñas se quieren robar a mi chica.
Las niñas se miraron cuando escucharon a Victoriano decir eso.
A: ¿Son novios?
S: ¿Son novios?
Miraron a Cristina que tumbada sobre la cama sonreía.
C: Sí.
Las dos pequeñas gritaron felices.
V: Y ahora las voy a llenar de cosquillas a las tres.
Se tumbó con ellas y las risas pronto llenaron aquella estancia
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Un mes más tarde
Esa noche Cristina se había encargado de acostar a ambas niñas. Cuando llegó a la recámara no encontró a Victoriano pero escuchó el agua de la ducha correr.
Abrió la puerta despacio y se maravilló mirando a través del cristal de la ducha. Se quitó la ropa y asomó la cabeza dentro de la ducha.
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Volver a enamorarse
RomanceCristina Maldonado, madre de Acacia y viuda de Alonso, es la dueña de la hacienda La Benavente. Conocerá a Victoriano Santos cuando éste compre la hacienda Las Dianas, ambas fincas colindantes, separadas por una cascada. Él también es viudo y padre...