Paseaban por el parque los cinco, cada uno con su helado y ninguno del mismo sabor. Los niños iban delante con urgencia por llegar a la zona de juegos, Cristina aferrada con fuerza a la mano de Victoriano.
A: ¡Mamá, mira! Han puesto un tobogán nuevo.
C: Sí, es cierto. Hacia tanto que no veníamos...
Los tres corrieron hasta la zona de juegos emocionados por probar el nuevo tobogán que habían instalado.
Victoriano la abrazó por la cintura y la pegó a su cuerpo llevando la boca a su oído.
V: ¿Y nosotros que hacemos mientras esos tres se divierten?
Le besó el cuello y repartió varios besos por la zona llegando hasta la altura de la oreja, ella se removió y rio un poco.
C: Pues comportarnos que estamos en un parque infantil.
V: Están prohibidos los arrumacos.
C: Depende.
V: Me gustó mucho el beso que me diste en el auto.
De pronto sintió como Cristina se tensaba en sus brazos. La morena divisó una figura a lo lejos que le resultó conocida, eso o la mente le estaba jugando una mala pasada otra vez.
V: ¿Qué pasa?
C: ¿Aquel es Esteban?
Victoriano rápidamente miró en la dirección que la mujer le mostraba.
V: No mi amor, no es.
C: ¿Seguro?
V: Seguro mi amor. Además aunque fuera él yo no te voy a soltar, estás conmigo.
No convencida del todo Cristina confió en Victoriano y se sentaron en un banco desde donde podían ver perfectamente a las niñas y Manuel jugar, se reían y se divertían jugando por el parque.
V: Se la están pasando bien.
C: Si, eso me hace sentir feliz.
V: Y a mi me hace feliz verte sonreír, estar aquí contigo...
Cristina sonrió y le regaló un beso corto en los labios, Victoriano cerró los ojos y disfrutó del leve contacto.
V: ... que me beses
Sonrió sobre los labios femeninos y ella le acarició la mejilla para regalarle otro beso, esta vez un poco más largo.
De pronto Samy apareció corriendo.
S: Papá ¿me columpias?
V: Mi vida, mejor jugar en el tobogán ¿si?. Otro día nos columpiamos.
S: Pero papá yo quiero columpiarme.
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Volver a enamorarse
RomanceCristina Maldonado, madre de Acacia y viuda de Alonso, es la dueña de la hacienda La Benavente. Conocerá a Victoriano Santos cuando éste compre la hacienda Las Dianas, ambas fincas colindantes, separadas por una cascada. Él también es viudo y padre...