Corrupción Carmesí (AlastorxCharlie)

Capitulo 5

Cambios

En la oscuridad de su habitación, Charlie se encontraba sola, inmersa en sus propios pensamientos. Con cada respiración, sentía cómo se alejaba un poco más de su antigua vida, abrazando con más fuerza su nueva identidad en el infierno.

"¿Por qué seguir luchando por aquellos que no merecen ser salvados?", murmuró para sí misma, su voz resonando en la soledad de la habitación. "¿Qué sentido tiene ayudar a quienes solo buscan su propia destrucción?".

La idea de gobernar el infierno con mano dura comenzaba a tomar forma en su mente, una visión de poder y dominio que la tentaba más de lo que estaba dispuesta a admitir. La idea de someter a los débiles y establecer su propia autoridad la llenaba de una emoción que nunca había experimentado antes.

Con cada recuerdo de su antigua vida desvaneciéndose en la oscuridad, Charlie se sentía cada vez más liberada de las restricciones morales que alguna vez la ataron. La idea de la matanza y el caos ya no la horrorizaba, sino que la emocionaba de una manera que la sorprendía a sí misma.

Pero entre las sombras de sus pensamientos, una figura destacaba por encima de todas las demás: Alastor. Con cada día que pasaba, su necesidad de él se volvía más evidente, más apremiante. La idea de estar sola sin él se volvía cada vez más insoportable, alimentando una obsesión que la consumía por completo.

"Alastor... solo tú puedes entenderme", susurró, su voz cargada de anhelo y desesperación. "Solo tú puedes darme lo que necesito, lo que anhelo. Eres mi todo, mi única razón de ser".

Con cada palabra pronunciada en la oscuridad de su habitación, Charlie se hundía más en la espiral de su obsesión, dejando atrás todo lo que una vez fue, dispuesta a seguir a Alastor hasta el fin del mundo y más allá.

Con cada pensamiento que pasaba por la mente de Charlie, su obsesión por Alastor se intensificaba. Ya no había espacio para dudas ni vacilaciones. Solo existía la certeza de que él era su único camino hacia el poder y la satisfacción en el inframundo.

Mientras reflexionaba sobre su nueva visión del mundo, un recuerdo de Vaggie se filtró en su mente. Por un instante, una pizca de culpa y nostalgia la invadió, pero rápidamente la apartó con desdén.

"Vaggie ya no significa nada para mí", murmuró Charlie, negando cualquier sentimiento de afecto que aún pudiera quedar en su corazón. "Ella fue una parte importante de mi pasado, pero ya no tiene lugar en mi futuro. Mi único camino es seguir adelante con Alastor a mi lado".

Decidida a dejar atrás cualquier atisbo de debilidad, Charlie se levantó de su cama y se dirigió hacia el espejo. Se observó a sí misma con determinación, viendo la oscuridad reflejada en sus ojos y la resolución grabada en su rostro.

"Es hora de abrazar mi destino", se dijo a sí misma con firmeza. "Y mi destino está junto a Alastor, en las profundidades más oscuras del infierno".

Con un gesto decidido, Charlie salió de su habitación, lista para enfrentar lo que sea que el futuro le deparara. Con cada paso que daba, se sentía más segura de sí misma y de su conexión con Alastor, sabiendo que juntos eran invencibles en su búsqueda de poder y dominación.

Mientras avanzaba por los pasillos del Hazbin Hotel, Charlie se sintió envuelta en una aura de determinación y poder. Cada rincón del hotel resonaba con la intensidad de sus pensamientos, alimentando su convicción de que su destino estaba intrínsecamente ligado al de Alastor.

A medida que se acercaba al centro del hotel, una sensación de anticipación creció en su interior. Sabía que Alastor estaría esperándola, listo para guiarla por el camino hacia su verdadero potencial.