Enchanted ✧ KookTae

O1O

JungKook es despertado por el suave sonido de un bebé lloriqueando proveniente del monitor de bebé en la mesita de noche de TaeHyung. Pensando que MiYeon probablemente volverá a dormir sola, JungKook abraza a TaeHyung, sonriendo cuando TaeHyung suspira suavemente mientras duerme, hundiendo su rostro en el cuello de JungKook. Es la primera noche que pasan juntos y TaeHyung ha sido tan cariñoso desde el momento en que entraron al baño. Puede acostumbrarse a esto. JungKook le da un beso en la frente a TaeHyung, sus ojos se cierran una vez más, listo para qué la vaga sensación de un sueño se apodere de sus sentidos.

Hasta que los gemidos se conviertan en un fuerte llanto.

TaeHyung se despierta aturdido, separándose de JungKook con una mano cubriendo su gran bostezo. Sus ojos están medio cerrados y el corazón de JungKook se encoge al pensar en las innumerables noches que TaeHyung ha tenido que despertar para calmar a MiYeon, incluso cuando su cuerpo se está quedando sin sueño.

Tirando de la mano de TaeHyung para que se quede en la cama, JungKook besa la coronilla de su cabello — Yo voy por ella. ¿Quieres amamantarla? ¿O puedo usar el calienta biberones?

TaeHyung niega con la cabeza, sofocando otro bostezo con el dorso de su mano — Tráela aquí. No la he amamantado hoy. La extraño — dice arrastrando las palabras con los ojos aún cerrados, la voz profunda por el sueño.

Usando el rayo de luz que proviene del baño, JungKook sale del dormitorio principal y se dirige a la habitación de MiYeon.

— ¿Qué pasa, amor? ¿Tienes hambre? — JungKook arrulla, recogiendo a MiYeon de su cuna. Su rostro está rojo y manchado con lágrimas corriendo por sus mejillas regordetas — Nos encontraremos con mamá, ¿de acuerdo? — JungKook la convence, frotando su espalda suavemente.

Al regresar al dormitorio principal, la luz de la mesita de noche de TaeHyung se enciende, tiñendo la habitación de un tenue tono amarillo. TaeHyung ya está apoyado en su almohada, apoyado contra la cabecera.

— Oh, pobre bebé. Ven aquí — TaeHyung abre los brazos, arrullando el rostro arrugado de MiYeon. Una vez que se desabrocha por completo la parte de arriba de su pijama, hace que MiYeon se acurruque cerca de su pecho, aplacándola con un poco de contacto piel con piel mientras la inclina para engancharla más fácilmente.

Hay algo que falta en la alimentación de hoy y mientras JungKook se sienta y observa, se da cuenta de lo que es — Oh, déjame traer tu extractor de leche.

TaeHyung levanta la vista de cepillar el cabello rizado de MiYeon, una suave sonrisa roza sus labios mientras murmura su gratitud.

Agarrando el extractor de leche de TaeHyung de la cocina y una muselina de la cómoda de MiYeon, JungKook vuelve a subirse a la cama, moviéndose con cuidado de no empujar a TaeHyung y MiYeon, que se ven tan serenos en su rutina de lactancia. Los ojos de TaeHyung están cerrados, pero sus dedos todavía están acariciando suavemente el cabello de MiYeon.

Hay un poco de leche goteando del lado del pecho de TaeHyung que no está siendo succionado, siendo absorbida por la parte superior del pijama amontonada alrededor de su barriga. JungKook mira desde el extractor de leche de silicona en su mano al pecho expuesto de TaeHyung. Puede intentar hacerlo de memoria, pero tiene miedo de hacerlo mal y lastimar a TaeHyung en el proceso.

— Amor — llama JungKook, tocando la mano de TaeHyung.

TaeHyung abre los ojos — ¿Mmm?

— ¿Cómo haces esto? — JungKook pregunta, levantando la bomba en su mano — ¿Aprieto la base y empujo esto hacia afuera? — Pregunta, tocando la pestaña agrandada.

TaeHyung asiente — Sí, entonces simplemente lo colocas en el pezón. Sin embargo, solo tengo que asegurarme de que el pezón esté en el centro, para que pueda succionar.

— ¿Te dolerá si no lo coloco correctamente?

TaeHyung se ríe suavemente, sacudiendo la cabeza.

Escuchar la respuesta de TaeHyung alivia la preocupación de JungKook y lo hace como vio que TaeHyung hizo una vez, apretando la base de la bomba y empujando la brida hacia afuera. Tomando la teta de TaeHyung, coloca con cuidado la pequeña abertura contra el pezón de TaeHyung antes de empujar la pestaña plana contra el pecho de TaeHyung. La succión comienza casi de inmediato y al ver que se bombea la leche, JungKook exhala un suspiro de alivio.

— Eso es desconcertante — comenta, apoyándose contra la cabecera.

TaeHyung se vuelve hacia él. Sus ojos están cansados, la mitad de sus labios rosados ​​están agrietados y su cabello rizado está desordenado por el sueño, pero la sonrisa nunca deja sus labios mientras revela una nueva capa de sí mismo que JungKook nunca había visto. TaeHyung siempre es este padre soltero que tiene todo bajo su control, incluso desde su primer encuentro, y al verlo así, todo cómodo con la blusa abierta de su pijama mientras amamanta a MiYeon, JungKook decide que esta es su mirada favorita en TaeHyung, donde mira. El más feliz de ser el padre amoroso que su hija necesita.

— Sabes que no tienes que despertarte cada vez que tengo que darle de comer, ¿verdad? — TaeHyung gruñe, cambiando la posición de MiYeon cuando su succión se relaja, un ceño profundo se forma entre sus cejas apenas visibles.

— Lo sé, pero quiero hacerlo — responde JungKook sin dudarlo.

— Gracias — murmura TaeHyung, acercándose a JungKook para apoyar su cabeza en el hombro de JungKook.

— ¿Suele despertarse y tener hambre en medio de la noche? — JungKook pregunta, acariciando los pequeños tirabuzones de MiYeon con su dedo índice. Sus ojos están caídos, pero su pequeña boca todavía succiona con seriedad.

— No siempre. Ella era una muy buena durmiente. Es solo por la dentición, creo. Como si usara más energía para llorar durante el día y terminara teniendo hambre por la noche.

— Comenzaremos con los sólidos pronto, así que espero que eso te llene, ¿de acuerdo? — TaeHyung le dice en voz más baja a MiYeon que está parpadeando hacia él.

Un hilo de leche sale de la boquita de MiYeon y JungKook agarra la muselina con la que está preparada y la frota en sus mejillas para secarla — Yum, Yum. Eso sabe bien, ¿no? — le balbucea a MiYeon, chasqueando los labios.

TaeHyung se tapa la boca con la palma de la mano para contener la risa y no empujar accidentalmente a su hija que está pegada a su pecho — Kook, no digas eso — jadea — Suena mal.

JungKook no tarda en estar de acuerdo, dándose cuenta de lo peculiar que es su elección de palabras — Sí, tienes razón.