Capítulo 1 Por fin viernes

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Narra Betsabé

"Aggg..."

Estoy realmente agotada. Es la quinta entrevista de trabajo esta semana.

Todo iba tan bien, encajaba en el perfil que buscaban, hasta que me pidieron la autorización de mi tutor. Cuando les expliqué que estoy bajo tutela estatal del Juez Sinan-Han hasta que se resuelva mi situación, sus sonrisas desaparecieron. Me ofrecieron una disculpa y la opción que cuando mis circunstancias fueran "mas estables" volviera a presentar mi Currículum para postularme para algún otro puesto vacante. Vengo dando vueltas, ya hace cuatro meses, de un lugar a otro como si fuese un paquete perdido en aduana.

En tres días se cumple un año de la muerte de mi abuelita, quien me crió con todo el amor del mundo. Mi tío se había quedado soltero, casado con su profesión era médico y científico, me mimó lo que mas pudo como a "la niña de sus ojos", hija de su única hermana. Pero hacia mas de siete meses que estaba desaparecido. Habían bombardeado un poblado en una guerrilla tribal donde estaba ofreciendo sus servicios de "Médicos Sin Fronteras", algo que hacía cada vez que la universidad le daba licencia entre proyectos. Lo extrañaba con locura, me negaba a la idea de que lo había perdido a el también.

Me inculcó ser feliz, superarme a mi misma, estudiar, cultivar no solo mi intelecto sino "la persona secreta de mi corazón" . Como él decía: Una mirada trasparente y una buena motivación me abriría mas puertas que el dinero, el prestigio o la belleza. Pero sin un tutor, todas las puertas se me estaban cerrando, una a una. Ah! pero las deudas?! esas se acumulaban mes a mes.

Mi tutela había ido a parar al escritorio del Juez Sinan-Han, conocido por su reputación de corrupto y machista. Pocas mujeres recibían el beneficio de la emancipación ya de por sí, en cualquier otro tribunal. Quizás alguna viuda con hijos, hasta que ellos cumplieran la mayoría de edad. Pero con Sinan-Han podía darme por perdida.

Por el momento mis cuentas bancarias estaban "congeladas", solo había conseguido un permiso legal para seguir habitando la casa donde había nacido y crecido. Y una modesta pensión que se descontaba de la dote que habían dejado mis padres a mi nombre antes de morir, pero lamentablemente no llegaba a cubrir ni mis necesidades básicas de comida. ¿El resto de la herencia de mi tío? ¿propiedades, ahorros, dinero y beneficios? Todo estaba sujeto a quien reclamara mi "recompra". Como mi padre había sido repudiado por su familia, ninguno de ellos podía exigir mi tutela, ya que la herencia debía quedar dentro de la tribu de origen de mi madre. Igual lo agradecía, había oído por ahí que la familia de mi padre era bastante ortodoxa, no podría volver a ejercer mi profesión y perdería lo poco que quedaba de mi estilo de vida.

Mis otras opciones eran encontrar un familiar vivo de mi tío que quisiera hacerse cargo de mí o casarme con algún hombre de la zona. Llevaba mas de tres meses rastreando algún tío, abuelo, cuñado, primo lejano... y NADA...

Y bueno, porque no casarme?

¿Quién en su sano juicio se casaría con una solterona de 30 años? Considerando que la mayoría de los matrimonios se arreglan al nacer, a mas tardar en la adolescencia, ningún "buen hombre" de una familia respetable se casaría con una mujer de 30 años, por muy virgen que yo fuera. Mi única opción es convertirme en concubina, pero a su vez nadie tomaría como concubina a una mujer heredera de una fortuna por el "desequilibrio" familiar que eso puede ocasionar ya que las esposas me verían como una "amenaza".

Resulta en definitiva más difícil buscar esposo que empleo... y luego de esta nefasta semana es mucho decir.

Podría casarme con un hombre vividor lleno de deudas. Honestamente más de uno se me ha insinuado u ofrecido. Pero por muy desesperada que me encuentre no estoy dispuesta a regalarme a un hombre violento que dilapide años de sacrificio de mi familia en una mala-vida y vicios.

La Cuarta EsposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora