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A lo largo del tiempo, Atsushi aprendió que hay días donde la gente amanece contenta y otras veces donde todo lo contrario. Te sientes con poca energía, crees que la vida y las personas están en contra tuya.

Quieres estar solo.

En la ADA hay un día al año donde todos están al pendiente de Osamu Dazai. Cualquiera pensaría que es porque hace un desastre en la agencia o cualquier tipo de broma, pero es todo lo contrario, sus ánimos son nulos, no sonríe y casi no habla. Es el único día del año donde Kunikida no lo regaña por holgazanear. El castaño solo se acuesta en un sillón y no se mueve en todo el día.

Cuando sucede esto, todos en la agencia hacen notar su presencia al castaño para que este sepa que cada uno de ellos lo apoyará y lo escuchará cuando lo necesite.

¿Entonces este año que cambio?


+++


El peli-blanco despertó demasiado temprano con un mal presentimiento, como si supieras que algo malo se avecina y tu instinto te dijera que estés alerta.

Por precaución reviso que Kyoka estuviera bien, entonces una vez confirmado aquello intento relajarse un poco, pero aquella inquietud seguía presente.

El cielo aún estaba oscuro y el pequeño reloj que colgaba en su pared dictaban que eran las 5:00 AM. Todavía era bastante temprano, por lo tanto, se dirigió a un pequeño mueble donde se encontraba su celular. Tal vez si veía algo por internet, aquel nerviosismo se iría.

Al prender su celular lo primero que apareció fue un mensaje enviado hace 15 minutos, tres palabras que fueron detonantes para que Atsushi tirara su celular y saliera corriendo de su departamento.

"Lo siento tanto"

Fue el mensaje que leyó el detective, como si fueran unas palabras de despedida...

Una vez que estuvo frente a la residencia del remitente de aquel mensaje toco varias veces con suavidad pronunciando el nombre del castaño.

—Tal vez estaba equivocado— pensó el peli-blanco, pero quería confirmar que su mentor estuviera bien.

Cuando no hubo respuesta, los toques hacia su puerta se hicieron más fuertes y el nombre de Dazai lo pronunciaba casi gritando.

Aquel silencio detrás de la puerta seguía presente. En consecuencia Atsushi activo su habilidad en una de sus piernas y pateo la puerta con fuerza rompiéndola en el acto.

—Pagaría por ella después— se dijo a sí mismo el adolescente, para ingresar rápidamente a la vivienda que a primera vista se veía normal.

Al entrar, pudo percibir un ligero olor a humedad acompañado de un leve sonido de agua cayendo; este parecía provenir del cuarto de baño, por ende el peli-blanco se dirigió con rapidez allí.

Con cada paso que daba su corazón se aceleraba con rapidez.

El nerviosismo era notorio...

Cuando estuvo enfrente de la habitación, sus ojos se abrieron con terror debido a la escena que tenía frente a él. Un joven castaño adentro de una bañera que desbordaba agua teñida de un rojo vivo.

¿Cómo enfrentas esta situación?

El día de ayer todo estaba completamente normal. Su mentor mostraba sus típicas sonrisas y bromas, lo acompañó en cada uno de sus casos diarios y le instruyó como siempre lo hacía.

¿Qué fue diferente?

¿Qué estuvo mal?

¿Qué pudo haber cambiado?

Vivir (Soukoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora