Vivir (Soukoku)

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—Presente—

Cuando el pelirrojo salió de la habitación, camino hacia el joven albino.

—La caballa quiere hablar contigo— expresó Chuuya

—¿Solamente yo?— preguntó con nerviosismo el detective.

—Tranquilo— inquirió el mafioso sosteniendo el hombro de Atsushi. —Dirígete a él con seguridad—.

El peliblanco solo asistió soltando un gran suspiro. —Muchas gracias por todo—

Chuuya negó con la cabeza y respondió con un bajo "Gracias a ti".

Después de eso, el ejecutivo se dirigió hacia la salida del hospital con la cabeza en alto.

El detective pensó que hablar con su mentor fue algo bueno para el mafioso.

Su mirada es más brillante que antes.

Y aquella sonrisa tranquila resaltaba las hermosas facciones de su rostro.

¿Sería lo mismo para él una vez que termine de hablar con el castaño?

Tendría que descubrirlo...

+++

Cuando Atsushi ingresó a la habitación, visualizó a su mentor acostado en una cama, esperándolo con una de sus típicas sonrisas.

—¿Cómo te sientes?— fue lo primero que pregunto el albino

—Un poco adolorido y cansado, pero es bastante tolerable— contesto el castaño sin su típico tono cantarín.

—El doctor dijo que estarás en observación por lo que hoy no podrán darte de alta— declaro el peliblanco sentándose en un banco a lado de la camilla del detective

—Qué desalentadora noticia— anunció Dazai con un puchero.

Atsushi solo soltó una pequeña risa.

Parece que todo volvió a ser como antes.

Aunque ese es el verdadero problema, todo siempre parece estar bien cuando realmente no es así...

Por lo tanto, aquella sonrisa del albino volvió a apagarse.

—Primero tengo que agradecerte por todo lo que hiciste, la verdad es que no esperaba que nada de esto sucediera, pero aun así eso debió ser una experiencia aterradora para alguien joven como tú, así que también me disculpo— inquirió el mayor cuando vio aquella sonrisa borrarse del rostro de su pupilo.

¿Debería decir algo divertido para aligerar el ambiente?

¿O tal vez dejar el tema de lado?

¿Cómo te preparas para estos casos?

—Atsushi, ¿Has encontrado un lugar al cual pertenecer?— pregunto Dazai de repente cuando el silencio perduro durante algunos minutos.

En la mente del peliblanco era una pegunta sencilla, por lo que no dudo ni un segundo en responder:

—Sí, ya lo he encontrado—.

La agencia se volvió su hogar, un espacio donde él puede ser honesto.

Cuando está con sus compañeros de trabajo, se siente especial, apreciado y querido. Es un lugar donde puede cometer errores y ser guiado.

Cada uno de ellos ocupa un espacio en su corazón...