Pretty || JayWon || ENHYPEN

1. Lindo

—Oh, querido, ya has despertado —dijo una enfermera de mayor edad mientras se acercaba—. Estabas muy enfermo, pero afortunadamente ese amable alfa te trajo aquí.

El omega se encontraba aún un poco cansado y confundido, sin recordar cómo había llegado a la clínica.

—Pagó por tu tratamiento y luego se fue, mencionó que tenía clases —añadió la enfermera, brindando más detalles.

Entonces, poco a poco, los recuerdos empezaron a regresar a la mente del omega...

Su rostro se volvió a sonrojar y trató de ocultarlo con las manos.

¡Qué vergüenza!

Recordaba haberle agradecido al amable alfa antes de desmayarse.

Su aroma era agradable y, afortunadamente, resultó ser un alfa respetuoso que no le hizo ningún daño.

—Antes de irme, aquí tienes —le entregó su celular y una pequeña nota—. La nota la dejó el joven que te trajo —dijo al ver la mirada confundida del papelito que recibió—. Además, tu hermano mayor te llamó, contesté y le informé dónde te encontrabas —informó—. Dijo que vendría en cuanto pudiera.

—Gracias por decírmelo, ¿hace cuánto tiempo fue eso?

—No te preocupes, cariño, fue hace unos quince minutos, como máximo.

—¿Y cuánto tiempo he estado aquí?

—Has estado aquí unas tres horas.

—Oh...

Ahora entendía por qué su hermano lo había llamado.
Seguramente no había respondido algunos mensajes de su padre, madre o hermano mayor, y eso los había preocupado. Después de todo, siempre lo protegían por ser el único omega de la familia y un chico bastante enfermizo.

—Gracias por cuidar de mí, ya me iré —se levantó de la camilla, sintiéndose mucho mejor que por la mañana.

—Te hemos recetado unos supresores, parece que tu celo está por llegar y quizá eso afectó a tu condición, lindo —la enfermera le asistió un poco—. Pasa por el área de farmacia.

—Gracias otra vez.

La mujer mayor sonrió ante la reverencia del joven omega mientras se despedía.

Cuando obtuvo el medicamento recetado, escuchó su celular sonar y contestó.

—¡JungWon! —era su madre, sonaba preocupada.

—Mamá, estoy bien —intentó calmarla.

—HongSeok me dijo en qué clínica estabas, así que vine, estoy afuera, querido, ¿ya puedes salir o entro por ti?

—Justo estoy saliendo, ma —mientras decía eso, llegó afuera y vio el auto estacionado de su madre—. Ya te vi, gracias por venir por mí.

JungWon se acercó al auto, subiendo y siendo recibido por un fuerte abrazo y miles de preguntas sobre si estaba bien y qué le había pasado.

Cuando ya iba de camino a casa, metió la mano en el bolsillo y se dio cuenta de que todavía tenía el papelito que le dio la enfermera. Lo había guardado allí cuando se estaba preparando para irse, así que lo sacó para leerlo y sonrió después de hacerlo.

«Que lindo alfa.» pensó para sí mismo.

「Hola, espero que estés bien. He pagado los gastos médicos y no te preocupes por devolverme el dinero. Lo más importante es tu salud. No pude quedarme más tiempo porque tenía clases. Cuídate mucho.」