Elección [Diana Barry x Jerry Baynard]

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Diana se encontraba desayunando con su familia, había una extraña paz en el lugar que le inquietaba, su madre y padre no andaban ni discutiendo ni quejándose de alguna cosa y aún más espeluznante su hermana menor andaba callada y comiendo tranquilamente.

—Diana.

El llamado de su madre la asustó ligeramente pero logró recomponerse al instante.

—¿Si madre?

Manteniendo una postura perfecta y llevando delicadamente la taza de leche a su boca preguntó lista para lo que su madre estuviese por decir.

—Necesito que hoy hagas la maleta.

Eso la desconcertó, no podía estar hablando de Paris aún faltaba para eso.
En los pocos segundos tenía intentaba recordar de algún viaje que hubiera hecho antes de Queen's pero nada llegaba a su mente, esto no había pasado anteriormente.

—¿Podría saber a dónde nos iremos, madre?

La incertidumbre la estaba carcomiendo, sabía que el cambiar sus acciones pasadas terminaría por modificar el futuro pero no había hecho nada diferente al pasado en su familia.

—Hace unos días envié una carta a una buena amiga mía y ambas concordamos en que sería lindo que tanto tu como su hijo mayor se conocieran.

Debía ser una broma, se supone que el hombre que elegirían para ella era Wiliam Bossuet, el cual actualmente estaba a un año de terminar sus estudios en Paris, no a un sujeto que era hijo de la amiga de su madre.

—Comprendo, entonces ¿Cuándo partiriamos hacia el hogar de su amiga, madre?

Debía mostrarse dócil y obediente por el momento, revelarse ahora no traería nada bueno, seguiría la corriente a la situación mientras pensaba en que hacer a continuación.

—¡Partiremos mañana! Así que alístate bellamente que quizás el chico que conocerás terminará por ser tu esposo.

Nisiquiera lo conocía pero ya lo estaba repeliendo.

—Bien...

Susurró de acuerdo queriendo terminar de una vez aquella conversación.

—Muy bien, debo retirarme, no quiero llegar tarde a la escuela.

Y nada mejor que levantarse de la mesa para ir a la escuela, se despidió de su familia y agarrando sus cosas salió de la casa.

Mientras daba cada paso sentía las lágrimas acumulándose en sus párpados, no sabía que iba a hacer, solo quería huir.

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—¿Sabes cuánto tiempo te irás?

Negó con la cabeza, olvidó preguntarle aquello a su madre y pude ver la frustración en su novio, frustración que ella también sentía.

—Esta bien, no te preocupes, yo te esperare el tiempo que estés allá.

Aseguró acariciando el pelo de la niña con dulzura.

—Aún así, no deseo ir, no quiero conocerlo!

Renegó ella abrazando al chico el cual correspondió el abrazo al instante.

—Todo estará bien, si es un idiota solo debes hacer lo que haría Anne.

Aconsejó con diversión.