Estereotipo (John "Soap" MacTavish)

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Pararte sobre aquella cosa y mirar con decepción como el numero que aparecía en esa pequeña pantalla apenas y se había reducido unos cuantos gramos. 

Te bajaste de ahí, dejando que tu espalda se recargara contra la pared mientras te deslizabas lentamente hacia abajo hasta quedar sentada en el suelo ¿Qué estaba mal con tu cuerpo? Habías seguido la dieta al pie de la letra, hiciste todos y cada uno de los ejercicios que te indico el entrenador del gimnasio de la base y aun así no lograbas verdaderos resultados. 

El mantener una buena condición física era prácticamente un requisito indispensable para aquellos que eran soldados, de eso dependía si sobrevivían a una misión o no. Pero en tu caso no era algo obligatorio, tu eras un elemento administrativo, alguien de escritorio. Tus labores te mantenían siempre dentro de la seguridad de la base, proporcionado información o apoyo a esos soldados que arriesgaban sus vidas en cada misión a la que salían. Laswell fue quien te había transferido a su equipo para que fueras su ayudante, y  con el entrenamiento y experiencia necesario, incluso su futuro reemplazo. 

Pero lo que te tenia ahora dentro de tu pequeño momento de miseria no era tu trabajo. Bien te habían advertido, en especial Laswell, sobre no poner tu ojos sobre ningún soldado. Uno, porque eran compañeros de trabajo y eso podía significar algún problema; segundo, ellos siempre están viajando por todo el mundo por lapsos prolongados de tiempo, rara vez había tiempo para algún tipo de romance o simplemente no estaban interesados en ellos y tercero, algunos podían ser excelentes soldados pero que podían tener problemas con aquello de la fidelidad. 

Obviamente no escuchaste la advertencia. 

Tu atención se vio atrapada por un guapo escoces de ojos azules, cuya personalidad iluminaba cualquier habitación en la que el entrara. Habían tenido muy poca interacción hasta ese momento, porque tal como dijo Laswell, ellos siempre están viajando y pasan poco o ningún tiempo en la base. Pero esas pocas ocasiones trataste de mantenerte cerca de su radar, esperando que de algún modo notara tu presencia. 

Pero entonces caíste en cuenta de otro pequeño detalle, Soap al igual que muchos otros soldados, mostraban un claro interés por aquellas mujeres hermosas de cuerpos bonitos y cabellos sedosos. Y en un lugar como la milicia, prácticamente todas las mujeres lucían cuerpos delgados o atléticos.

¿Y tu?...bueno, no eras especialmente delgada. 

Cada vez que te sentabas podías sentir como tu abdomen se abultaba, formando las llamadas "llantitas" o "rollitos", los cuales usualmente ocultabas gracias a tu ropa. Pero no importaba de que manera buscaras disimularlo, en el fondo sabias que no lucias como tus otras compañeras, no eras esbelta, no tenias esos rasgos tan finos o femeninos que adoraban los hombres. Tus compañeros hombres te trataban bien, eran cordiales pero definitivamente no te trataban como a las demás, a las bonitas. 

Por eso, darte cuenta que Soap tenia un obvio gusto por el mismo tipo de mujer, no pudiste evitar sentir una pequeña punzada de dolor en tu pecho. 

Al principio te propusiste mejorar por tu cuenta, una dieta y algo de ejercicio podrían ayudarte a mejorar no solo tu imagen, sino también tu condición física. Y al principio funciono, perdiste unos cuantos kilos las primeras semanas pero conforme paso el tiempo los resultados dejaron de verse, parecía que te habías estancado. Las dietas ya no estaban haciendo lo suyo, aun y cuando te llegabas a sentir que morías de hambre, ni siquiera el ejercicio ayudaba en este punto, aun y cuando dejaste de tomar descansos y comenzaste a entrenar varias horas al día. 

La bascula se volvió tu peor enemigo junto a los espejos. 

Tu autoestima no mejoro, no cuando habían organizado una celebración en un bar cercano con motivo de la mas reciente victoria de la Fuerza Especial Operativa 141. Obviamente estabas invitada, tanto Laswell como tu les habían ayudado mucho durante la misma. Se suponía era algo sencillo, no había necesidad de ir demasiado formales ni nada de eso pero tu querías verte linda para Soap, así que con días de anticipación fuiste a las tiendas de la ciudad para buscar algo lindo que ponerte. Pero como siempre sucede, todos aquellos vestidos femeninos se limitan para las tallas pequeñas, dejando que las talles grandes se queden con la ropa que luce poco o nada. 

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