Un deseo

354 50 4
                                    


La muerte de Soap fue algo que marcó un antes y un después dentro de la 141.

Cada uno de sus miembros estaba inmerso en su propio dolor, asimilando las cosas, aceptando que aquel escoces nunca iba a volver.

Pero quien hacía más notorio aquel dolor era sin duda Ghost.

El teniente estaba más serio que antes, su trabajo no parecía verse afectado, el seguía trabajando con el mismo nivel de eficiencia. Pero cuando tenían tiempo libre, se le veía seguido en los bares cercanos a las bases, bebiendo en la barra mientras su mirada parecía perdida en algún punto.

Tú también sufrías, ¿Cómo no hacerlo? Soap no solo había sido un gran compañero y amigo, ustedes dos habían descubierto que compartían un sentimiento por el otro. No eran nada oficialmente, aún estaban trabajando en eso, esperaban que después de aquella misión pudieran tener una pequeña cita y aclarar aquello que el otro les provocaba.

Pero la cita nunca llegaría...te lo arrebataron mucho antes de poder decirle que lo amabas. Jamás lo escucharías declararte todo ese amor que sus ojos gritaban cada vez que veían, nunca hubo un primer beso. Demasiados momentos truncados.

Soap había muerto.

A Soap lo había asesinado Makarov.

Soap murió protegiéndote.

Esa bala no era para el...pero la recibió como si lo fuera.

Sabias de la gran amistad existente entre Soap y Ghost, por ello, aunque por dentro te sintieras morir, querías consolar al teniente. Hacerle saber que no estaba solo y que ese dolor con el que cargaba, podía compartirlo contigo. No eras Soap, nunca lo serias, pero podías ser un hombro sobre el cual podría apoyarse.

Por eso es que estas entrando a este nuevo bar, de antemano sabes que Ghost está aquí, en alguna esquina poco iluminada y bebiendo lo de siempre.

Te abriste pase entre las diversas mesas, entre todos los clientes, esquivándolos como si solo fueran sombras a tu alrededor, con la mirada fija en aquella figura a la lejanía. Aquella alma tan atormentada como la tuya.

No dijiste nada, no es que fuera necesario. Simplemente te sentaste en la silla vacía delante de él, lo observaste por unos segundos mientras él seguía con la mirada abajo, posiblemente viendo su reflejo en aquel líquido que contenía su vaso de vidrio.

Tus labios se abrieron ligeramente, estabas a punto de pronunciar tus primeras palabras cuando fuiste interrumpida.

—Debiste haber sido tú...— susurro. Su voz sonaba tan vacía, tan cansada, tan dolida.

— ¿Disculpa? — lo habías escuchado perfectamente y había dolido. Pero no quisiste tomarlo como algo personal, querías creer que realmente no pensaba aquello.

— ¿Por qué tuvo que sacrificarse por ti?... ¿Por qué fue Soap y no tú? — volvió a repetir, levantando su rostro en esta ocasión. Su mirada acuosa se encontró con la tuya mientras que sus manos sostenían con gran fuerza aquel vaso que se veía tan pequeño en sus manos.

—...Simón...— quisiste tomar su mano pero en cuanto el vio tu acción, retiro las suyas, manteniendo una distancia de ti.

—No me llames Simón...deberías haber sido tu quien recibiera esa bala, sabes muy bien que así debió ser...— su voz era débil, casi un susurro, pero dejaba entrever un gran pesar. Era obvio como estaba luchando por no dejar libre sus lágrimas.

—Sé que esto es solo tu dolor hablando...— te acomodaste en tu lugar, dejando que tus manos descansaran sobre tu regazo, ocultas debajo de la mesa. Así no podría ver como las apretabas entre sí, resistiendo cada golpe en forma de palabras que salían de su boca.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 24 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Momentos CODDonde viven las historias. Descúbrelo ahora