☆Capítulo 1☆

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Dios y sus ángeles estaban al tanto de Adán y Eva ahora más que Lilith había sucumbido a los placeres del infierno. Eva no la conocía y así querían que todo siguiera.

Hasta que un día sucedió algo inexplicable.

De las llamas más ardientes del infierno logro subir una pequeña flama al cielo sin pedir permiso.

- ¡Señor, pido permiso para exterminar esa llama que no debe estar aquí!.

Dios hizo una señal de alto para que ningún ángel se entrometiera, por alguna razón sentía que esta llama no significaba un peligro.

- No le hagan nada.

- ¡Pero Señor, viene del infierno!.

- E dicho que no le hagan nada.

Los ángeles dejaron de insistir y se hicieron a un lado bajando sus armas celestiales.

La flama busco un lugar en donde pudiera arder con calma, cuando lo encontró está se transformó en dos mitades haciendo un círculo creando dos almas.

Todo esto ante los ojos de Dios.

Él las llamó "Llamas gemelas", una alma separada por la misma llama creando dos almas.

Dios tomó esas almas y algunas las puso en los cuerpos de los humanos. A propósito dejó que estuvieran en distintas partes del mundo para ver si de verdad por más lejos que estuvieran se iban a encontrar tarde o temprano.

Las llamas gemelas se fueron haciendo cada vez más y estás encontraron a sus gemelas en el cielo.

Las llamas gemelas a pesar de que nacieron por la misma flama no quería decir que fueran iguales, sus gemelas existían de otras llamas que nacían de aspecto igual a ellas.

Dios mandaba a algunas llamas gemelas a la tierra pero otras las mandaba a otras dimensiones o planetas, cuando su tiempo terminará regresarían al limbo y serían juzgadas para saber si podían regresar al cielo y seguir reencarnado o se quedarían en el infierno.

Dios mandaba a algunas llamas gemelas a la tierra pero otras las mandaba a otras dimensiones o planetas, cuando su tiempo terminará regresarían al limbo y serían juzgadas para saber si podían regresar al cielo y seguir reencarnado o se quedarían e...

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Todo estaba bajo control hasta que un día una flama que llegó al cielo se negaba a separarse.

Una flama que venía del infierno y no lograba separarse no podía quedarse en el cielo.

Después de tanta resistencia la flama logró separarse creando dos almas que a diferencia de las otras, cuando se vieron por primera vez se evitaron y se alejaron mutuamente.

Dios no entendía que sucedía.

- ¿Qué hago aquí?.

- Tú me quitaste mi otra mitad por eso no puedo arder de la misma manera.

- ¡Yo no te quite nada!.

- ¡Todo esto es tu culpa!.

- ¡Yo no pedí que me separarán de ti!

☆Nụẹṣṭrọ Caṣṭịgọ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora