☆Nụẹṣṭrọ Caṣṭịgọ☆

☆Capítulo Final 17☆

Me costó lágrimas, dudas, ansiedad e inseguridades venir aquí.

Louis le dijo a Liam que viniera al "Poison Rose", él motel donde todo empezó.

Era difícil estar aquí.

Entré, le dije a la recepcionista que me esperaban y tome el ascensor.

Habitación 28.

Toque tres veces la puerta, esta se abrió dejando ver a Louis.

Sentí que mi corazón se salía de mi pecho, sentí el aire irse de mis pulmones, sentí ganas de correr.

- Harry... creí que no llegarías - odio conocerlo tan bien, al parecer estaba igual que yo.

Lo conozco tan bien por que me conozco a mi y se que somos iguales...

- Hola Louis, ya vez, si estoy aquí.

Louis se hizo a un lado para que pasará.

No era por nada pero lo veía mejor, seguía usando deliniador en la línea de agua pero tenía mejor semblante.

- No se por donde empezar Harry, a pasado algo de tiempo.

- Estamos igual - yo quería empezar por gritarle y golpearlo pero también besarlo.

- Estuve en una clínica y ya estoy limpio, llevo tres meses sin consumir fentanilo o cualquier otra droga.

- ¿Has sido responsable con tu medicamento?.

Él me vio confundido pero después se resigno - Ya lo sabes.

- Me enteré hace unos meses - mi semblante era el más serio, no quería bajar la guardia frente a él - Me alegra que estés limpio, imagino que esto te trae algo de paz.

- No sabes cuanta - me sonrió de una manera tan tierna que tuve que esquivarlo - ¿Qué a sido de ti?.

Yo le cambie el tema, no quiero que sepa nada de mi presente y pasado. Tampoco quiero saber algo de él - ¿Para que querías verme?.

- Primero déjame saber de ti, he ido al Diamond a escondidas y e visto que mejoraste bastante. Debby debe estar muy orgullosa...

- Escucha Louis, si quieres saber de ellos contactate con ellos, yo solo vine por que Liam me dijo que querías hablar conmigo urgente pero si no tienes nada que decirme entonces me voy - iba acercarme a la puerta pero Louis me tomó de los hombros y me detuvo.

- No...yo enserió quiero hablar contigo, es solo que estás diferente - se quedó en silencio unos minutos - Cuando te enteraste de mi ¿Qué más supiste y quien te lo dijo?.

- Mira eso ya no tiene importancia, me enteré de todo, no te preocupes que no fueron mentiras solo fue lo que hiciste al principio y después.

Ahí fue donde su memoria regresó - Puedo explicarlo.

- ¡Ya no puedes!, ¡Me hiciste tanto daño CUANDO YO CONFIABA EN TI! - fue imposible retener mis lágrimas - ¡Yo creía que el problema era yo, que nadie me quería, tenía más inseguridades de lo normal y todo era tú culpa!. ¡Jamas confiaste en mi para contarme tus problemas, cuando te fuiste ni siquiera te despediste sabiendo o tal vez no que yo sufriría con tu puta partida!. ¡Pero claro! ahora me preguntas como si nada que a sido de mi vida sin saber que me duele y arde no poder dejar de amarte.

Conforme más le reclamaba me acercaba más a él. Al final comencé a golpear su pecho con mis puños.

ÉL NO HACIA NADA.

- ¡¿POR QUÉ ME HICISTE ESO?!, ¡TE AMO CON LA MISMA INTENSIDAD DE LA QUE TE ODIO! - deje de pegarle y ahí fue cuando me abrazó.

Ya no tenía fuerza para irme.