☆Capítulo 9☆

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Pov Louis:

Estaba en la casa de mis padres, me vi en un espejo y tenía 13 aproximadamente. Mis padres estaban en la sala, escuchaba sus gritos, papá había descubierto que mamá lo engañaba.

Me quedé parado, estático y sin saber que hacer. Los gritos o sonidos fuertes me ponian mal así que corrí a mi habitación a encerrarme y ponerme mis audífonos en el volumen más alto, me senté en el suelo y abrace mis piernas.

La puerta se abrió de un golpe.

- ¡Lo vez, tú hijo es una marica! - papá me señaló y luego me golpeo. Cuando caí al suelo el escenario cambió totalmente, ahora me encontraba en la casa de mi abuelo.

- Alec, feliz cumpleaños. Ven conmigo hoy tú regalo será inolvidable.

No estaba seguro de seguirlo pero de todos modos lo hice, camine a su lado. Llegamos a la sala y sentí el mismo miedo y ganas de huir.

En la sala habían al menos cuatro mujeres en lencería, todas con cuerpos perfectos. No pude ver sus caras.

- A...Abuelo ¿Qué es esto?.

- Tú regalo Alec, es hora de que seas un hombre y le demuestres a tus padres que se equivocan.

Palmeo mi hombro y con una sonrisa de orgullo se fue. Yo intente huir atrás de él pero en la sala no habían puertas ni ventanas.

Las mujeres me veían como carne fresca, sus risas me daban miedo y hacían eco en toda la habitación. Me fui a un rincón y abrace mis piernas.

Ellas llegaron a mi y comenzaron a tocarme, mi pecho, mi cabello, mis piernas. Querían quitar mi playera pero yo no quería, estaba llorando.

- ¡No, sueltenme!, ¡Ayuda! - mis lágrimas salían sin parar, las mujeres ya no estaban en la habitación pero manos y brazos desconocidos me seguían tocando.

Me faltaba la respiración, yo gritaba con todas mis fuerzas sin crear una frase, solo gritaba con lágrimas en mis ojos.

- ¡Mamá ayúdame! ¡papá, mamá por favor! ¡Harry! ¡Harry ven! - de la nada recordé a Harry y como si él fuera a venir comencé a gritar su nombre.

Desperté.

- Shhh, shhh ya paso. Aquí estoy contigo - la voz de la última persona que nombraba se hizo presente en mi realidad. Me abrazó fuerte.

Escondí mi cara en la curva de su cuello, estar en sus brazos era todo lo que necesitaba, me sentía a salvo pero eso no quería decir que olvidara la pesadilla de siempre o una de miles. Comencé a llorar, le devolví el abrazo temiendo que se fuera.

- Tranquilo amor, todo está bien, aquí estoy y no me iré. Estoy contigo - acaricio mi cabello y con su otra mano subía y bajaba su mano en mi espalda. Su toque no era como el de esas mujeres, el suyo era delicado y reconfortante.

Poco a poco dejé de ir llorando, salí de mi escondite y miré a Harry. Creí que me miraría con temor o lastima pero no. Me miraba con cariño.

Lo besé y luego volví a abrazarlo - Gracias.

- Fue un mal sueño amor, todo esta bien.

Lo que daría por que solo fuera un mal sueño y que eso no haya sucedido. Si pudiera borrarlo de mi mente no tendría esta enfermedad, pudiera tener una vida normal, me entregaría a Harry completamente sin ningún miedo, no hubiera lastimado a tanta gente que no la debía.

Cuando deje de abrazarlo me acerque a mi mesa de noche y saque una botella blanca que contenía pastillas. Saque dos pastillas y sin tomar agua las consumí, después las volví a guardar.

☆Nụẹṣṭrọ Caṣṭịgọ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora