DC: El Bar Sin Salida de Gotham

Capitulo 32: Invitaciones a cenar

Kara tarareaba para sí misma, volando alto sobre su ciudad disfrazada. National City era un lugar grande. No es tan grande como Metropolis o Gotham, pero está cerca. Y aunque no fue tan agitada como esas dos ciudades, ocupó un lugar especial en el corazón de Kara. Era de ella.

Mantuvo los oídos abiertos, escuchando prácticamente todo lo que se encontraba dentro de los límites de la ciudad. Su mente trabajó para descifrar y filtrar las cosas que escuchaba, procesando casualmente los estímulos tan bien como cualquier supercomputadora construida en la Tierra. Claramente bloqueó la mayoría de las conversaciones privadas y los ruidos lascivos. No eran asunto suyo y Pa Kent dijo que todo hombre (¡o mujer!) tenía derecho a su privacidad.

Lo que realmente estaba escuchando era cualquier señal (sonido) de crimen. Nacional City nunca había sido tan mala en lo que respecta a la actividad criminal, pero todavía había un atraco aquí y un robo de auto allá. Para Kara fue fácil y rápido lidiar con ellos. Todo lo que tenía que hacer era lanzarse en picado, recoger a los delincuentes por el cuello y dejarlos en una comisaría.

No había necesidad de lanzar un puñetazo si no era necesario. A Kara no le gustaba especialmente hacer daño a la gente, ni siquiera a los criminales. Eso le había dado una especie de reputación "blanda" en su ciudad natal, pero no le importaba. Lo "suave" no importaba mucho cuando sólo trataba con criminales mundanos. La ciudad de Kara tenía una casi sospechosa falta de villanos que pudieran o quisieran desafiarla.

¿Algo sobre 'no querer pelear contra el rollo de canela'...? Al menos eso era lo que Kara había oído en sus habituales arrestos criminales. Oh, bueno, cualquiera que fuera la verdadera razón, ¡Kara estaba contenta de ser la heroína de una ciudad con tan buen comportamiento! National City tenía la tasa más baja de crímenes de villanos en la costa oeste, ¡todo gracias a Kara y su enfoque positivamente ligero para ser un héroe!

Por supuesto, no todo el mundo podía comportarse tan bien como Kara deseaba. Como bien lo demuestran las conspiraciones y maquinaciones de último minuto, de repente escuchó desde su posición en lo alto del cielo. Casi perezosamente, dio vueltas hasta que pudo tener una visión clara de dónde venía. Una vez que tuvo su mirada puesta en una camioneta sin identificación estacionada frente a un banco, Kara se instaló para mirar y escuchar, dibujando círculos adorablemente ausentes en el aire con su dedo.

"¿Estás seguro de esto, Joey? Esta ni siquiera es nuestra ciudad".

"Más seguro que nunca. Este lugar es una ciudad de un solo héroe. Y esa nena no puede estar en todas partes. Probablemente tenga escuela o algo de qué preocuparse en su identidad secreta".

Kara se rió levemente. Tenía escuela (universidad, más exactamente), pero eso no le impidió cumplir con su deber heroico. En todo caso, ser un héroe fue un buen descanso de la monotonía de la tarea. Kara sabía lógicamente que necesitaba un título en la Tierra. Pero aparte de las "humanidades", ya había aprendido todo lo que enseñaban sus clases.

"Aun así, hombre... Ella es una súper... Como la hermana de Superman o algo así, ¿verdad? ¿No está eso un poco por encima de nuestro nivel salarial?

"¡Lo convertiremos en nuestro nivel salarial! Sin nadie más contra quien competir aquí, vale la pena. ¡Vamos a tener el monopolio de la escena underground, hombre!

"Está bien, pero no digas que no te lo dije..."

"Como sea, Jamal. ¿Recuerdas el plan?

"¿Igual que el trabajo que intentamos realizar en Central City? ¿Y el de Metrópolis? Sí, recuerdo el plan. Parece que no se te ocurre ninguno diferente".

"¡Cierra la boca, hombre! ¡Esta vez funcionará!

"Maldita sea, amigo... Mamá siempre decía que no os involucreis con chicos de piel clara".