DC: El Bar Sin Salida de Gotham

Capitulo 48: Una larga, larga noche

"Bienvenido. A Yharnam."

Las reacciones fueron las que esperaba. Incluso desde la distancia a través de un espejo, Yharnam era una ciudad imponente y poco atractiva. Un lugar donde no caminabas por la noche porque las calles mismas eran activamente hostiles hacia ti, no solo hacia la gente que había dentro. Un lugar que atraía a los extranjeros con su mística, los masticaba y NO escupía los huesos. Pesada por el smog y la niebla, como si la ciudad misma llevara una capa, sus agujas se mantenían altas como si apuñalaran brutalmente el oscuro cielo nocturno.

"Parece que Gotham y el Londres victoriano tuvieron un bebé desafortunado en una orgía con el tema de HP Lovecraft", comentó Riddler.

"¡Oh, Dios! ¡No los británicos!" Chico Bestia se lamentó con humor descarado.

Espantapájaros negó con la cabeza hacia Riddler, "Siempre tuviste habilidad con las palabras, Edward".

"Dime que estoy equivocado", insistió Riddler.

"No, es bastante exacto", coincidió Penguin. "Es como lo que obtendrías si le describieras Gotham a un pintor ciego del siglo XIX. Creo que he visto exactamente esas mismas agujas en algún lugar del Viejo Centro".

"Hombre, nunca he visto una ciudad como esa", dijo David.

"Seré monedas de diez centavos por dólares, eso avergüenza a la Zona de Combate", dijo Falco arrastrando las palabras, estando de acuerdo.

"Oscuro, metal oscuro, choom", asintió Becca. "Las calles no tienen nada que ver con este lugar".

"No tienes idea..." murmuré, mi voz aún sonaba claramente. "Yharnam era... única. Única. Incluso para mí. Una ciudad más cruel que casi cualquier otra que haya conocido. La muerte estaba siempre presente. Y no en la forma que he llegado a amar".

Didi se inclinó hacia mí ante eso, dejándome sostenerla para que la apoyara. "No estoy familiarizado con este 'Yharnam', lo admito. Ciertamente no está dentro de mis competencias aquí en esta realidad ni en ninguna adyacente".

"Como esperaba," permití, asintiendo. "Tu dominio ciertamente infestó la ciudad, incluso sin ti. Al igual que algunos de tus hermanos. La locura delirante era tan inevitable como la muerte. Y descubrí que los sueños estaban indisolublemente ligados a la realidad de Yharnam".

"Siento que voy a arrepentirme de esto..." Barbara prologó. "¿Pero primero nos vas a dar el contexto de este mundo como lo haces normalmente?"

Consideré la pregunta por un momento: "... No, creo que será mejor para ti descubrir los secretos de Yharnam como lo hice yo. My Hunt descubrió secretos horribles y no quisiera robarte la experiencia por ti mismo. "Sospecho que mis lecciones para Ciri y el resto de ustedes serán más fuertes de esta manera. Todo lo que necesitan saber por ahora es que Yharnam era una ciudad muy, muy antigua, de capas construidas sobre capas, hasta el fondo..."

"De alguna manera, eso es peor que simplemente decirnos desde el principio", se estremeció Barbara. "Ya puedo decir que voy a odiar esto".

"Si no lo hicieras, algo grave te pasaría", me reí entre dientes.

"Puede que no me guste, pero estoy muy intrigada", afirmó Raven rotundamente. "Muy."

"Yo también", habló Ciri también, firme en su deseo de aprender lo que yo tenía para impartir. "Cuéntanos de tu caza, Sean. Cuéntanos de tus monstruos".

Le agradecí: "Prepárate para la siguiente parte. No es para personas débiles de corazón".

Una tensión se apoderó de mi audiencia cuando dejé que las escenas mostradas en el espejo tomaran la iniciativa. Las cosas continuaron desde donde las había dejado. Los pálidos, traviesos e infantiles mensajeros que se habían arrastrado sobre mí no estaban a la vista. El charco de sangre y cenizas del que había surgido y en el que se había convertido la Bestia anterior estaba igualmente ausente.