DC: El Bar Sin Salida de Gotham

Capitulo 17: Hola, Magic

—Acepto —entonó Alicia Negra con gravedad—.

Probablemente ella puso más seriedad en su aceptación que yo en mi oferta formal de santuario. Pero esto era magia y había ciertos rituales que debían observarse. Extrañamente, no creía que Alice lo supiera. Creo que era una reina del drama en el armario.

Una verdadera chica de teatro, aunque probablemente lo negara hasta que murió. Las señas de identidad estaban ahí si sabías dónde buscar. Especialmente con la forma en que salió y se declaró a sí misma "Hija de la Muerte". Era solo una niña, una adolescente, pero aún así, diciendo cosas que pensaba que la harían lucir genial.

Eso no significaba que pensara que estaba mintiendo acerca de estar en peligro. Dos cosas podrían ser ciertas al mismo tiempo. Por lo que pude ver, que estaba bastante lejos, algo pasaba con Alice a un nivel mágico. Lo suficiente como para que estuviera más que listo para creer que estaba siendo perseguida por magos justos.

Podría haber estado jugando con sus palabras como una especie de mecanismo de supervivencia, pero eso solo se sumó a sus afirmaciones. Estaba verdaderamente, genuinamente asustada por su vida. Ni siquiera el hecho de aceptar mi oferta de santuario hizo que ese sentimiento desapareciera de su corazón.

Sin embargo, pareció ayudar. Sobre todo cuando se combinaba con el abrazo que Didi le estaba dando. Se retorció en el abrazo de Didi, pero cualquiera se daba cuenta de que no quería dejarlo. Didi tenía una forma de hacer que la gente se sintiera segura y cómoda de esa manera.

—¿Y cuál es tu historia, chico? —pregunté.

"¡Sí, sí, sí!" ¿Qué es lo que tiene que huir? —añadió Harley, prácticamente saltando en su sitio—.

—Abajo, Harley —reprendió Ivy divertida—.

"¿Necesitas que mate a alguien?" Jason se ofreció, solo para estar seguro.

"¡Jasón! ¡No!" Dos conjeturas para quién dijo eso...

"¡Jason, sí!"

"Tienes un maravilloso wibbleddytop en marcha..." —dijo Delirium sombríamente—. Su tono se volvió pensativo y considerado, "¿Es contagioso?"

"Q-Que-...?" Alicia estaba obviamente abrumada por la repentina muestra de calidez de todos en el bar.

—Ahí, ahí, pequeña —arrulló Didi—. "Cuéntanos qué es lo que está mal y cómo podemos arreglarlo por ti".

Con los brazos de Didi todavía envueltos alrededor de ella y su voz suave en el oído de Alice, se recuperó lo suficientemente rápido. Si las lágrimas brotaban de sus ojos, ninguno de nosotros dijo nada. Alicia sollozó un sutil sollozo mientras sacudía la cabeza para evitar que las lágrimas cayeran.

Luego, de inmediato, me dirigió una mirada valiente: "¡No soy una niña!"

Acercándome a ella, le di unas palmaditas en la cabeza: "Por supuesto que no". Solo tienes que aprender a usar tus palabras si quieres que tengamos una idea de lo que está pasando.

Miró y gruñó con todo el poder de una adolescente agraviada. Didi pensó que era gracioso si sus risas eran algo de lo que salía. Alicia se sonrojó y apartó los ojos de los míos. Incluso entonces, se inclinó un poco más hacia el abrazo de Didi.

"... Es estúpido —murmuró Alicia en voz baja—. "Tan estúpido..." Su voz se elevó con ira y frustración, "¡No hice nada malo!" ¡No es justo! ¡¿Por qué me persiguen?! ¡¿Por qué no pueden dejarme en paz?!"

"Vaya, eso es mucha ira", dijo Delirium, sorprendentemente cuerdo por una vez. —¿Puedo?

Unas cuantas lágrimas calientes dibujaron huellas en el delineador de ojos de Alice. "¿Qué...?"