[Capítulo 2] Te veo

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- ¿Qué le paso? ¿está bien? – Félix parecía muy confundido y preocupado. Todos nos paramos de nuestro asiento sin poder hacer mucho.

- ¿ustedes quiénes son? – Hablo la mesera con las cejas fruncidas.

- ¿Nosotros? -

-¿Qué le hicieron a Dairé como para que se fuera de esa forma? - La mesera realmente estaba molesta, no dejaba que Félix siquiera pudiera responder a sus preguntas.

-Oye, primero cálmate, nosotros no le hicimos nada malo a tu amigo, así que no te pongas en ese plan- Eleonor se metió entre ellos dos, porque nosotros sabíamos que Félix era de mecha corta y no queríamos más problemas.

- ¿Entonces cómo debemos de ponernos? Han perturbado a todo el lugar- Y al parecer aquella mesera también era de mecha corta.

-Vikki, la chica tiene razón, de todas formas, ya íbamos a cerrar. Ya hablaremos con Dairé y veremos las cámaras después...- 2 meseros más se acercaron hacia nosotros y susurrando se llevaron a la chica lejos para poder calmarla.

-Ustedes perdonen este asunto, ya hablaremos con nuestro compañero-

-Está bien... vámonos chicos- Eleonor, le colgó la bufanda a Fénix y con un movimiento rápido hizo que su chaqueta que tenía debajo de los hombros se le colocara de forma correcta, lo agarro por los hombros y con facilidad hizo que saliera por la puerta de la cafetería, pues mi mejor amigo estaba ya bastante enojado en pocos segundos. En este tipo de ocasiones suelo agradecer que conocimos a Eleonor para poder resolverlo todo de forma óptima y rápida.

Yo me quede en mi lugar unos instantes más observando el escenario y el banquillo en donde había visto a ese chico hace rato. Eleonor me grito desde la entrada y salí en silencio, pero con una mente inundada de voces que hacían preguntas y cuestionamientos de lo que había pasado recién.

-Eso fue muy raro- Fue el primer comentario que hizo Félix al llegar a la casa de Eleonor, se quitó su chaqueta y se dejó caer en el sofá de piel oscura.

-Incluso para mí, por un momento pensé que Félix iba a golpear a alguien- La peli rosa quito los pies de Félix de un manotazo para poder sentarse ella a la par, solo para que este volviera a subir sus pies, pero esta vez arriba de sus piernas.

-No fue mi culpa, aquella mesera llego primero a la defensiva-

-Puede que tengas razón, pero si cualquiera de nosotros estuviera en su situación también nos pondríamos de esa forma, aquel chico parecía ser un buen amigo de ella y él prácticamente huyo de nosotros como si fuéramos un grupo de asesinos-

Me senté en uno de los sofás individuales que estaba un poco retirado de ellos, cerca de uno de los ventanales de Eleonor que daban a un jardín trasero. Trataba de ponerles atención, pero la verdad era que yo tenía un monologo interno que no sabía si dejarlo para mí y mi mente, o compartirlo con ellos, y aunque quisiera compartirlo... ¿podría? Ni siquiera tenía las palabras comprensibles para poder decirle lo que me estaba pasando.

La lluvia sí que había pasado, pero había dejado gotas en el vidrio y mis ojos solo las seguían por su camino hacia el suelo en silencio...

-¡JOEL!-

-¿si?- con un grito habían logrado que despertara por completo y saliera de mi modo automático, casi logrando que cayera de ese mini sofá. Los mire tratando de analizar de que estaban hablando, de cuánto tiempo me había ido y que me habían preguntado... además, ¿Qué tal si ni siquiera me preguntaron algo?

-Joel, ¿estas bien? –
-Ya de por si eres más callado que un mudo... pero, hoy sí que pareces ausente-

- ¿Paso algo? Estas así desde el Uber. – Esquive sus miradas preocupadas para ver el suelo, me acomodé en el sofá y pasando mis dedos por mi cabello para desatar la media coleta que me había hecho, di un largo y pesado suspiro.

[DAME 5 RAZONES] El color de tus ojos. 《BL》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora