[DAME 5 RAZONES] El color de tus ojos. 《BL》

Capítulo 10 [Lluvia cálida]

-Wow sí que estas nervioso. Tienes suerte de que tienes un amigo tan fabuloso como yo para estar a tu lado en estos momentos – Hablo Félix con ese ego gigante, con su típica sonrisa de oreja a oreja mientras me abrazaba por los hombros.

En mis manos tenía una caja con los materiales que estaba utilizando en mi carrera de artes plásticas, mientras miraba la entrada donde estaría mi nuevo departamento. Félix me había ayudado a traerme unas mochilas y cajas, mientras esperábamos los dos a Eleonor, quien nos había hecho el favor de traer las llaves que la señora del departamento le había dado a Dairé. Al parecer, las personas mayores le tenían mucha confianza a él, pues todo el movimiento de la mudanza fue hecho por Dairé, quien se encargó de darme el contrato, ver el papeleo, la firma y él es de quien se encarga de manejar el dinero junto con la señora del piso. Yo en ningún momento tuve que ver a la señora. Incluso ahora, era él quien me estaba dando mi nueva llave.

-Me gustaría negártelo... pero si estoy nervioso... estos días solo eh hablado con Dairé por mensaje. Y aunque traté de mentalizarme todo el fin de semana... aun no puedo creer que viviré con él – Trague saliva con pesadez. Mi padre me había heredado ojeras... pero este par de noches yo me encargue de remarcarlos por mi propia cuenta al no poder dormir ni un poco. Incluso ahora, siento como mi estomago se revuelve y mis palmas sudan con incomodidad, aunque estamos en octubre y el clima es bastante frio.

- Pues lo harás. Pero relájate, todo saldrá bien – Con su carácter positivo y relajado se puso a un lado de la puerta recargándose en la pared. – Volverás a ser amigo de Dairé, igual de cercano que hace años y era lo que querías ¿No? -

Me quede callado por unos segundos pensativo.

- Si... eso era lo que quería. Pero no pensé que llegaría tan lejos –

- En eso tienes razón... pero si no hubiera sido por esta oportunidad, ustedes dos nunca se hubieran atrevido a tener una amistad tan constante, tu estudias y él trabaja. Quizá incluso nos estamos preocupando por nada. Los dos están tan ocupados que será raro que los dos coincidan mucho en el departamento – Félix tenía razón... como casi siempre y eso me irrito un poco. Iba a contestarle, pero la puerta se abrió dándole un susto al pelinaranja.

- ¿¡Que mierda?! – Dijo al mismo tiempo que un chico salía de ahí con dos maletas y una mochila gigante de gimnasio colgando de su hombro.

- oh lo siento – Parecía que él también se había asustado con el grito que había dado Félix, para cerrar la puerta y mirarnos. – ¿Uno de ustedes debe de ser el nuevo roomie verdad? – Fue el primero en hablar con una actitud relajada.

- Si. Él es el roomie Joel y yo soy Félix, lo estoy ayudando a mudarse – Hablo mi amigo mientras yo asentía.

-Ya. Yo soy Henry, ex roomie de Dairé, estaba recogiendo las últimas maletas que me quedaban. – con una sonrisa nos mostró sus maletas y yo me hice aun lado para que pudiera pasar.

- Un gusto – Félix con su facilidad de socializar, ambos se chocaron las manos, como si fueran amigos cercanos y le hizo más platica. - ¿Y viene alguien por ti? Parece que vas muy cargado, ¿no quieres que te ayudemos? –

- oh no gracias estoy bien, de hecho, mi novia no tarda en venir por mi – Me quede en silencio mientras ellos hablaban. Quizá en un pasado me hubiera sentido incomodo o ignorado, pero ahora mismo me sentía bastante bien, pues había aprendido que yo no era muy bueno haciendo amigos o sabiendo comunicarme, pero no era malo no tener esas habilidades. Era como en los video juegos que suelo jugar, ciertos personajes tendrán una barra de habilidad más alta que otros y al mismo tiempo, cada personaje era bueno en cierta área. Cuando comprendí eso, pude conocerme mucho mejor y poder desarrollar mis propias barras de habilidades.