Solía creer que los cambios eran parte de crecer, eran parte de la vida, debiamos cambiar y aceptar cambio para ir a adaptandonos al mundo.
Pero creerlo era facil, aceptar el cambio era dificil.
El adaptarse a los cambios era un don que no muchos tienen, por que a la mayoria, incluyendome, no los aceptamos hasta que alguién nos hace entrar en razón.
Después de la ultima vez que sali con Sasha, la iglesia se habia vuelto como un lugar seguro pero aún asi estaba desanimada para ir, la mayoría de veces iba por que Mike me obligaba y algunas veces Mike no tenía ganas de obligarme, era una miembro inactiva, preferia quedarme en casa a condenarme por mi miseria y los ultimos sucesos, mi padres no entendian porque me habia vuelto tan hostil, no quería que nadie se me acercará pero cuando estaba en la capilla dejaba que algunos amigos que ya conocia de antes se me acercarán a saludarme, no me gustaba pero no era lo suficientemente valiente como para decirles.
《No me toques》
Las semanas siguientes prosegui en mi miseria sin querer levantarme de la cama, me sentia sucia, me sentia vurnerable, y lo peor de todo sentía que todo lo que había pasado era por mi culpa.
Yo había bebido sin control.
Yo traia un vestido corto.
Yo estaba sola de noche.
Yo había salido de fiesta.
Yo era mujer.
Quería gritar, quería que alguien hiciera algo pero yo me lo había buscado, era mi culpa y odiaba con todas mis fuerzas a Alex.
Los siguientes días continue asistiendo a los ensayos, la mejor excusa era ser lider de JAS, pero por lo que iba era que Nicolás había llamado mi atención y quería seguir viendolo de lejos.
El día de la presentación decidimos llevar guitarras de cartones pero no todos llevaron y yo sin ganas de nada apenas hice la silueta de una guitarra pero otra de mis JAS hasta le habia puesto brillos, se había esforzado al hacerla, asi que por vergüenza le di la mia a Nicolás y me presente sin nada.
El número salio bien, después de eso cuando empezaron a repartir la comida me acerque para ver si necesitaban ayuda y asi fue, entonces ayude a repartir comida, pronto Nicolás también se integro, al final nos quedamos comiendo en la cocina.
—El pollo al horno es de mis platos favoritos, en especial por la ensalda rusa —comenté.
—A mi también me gusta, ¿El número salio bien no?
—Fue muy divertido.
Mi mamá entro a la cocina y saludo a Nicolás, después de un rato nos fuimos.
Mike estaba de viaje y yo seguía igual, ese día domingo algo me decía que fuera a la capilla pero no fui, no quise y en la tarde recibi la peor noticia de mi vida en ese momento.
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El retornado
RomanceIsabella Ibarra es una joven con poco tiempo de miembro en la iglesia mormona, ella esta a punto de conocer a alguien que cambiará su vida por completo y alterará todo. ¿Isabella podra dejar atrá su pasado? ¿Logrará superar sus miedos y lo que ello...