Love me, mute | HyunLix

05

 — ¿Por qué no me dijiste que era tu cumpleaños?

Felix vio con su único ojo disponible, ya que el otro estaba detrás de una pequeña toalla con hielos y se encogió de hombros, sin darle mucha importancia.

La fiesta de cumpleaños era exclusivamente familiar, pero era porque Felix no tenía amigos para invitar, todos habían quedado en Australia y no habían podido venir, así que sólo estaban ellos dos, entre los padres de Felix, su abuela y un par de tíos, porque, de nuevo, muchos se habían quedado en su país natal.

Hyunjin estaba muy charlatán, parecía nervioso y apenado, y eso lo comenzaba a irritar, porque no era normal que el mayor estuviera así, pero ahora que estaba en su casa quería un poco de tranquilidad, no que le hicieran preguntas.

— Ni siquiera te tengo un regalo, Felix. —dijo, pero el otro sólo se encogió de hombros— No, no hagas eso, a mí me molesta mucho cuando no me traen un regalo en mí cumpleaños, es que... Es una de las pocas ocasiones del año donde te dan un regalo y es un día especial.

Felix lo apuntó y luego movió el dedo negativamente.

— Bien, yo no me contengo cuando quiero regalarte algo, lo sé pero con más razón, si yo te regalo algo todos los días en tu cumpleaños debería regalarte algo más especial.

Eso hizo sonreír a Felix, pero hizo una mueca de dolor cuando el gesto le tiró la herida del labio.

Hyunjin suspiró, todavía tenía ganas de matar a esos chicos.

Los había visto salir del baño, carcajeandose, uno de ellos lo miró, con esa sonrisa egocencentrica, "tu novio te estaba llamando" le había dicho, para luego hacer una "o" con los labios, burlándose de la mudez de Felix "oh, cierto" y no escuchó más porque había ido corriendo haciendo el lugar.

Felix se dió cuenta de que Hyunjin debía estar pensando en lo sucedido, se acercó a él para apoyar una mano en su hombro, negando con la cabeza para que lo olvide.

Hyunjin alzó la vista hacia él.

Felix era un chico muy dulce, demasiado cálido para un mundo tan frío, con personas que querían apagar ese calor, ese brillo en sus ojos y que planeaban amargarlo.

Hyunjin temía que desgraciadamente, habían enfriado bastante la personalidad del chico, aunque con él no era así, en cuanto Felix volvía a estar solo parecía apagarse, decir cosas feas de sí mismo, y no lo merecía, no merecía nada de eso.

— Felix, creo que deberías cambiarte de escuela. —dijo sin más.

Las palabras hicieron que las cejas de Felix se alzaran, abriendo los ojos con lo que parecía miedo, comenzó a negar efusivamente, haciendo señas con su única mano disponible.

Hyunjin intentó tranquilizarlo, tomando su mano entre las suyas, conteniéndola dentro de la misma, que era más grande, perfecta para envolver la manito de Felix.