Capítulo 4 - Devastación 💗

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Horas antes de que Twilight fuera llamada a la Oficina del Rey Sombra...

 "No lo entiendo, señor", expresó, desconcertado por la seguridad del rey.

 "¿Qué?" respondió, claramente indiferente.

"¿Por qué está tan seguro de que no es una espía?" preguntó Windeg intrigado. 

 Su curiosidad era evidente, buscando entender los motivos detrás de la confianza del rey.

"No lo sé", respondió el Rey Sombra con desinterés, aumentando la confusión de su sirviente. Luego, con una sonrisa ligeramente maliciosa, agregó: "Pero sé cómo descubrirlo".

Se levantó de su asiento y comenzó a caminar por el pasillo, con Windig Spirit siguiéndole el paso.

"Si es una espía, no soportará que lastime a sus preciados amiguitos, ¿verdad?", dijo, su sonrisa adquiriendo un matiz maligno mientras mantenía la mirada al frente.

"Supongo que cualquiera se molestaría si daña a sus amigos, señor", respondió Windig con cautela.

El Rey Sombra pareció reflexionar por un momento. 

"Mmm, si es una espía, no aceptará fácilmente lo que le diga. Me desafiará", murmuró para sí mismo, finalmente reconociendo una posibilidad. "Hazla venir a mi oficina", ordenó con determinación, decidiendo tomar cartas en el asunto.

. . .

El Rey Sombra guió a Twilight a través de los intrincados pasillos del castillo, hasta llegar a un lugar sombrío y opresivo donde un sinnúmero de ponis trabajaban en condiciones deplorables. Sus lomos encorvados y sus rostros desgastados reflejaban el peso de la servidumbre impuesta sobre ellos. ¿Qué estaría tramando? ¿Qué era lo que tenía planeado para ella? Toda esa discusión sobre los deberes de una reina ya le estaba dando dolor de cabeza. ¿O era porque no  había desayunado?

Con un gesto amplio, King Sombra señaló hacia la multitud laboriosa, sus ojos centelleando con una malévola satisfacción. 

"Aquí es, Twilight", proclamó con un tono de superioridad. "Estos son mis súbditos, dispuestos a cumplir cualquier orden que tú, como mi esposa, les desees impartir."

Twilight sintió un nudo de repugnancia en su estómago al observar la escena ante ella, pero se obligó a mantener la compostura. 

Se detuvo en seco al doblar la esquina de uno de los callejones más oscuros de la ciudad. Ante ella se desplegaba una escena desoladora: un mar de ponis trabajando en condiciones deplorables.

Sus cuerpos delgados y demacrados se movían con lentitud, como si cada paso fuera un esfuerzo titánico. Sus ojos, rodeados de profundas ojeras, reflejaban una fatiga que iba más allá de lo físico, era el agotamiento del espíritu.

El sudor perlaba sus frentes mientras arrastraban pesadas cargas o realizaban tareas repetitivas una y otra vez. Algunos parecían a punto de desplomarse en cualquier momento, pero no había descanso para ellos, solo la implacable exigencia de cumplir con su labor.Twilight sintió un nudo en la garganta al contemplar la escena. ¿Cómo podía permitirse que esto sucediera en su propio reino? La injusticia y el sufrimiento de sus súbditos la llenaron de indignación.

Sin embargo, antes de que pudiera articular una palabra, King Sombra continuó con su propuesta retorcida.

"Observa a todos estos ponis trabajando tan duro para que tú te sientas cómoda. Está bien si solo te quedas aquí y te relajas mientras ellos hacen el trabajo por ti..." dijo, con una sonrisa que no alcanzaba a ocultar su verdadera intención.

Serás Mía [𝗧𝗪𝗜𝗕𝗥𝗔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora