Capítulo 25 - Final 💗

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Una suave luz matutina se filtraba a través de las cortinas entreabiertas de la habitación de Twilight Sparkle, tiñendo el espacio con tonos dorados y brindando una sensación de serenidad y calma. El silencio de la mañana fue interrumpido por una voz dulce y juguetona que resonaba en la habitación, llenando el aire con una energía contagiosa y jovial. 

Con un brillo de emoción en sus ojos carmesí, la pequeña unicornio se acercó con pasos ligeros a la cama donde descansaba Twilight. 

"¡Mamá!", llamó con voz dulce y melodiosa, extendiendo hacia ella un pequeño casco con ternura. La habitación se llenó de una atmósfera mágica y cálida mientras la pequeña expresaba su amor y alegría, inundando el corazón de Twilight con un amor incondicional y eterno.

Una sonrisa cálida y llena de amor se dibujó en el rostro de Twilight al ver a su hija, quien representaba la luz de su vida, avanzando con pasos torpes pero llenos de determinación. Con delicadeza, la princesa levantó a la pequeña, acogiendo su dulce presencia en un abrazo lleno de ternura. 

"¡Mi dulce Stellaris!", exclamó Twilight con ternura, cubriendo el pelaje de la cría con besos tiernos. "¿Dormiste bien?" La pequeña unicornio asintió con entusiasmo, su cuerno temblando bajo la luz matutina como si estuviera cargado de energía mágica.

"¡Sí, mamá! ¡Tuve el sueño más increíble!" exclamó emocionada, riendo por las cosquillas que le causaban los besos de su madre. 

En ese momento, parecía que el mundo entero se detenía para permitirles disfrutar de su vínculo único, una conexión que irradiaba amor y felicidad en cada instante compartido.

"¡Papá!", exclamó la pequeña unicornio de repente, desviando su atención hacia la puerta de la habitación. 

El corazón de Twilight dio un vuelco cuando Sombra, entró con una sonrisa cálida y genuina en su rostro. La pequeña unicornio corrió hacia él con emoción, envolviendo sus cascos alrededor de las piernas del Rey.

Stellaris se parecía mucho a su padre, demasiado en varios aspectos. Sus ojos carmesíes brillaban con una intensidad similar a la de él, mientras que su piel oscura recordaba claramente a las sombras. Incluso los tonos de su melena se asemejaban sorprendentemente a los de Twilight, como si hubieran fusionado lo mejor de ambos en una sola criatura. 

A medida que la pequeña unicornio crecía, se hacía evidente que heredaba lo mejor de cada uno de sus padres, no solo en su apariencia, sino también en su personalidad y en su innegable chispa de magia y energía.

Sombra rio suavemente al saludar a la pequeña unicornio, un destello de calidez en sus ojos carmesí penetrantes. La levantó en su lomo, disfrutando de cómo ella se reía con deleite mientras él la balanceaba suavemente.

"¡Buenos días, mi pequeña estrella!", dijo con una voz llena de calidez. "¿Has tenido algún sueño interesante?""¡Sí! ¡Soñé que dominaba el mundo entero!", exclamó Stellaris emocionada, con los ojos brillantes de emoción.

Sombrase rio suavemente ante el entusiasmo de su hija, una pequeña sonrisa jugueteando en sus labios. 

"¿En serio? ¿Así fue?" preguntó, su voz burlona.

Stellaris asintió con entusiasmo, su cuerno brillando con anticipación mientras continuaba su relato. 

"¡Y, Y tenía el castillo más grande de todo el mundo, ¡con muchas habitaciones, juguetes y golosinas!" gritó brincando en círculos.

Twilight rio, el sonido resonando dulcemente en la habitación. 

"Eso suena como un sueño bastante extraordinario, Stellaris. Pero recuerda, gobernar el mundo no se trata solo de tener un castillo grande y lujoso. Es importante pensar en cómo puedes usar tu poder para ayudar a los demás y hacer del mundo un lugar mejor." Stellaris frunció el ceño, sumida en sus pensamientos. "

Serás Mía [𝗧𝗪𝗜𝗕𝗥𝗔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora