Capítulo 20 - Preparativos 💗

459 52 1
                                    


Luna frunció el ceño, observando con preocupación a Celestia. 

"¿Todavía no hay respuesta de Twilight?" preguntó, su voz cargada de inquietud. Celestia apretó los puños con furia, su mirada fija en el cielo oscurecido. 

"Ese maldito... seguro le hizo algo a mi alumna," murmuró entre dientes, una mezcla de angustia y enojo reflejada en sus ojos. Luego, se volvió hacia Spike con urgencia. "¿Estás seguro de que los elementos están en el castillo?"

"¡Sí, lo sentí en cuanto los vi! ¡Están en un cuarto secreto en las profundidades!" confirmó Spike, con un tono urgente. "¡Debemos apresurarnos, ese tipo está loco!"

"Estoy de acuerdo. Nos movilizaremos de inmediato. No podemos esperar más," declaró Celestia con determinación, antes de dirigir su mirada una vez más hacia el vasto horizonte.

 "Iremos por ti, Twilight," añadió con determinación, como un voto inquebrantable.

. . .

El peso de las cadenas se hacía cada vez más opresivo, encerrándola en una habitación que se sentía más como una jaula. El cansancio de las lágrimas la abrumaba, dejándola exhausta y sin fuerzas para seguir llorando. Se sentía devastada, perdida en un torbellino de emociones, especialmente al darse cuenta de lo que realmente sentía por él. 

La cruel verdad se deslizaba por su mente, pesada y desgarradora: él no sentía nada por ella. Era un golpe duro, una herida profunda en su corazón que la dejaba desolada y sin esperanza.

Por más que sus acciones parecieran demostrar lo contrario, la sensación de que él no sentía nada por ella más allá de la posesividad se había arraigado en su mente. 

Había sido amable con ella, sí, pero ¿acaso era solo una artimaña para atraparla más rápido en sus redes? No quería aceptar esa verdad, aunque una parte de ella sabía que debía enfrentarla. Sin embargo, entre toda esa farsa, algo había sido genuino, algo que se aferraba a su corazón con la fuerza de la esperanza.

La puerta se abrió, y la expectativa de ver a esa poni terrestre con el cabello azul llenó a Twilight de un breve destello de esperanza. 

Sin embargo, su ilusión se desvaneció al darse cuenta de que era otra sirvienta la que había entrado en la habitación, trayendo consigo una bandeja de comida.

"Princesa, aquí está su comida", dijo la sirvienta, su voz resonando con amabilidad pero su expresión revelaba una frialdad inquietante.

"No tengo hambre", respondió Twilight sin entusiasmo.

"El Rey ha ordenado que coma todo lo que le traiga", insistió la sirvienta.

"¡He dicho que no quiero!" gritó Twilight, abrumada por la situación y el constante recordatorio de su encierro.

"Por favor, princesa. No quisiera terminar como la sirvienta Twinkle Kae", agregó la sirvienta, finalmente, con una nota de advertencia en su tono.

Ante las palabras de la sirvienta, Twilight se estremeció, su expresión pasó de la resistencia a la resignación. Una oleada de temor la invadió mientras se daba cuenta de las implicaciones de la advertencia. Sus ojos se abrieron con sorpresa y angustia, y su respiración se volvió entrecortada.

"Lo siento...", murmuró finalmente, su voz apenas un susurro cargado de pesar y miedo. Se sentía atrapada en un juego del que no sabía cómo escapar, presionada por las sombrías amenazas que se cernían sobre ella.

"Gracias, Princesa..." la voz de la sirvienta resonó en la habitación mientras ayudaba a Twilight a comer, dado que ella no podía debido a las cadenas que la aprisionaban. "No quisiera terminar sancionada como Twinkle en la mazmorra..." agregó, con un tono de tristeza palpable en sus palabras.

Serás Mía [𝗧𝗪𝗜𝗕𝗥𝗔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora