#guapoduo pt1

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ROIER

—¿Quién querría salir con alguien como tú? Sólo mírate.

Roier estaba seguro que jamás nadie le había dicho unas palabras más crueles que esas. Que jamás nadie lo había mirado con asco y tanta indiferencia.

Roier estaba seguro que nadie le había roto de esa forma el corazón.

Solo sabe que luego de que aquel chico alto de cabello largo y ojos azules le dijo aquellas palabras, lo único que pudo hacer fue salir corriendo del lugar. Mientras al alejarse escuchaba las burlas de todos los presentes en la cafetería.

Las lágrimas involuntarias casi no lo dejaban ver, por lo que cayó al piso más de una vez en su camino, no le importaba, ni siquiera dolía. Nada podía doler más que lo que había vivido minutos atrás.

No volvió a clases, ni siquiera puede recordar como logró evadir al portero de la escuela, pero ahora estaba llegando a casa. Era primera vez en sus diecisiete años que se saltaba una clase o volvía a casa antes de la hora indicada.

Su hogar estaba vacío, pues sus padres trabajaban y su hermanita debía estar en su colegio a esa hora, se sentía solo, pero por ahora era lo mejor, subió a su habitación, se puso el pijama y se tiró a la cama, derrotado, triste y con el corazón roto.

El castaño era un nerd, o por lo menos así lo llamaban todos a su alrededor, la inteligencia que tenía resaltaba mucho por sobre los demás, y eso parecía molestar a sus compañeros. No tenía amigos, pues a la gente le avergonzaba que los vieran con él, nunca lo entendió del todo, no era un chico feo, lo sabía muy bien. Pero ha escuchado por ahí que a las personas no les gusta estar cerca de alguien que los pueda opacar de alguna manera, o por lo menos eso le decían sus padres.

Hoy estaba ahí tirado en su cama, mirando el techo y llorando por haber confiado por primera vez en una persona. Lo supo desde el principio, había mil razones para desconfiar de aquel acercamiento tan repentino, pero... había estado enamorado secretamente tanto tiempo de ese chico que pasó por alto todo lo raro de aquella situación.

—¡Tonto, tonto, tonto! —se gritó a sí mismo mientras tapaba su cara con una almohada.

Cerró los ojos y comenzó recordando el comienzo de todo.

"Era un día normal, el invierno había llegado y junto a él una lluvia que no tenía pinta de querer parar. Su padre lo había dejado en el estacionamiento de la escuela, y agradecía que este le había insistido en llevar un paraguas.

Se despidió y abrió el objeto para cubrirse de la lluvia. Iba caminando a paso rápido cuando escuchó que alguien lo llamaba atrás de él.

—¡Roier! —se giró para ver quien era, pero al darse cuenta decidió ignorarlo—¡Oye, nerd!

Siempre había preferido ignorar las burlas que le hacían los demás, y esta no sería la excepción. Así que siguió caminando.

-¡Roier! -el chico llegó corriendo a su lado, agarrando su hombro y obligándolo a girar.

Pelo mojado, escurriendo casi. Ojos azules penetrantes, labios entreabiertos y la lluvia cayendo por todo su cuerpo.

-¿Qué quieres, Cellbit? -corto y seco.

-Qué agresivo, amigo. -Intentó bromear, pero la cara del castaño lo hizo volver a hablar- ¿Podría caminar contigo bajo tu paraguas? No quiero mojarme.

-Ya estás mojado.

-Pero me refiero a mojarme aún más...Por favor.

Roier debía admitir que aquella palabra tan simple lo había dejado un tanto en shock. Jamás, pero nunca, nunca había escuchado a Cellbit pedir algo "Por favor" y eso que habían estado en el mismo curso desde los cinco años.

Mil amores | Q!roier OneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora