capitulo 4

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Yo ame a tu madre como te amo a ti.
Los ojos azules de la muerte ante mi , el frío recorre mi espalda y el agua congela mis músculos.

— No dejaré que te haga daño.
— ya lo hizo
Las lágrimas se confunden con el agua salada del mar y el mundo que conocí , se fue perdiendo entre mis recuerdos.

Y mis recuerdos se los llevó el mar .

Mis pulmones arden por la falta de aire y entre la oscuridad y la luz , vi los ojos de mi salvador.
Ojos azules como el cielo tranquilo.

Mi cuerpo pesa y mis ojos están ansiosos de abrir se, el aire fresco entra a mis pulmones y se expulsa por mi nariz.

Voy abriendo los ojos de poco a poco, estoy en una habitación las paredes son de color crema , las grandes ventanas dan paso a la luz solar.

La cama es de paja , con cómodas sábanas blandas , me senté en la cama , y una gran puerta de color marrón se abrió , y detrás de ellas unos ojos azules tormentosos.

— ¿Darmarys? Has despertado. — hablo con voz preocupada y áspera.

La voz no salió de mi garganta, hasta que la aclare un poco, mire a ese hombre preocupa y pregunté

— ¿Quién es Darmarys? — el hombre mostró un rostro de impresión y antes de que volviera hablar , entro otro más enano de cabello color mantequilla y ojos marrones.

— ¿Darmarys cariño? — se refieren a mi.

El aire se acumuló en mis pulmones, estoy intentado recodar , ¿Quién soy? ¿Que me pasó? ¿Dónde estoy?.

— ¿Quién soy yo ? — pregunté con la voz en un hilo , mire como los dos hombres me miraron sorprendidos ante mi pregunta.

El más alto oji azul se acercó despacio a mi y se sentó en la orilla de la cama.

— ¿No recuerdas nada ? — hablo con voz calmada y áspera.

— No — estoy al borde el llanto , cuando el hombre me abrazo , sus brazos son para mí piel conocida , pero desconocidos para mi mente.

Me tence al sentir su calor alrededor de mi cintura y su respiración en mi cuello.

— Mi amor , ¿no recuerdas ni quién soy yo ? — pregunto alarmado el hombre entre mis brazos.

— No le mientas Damian — hablo otro de cabello color mantequilla.

— ¿Porque le mentiría a mi prometida? — ¿Prometida? , estoy comprometida con el.

Funci el ceño y lo separé de mi un poco.

— Darmarys tu y yo nos íbamos a casar antes de tu accidente en el acantilado —¿mi accidente?

Mi cabeza recibió una punzada de dolor y un vago recuerdo apareció.

Era yo , aferrada a un brazo ajeno no descifro bien su rostro , solo el aire entrando a mis oídos y saz me  dejó caer al acantilado.

— ¿Mi amor estás bien? — me toque el pecho por el susto.

— si — afirme con voz baja.

la rebelión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora