Capítulo cincuenta y seis

19.6K 1.1K 251
                                    

Capítulo cincuenta y cinco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo cincuenta y cinco

Narra: Venus Parker

''Tienes el privilegio de parecerte a mí, úsalo.''

''Tienes que prometerme que, antes de cambiar, vas a decírmelo. Es importante que lo hagas'', me había suplicado Elizabeth, con suma importancia.

¿Pero qué podría pasar si una noche no sé lo decía y me iba a dormir a su cama vestida como ella?

14 de octubre de 2023:

Me recuesto en su cama hasta quedarme dormida. Ni siquiera sé que hora es cuando me despierto, y empiezo a sentir algo sobre mí. Me muevo, un poco entre dormida y a la vez, sintiendo a alguien a mi lado. Tengo miedo de abrir los ojos por completo, dejo de respirar. Soy consciente de que no estoy sola.

Abro un poco los ojos, y veo sus manos, las manos de mi padre sobre mi cuerpo.

«¿Qué está haciendo?», pienso.

Me susurra algo, no exactamente a mí, sino a Elizabeth, creyendo que yo soy ella. Cierro los ojos con fuerza, pero todavía siento sus manos sobre mí.

—Ven a dormir, te estoy esperando. —Sus manos se detienen cuando mi madre habla—. Por favor, déjala...

Él se incorpora, retirando sus manos de mi ropa interior y cierra la puerta de la habitación. Me quedo inmóvil unos cuantos segundos, hasta que me tapo la boca y lloro desconsoladamente.

«Seguro fue un sueño, o una pesadilla. Tiene que haber sido eso», me excuso.

«No, fue real. Lo sentí».

«Tal vez me estoy volviendo loca. Él es mi padre, y un padre no hace eso».

Enciendo la bañera y me quedo allí adentro hasta que escucho a Elizabeth llegar.

—¿Venus? —Elizabeth toca la puerta del baño y entra—. ¡¿Qué sucede?! ¿Por qué estás llorando?

Trato de responder, pero no encuentro las palabras. Siento que la vergüenza consume todo mi espíritu.

—¿Papá alguna vez te hizo algo?

Elizabeth se queda inmóvil, con la boca abierta y la respiración agitada.

—¿A qué te refieres? —me pregunta, asustada—. ¡Dios Venus, habla de una vez!

Rompo en llanto, desconsoladamente.

—¿Papá te toca? ¿Él abusa de ti?

Elizabeth se queda en silencio. Su rostro cambia por completo, puedo jurar que sus ojos me lo están diciendo todo, pero quiero que lo diga.

Ella frunce el ceño y dice:

—¡¿Te volviste loca o qué? ¿Estás drogada?!

—Elizabeth... —susurro, destruida.

¿Qué pasó con Elizabeth Parker?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora