storitaime perrón

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Llegamos a la casa y yo noté a mi abue un poco ida, entonces le dije.
- Como que esa vieja le tira para el otro lado ¿No?
Mi abue me miró con una cara triste
- A alguien se lo tenía que contar de todas formas.
Apenas dijo eso yo me puse en modo chisme, ya saben yo no lo busco el chisme me busca a mi.
- Éramos amantes.
Yo me impacte porque ella es bien católica.
- ¡¿Cómo?!
- Nosotras siempre tuvimos una conexión, pero no pudimos serlo... Por mi culpa, tenía miedo de la reacción de todos. Y terminé casándome con tu abuelo.
- ¿Por qué? Y ¿Cómo se conocieron?
- Mi padre hizo que me comprometieran con tu abuelo a cambio de un terreno y cuando fui a hacer la primera comunión y la confirmación para poder casarme por la iglesia conocí a Eloy.
Ella era diferente a las demás personas, me sentía libre con ella y también fue la primera vez que sentía que le importaba a alguien, nos hicimos amigas inseparables y lo que comenzó como una amistad terminó siendo mi primer amor.
Pero no podía decepcionar a mi familia y terminé traicionándola y casándome con tu abuelo.
Sin saber la maldición que me traería y ahora esa maldición también quiere llevarte a ti mi niño.
- Órale abue, estábamos hablando de una historia de amor truncado, no del Chamuco.
Mi abuela me miró sorprendida
- ¿No te importa que me guste ella?
- Claro que no, a mí también me gustan las viejas, y más si son millonarias y ya huelen a tierrita.
- Eres tan baboso.
Mi abuelita me abrazó.
- ¿Entonces no estás peleada con Eloy?
- Pues... Estamos en no sé... La realidad es que... Es complicado.
- Bueno,no creo que te odie porque acepto ayudarme.
Pero ... ¿Cómo es que ella sabe de limpias y esas cosas si la conociste en un sitio religioso?
- Haciendo ese tipo de preguntas parece que tienes más edad de la que aparentas. Pregúntale a ella mañana.
- Bueno, pero oye, ¿Querías a mi abuelo?
- Aún eres un niño, no tienes que preocuparte de eso.
-Abue, la pasaste mal y creo que entiendo el sentimiento de que una decisión haga que se alejen de ti, no sé cómo lo entiendo, pero si sé que nunca te voy a dejar.
La abracé y ella comenzó a llorar.







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Me atropelló la combi y reencarne en una novela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora