Engfa Waraha y Charlotte Austin, también conocidas juntas como Englot, son dos famosas participantes del Miss Grand, actrices, modelos y cantantes. Juntas desprenden una química maravillosa, por lo que sus fans y la industria las presiona para que s...
Engfa Waraha y Charlotte Austin, dos reinas de belleza tailandesas, y actualmente las dos mitades de Englot, uno de los ships más famosos a nivel mundial, mujeres hermosas, amigas, ¿pareja?, ¿ex?, ¿futura pareja? A esas últimas preguntas ni ellas podían responder. Era obvio que se querían, eso no podían negarlo.
Su historia era larga, fuera de lo común, increíblemente extraña, y con muchos altibajos. Mucho tiempo había pasado desde que Charlotte simplemente seguía a Engfa en TikTok y no se conocían. Mucho tiempo desde aquel famoso Live que se volvió viral y dio inicio a Englot con un simple "pero nunca he tenido novia" de Charlotte y el gran "tú tienes que intentarlo" de Engfa. El coqueteo de la mayor haciendo que la menor se sonrojara hizo sonar las alarmas: allí había química, eso nadie lo podía negar.
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Mucho tiempo también pasó desde que se conocieron en persona en la competencia Miss Grand Tailandia. En ese concurso fueron elegidas como compañeras de habitación entre 77 participantes. Fue esa experiencia la que las hizo volverse más cercanas, ganando así más fans y haciendo que Englot creciera.
Debido a la fuerza del ship, Boss (Jefe) Nawat (Presidente del Miss Grand International) inició una serie Girls Love sobre ellas y reinas de belleza, de nombre "Show Me Love". Allí interpretaban a Meena y Sherine, dos reinas de belleza que terminaban por enamorarse mientras participaban en el Miss Grand. Mientras grababan, sus lazos se fueron fortaleciendo y sus sentimientos cada día crecían más. La serie, aunque tuvo sus fallos, gracias a su gran química terminó siendo un éxito y les sirvió para darse a conocer a nivel mundial.
Pero en esta historia, la vida real de Englot iba más allá de la ficción y la verdad es que era mejor que en Show Me Love. Todos los que las rodeaban lo sabían, entre ellos el público y los medios, quienes no paraban de preguntar si de verdad habían tenido una relación de novias. Esas preguntas se las hacían a diario, metiéndoles presión a ellas.
La verdad es que la química siempre existió. A Engfa le atrajo Charlotte desde el primer momento que la vio en las redes. A Char le causó curiosidad apenas supo quién era. Engfa se encontró adorando las reacciones que provocaba en Char cada vez que le coqueteaba. Le encantaba ponerla nerviosa y hacerla sonrojar. Por eso, utilizaba con descaro su sensualidad, sexualidad y todos los encantos que tenía cada vez que hablaban.
Pero con el paso del tiempo, las cosas se cambiaron un poco. Al poco tiempo de comenzar a compartir juntas y ser más cercanas, Charlotte comenzó a entrar en confianza y a tener más seguridad. Por eso, poco a poco entró en el juego y también comenzó a sacar sus trucos sexis para volver loca a Engfa, a quien más le comenzó a gustar Char al ver esa faceta.
Sin embargo, los altibajos comenzaron hace pocos meses. Todo porque ya no era solo atracción y curiosidad como en un principio. Con el paso del tiempo, ellas se habían contado su vida, sus miedos, sus sueños y deseos. Ya se conocían en profundidad y otros sentimientos más fuertes habían aparecido. Aunque ellas, al estar sometidas a ese mundo, tenían mucha confusión y no lograban diferenciar qué era lo real o no en todo eso.
