En el umbral de los cuartos de final, Zee y Nunew, compañeros de equipo en el fútbol, enfrentan tensiones crecientes. Los conflictos y malentendidos culminan con la renuncia de Nunew. ¿Podrá el equipo superar los cuartos de final, llegar al campeona...
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A sus ojos, la final se encontraba tras pasar aquel túnel que tenía a los equipos más fuertes esperándolos, para hacer trizas sus anhelos. Sin embargo, tras un largo tiempo, aquella sensación que te grita "¡Ya quiero comenzar, qué emoción!" estaba presente en cada individuo de los búhos.
A medida que se adentraban en el lugar donde jugarían, los comentarios sobre ellos se hacían notar, no solo por sus apariencias intimidantes sino en especial sobre sus destacados jugadores.
—Su capitán es un experto defensa, jugó durante la preparatoria en Alemania y durante los penales no hubo arquero que lograra frenarlo —susurró uno de los jugadores a otros mientras veían pasar por los pasillos a Zee, quien aún bostezaba por el sueño.
—Qué miedo —respondió uno de los jóvenes cuando el pelinegro los pasó por delante con cara de pocos amigos.
—Y eso que aún no lo ven molesto —añadió Boun amistosamente, asustando al grupo de chicos, para luego irse entre risas— ¡No vayas tan rápido, capitán!
—¡New, no comas ahora! —lo reprendió Jimmy al notar a Nunew devorar un plátano tras otro.
—Pero tengo hambre...—respondió tranquilo, parando de comer y ofreciéndole un poco de este a su compañero, que solo negó y lo empujó adelante, para poder vigilarlo.
—¿Ese no es? —susurró alguien en el pasillo, llamando la atención de otras personas.
—¡Sí es! —respondían animados, agrupándose y acercándose al notar al chico de ojos marrones en medio de los búhos.
"¿Qué hace con el equipo de fútbol? ¿Es la estrella de preparatoria, cierto? ¡El que jugó en la sub 19 de vóley!" eran algunas de las cosas que mencionaban fuertemente y algunos en susurros al notar a Nunew Chawarin adentrarse de camino a la cancha con el equipo.
Los chicos que acompañaban a Nunew, miraban en todas las direcciones de donde provenían las voces e intimidaban a todos, para que no molestaran a su delantero, quien en realidad se encontraba bastante calmado e ignoraba lo que decían de él. A diferencia del capitán del equipo, que no comprendía quién era exactamente su delantero y qué otras cosas aún no conocía de este.
Al llegar a los camerinos, todos se cambiaron en silencio, pues aún pesaban los comentarios que habían hecho sobre Nunew y tenían curiosidad por quién era.
En medio de todo ese silencio, un casillero se cerró con fuerza, tensándolos a todos, pero también llamándolos a voltear.
—Oigan, sobre lo que escucharon...—mencionó Nunew dubitativo, buscando las palabras correctas— Todo lo que dijeron de mí, es verdad, pero ¿no le tomen importancia, sí? Por favor.
Fue lo que pidió con una pequeña sonrisa triste, saliendo del camerino y dejando a todo su equipo en silencio.
—¿Es la primera vez que nos pide algo, cierto? —preguntó Max sorprendido.
