Blue Moon ෆ Traducción

I'm On Fire ✨

Con la llegada de los exámenes de Harry en la tercera semana de agosto, la lenta pero indiscutible realidad de septiembre creció. Era un septiembre que, inicialmente, era emocionante y prometedor para Louis. El comienzo de una nueva carrera y vida. Podría mudarse de casa y comenzar el trabajo para el que se había estado entrenando durante dos años. Excepto que ahora empezaba a tener un significado completamente diferente. Un significado que Louis estaba empezando a resentir y detestar. Sabía que Harry estaba pensando lo mismo que él, lo que lo hacía aún más real. Estaba en la forma en que dormían juntos por la noche, en la forma en que ambos se acercaban mientras cocinaban, y en la forma en que Harry encontraba cualquier excusa para estar cerca y tocarse. Louis podía sentir la inminente amenaza de septiembre y su inevitable separación de Harry como una herida que se abría lentamente.

Ninguno de los dos lo menciona. Se encuentra silenciosamente en el fondo de sus conversaciones, y cualquiera de ellos está demasiado asustado para mencionarlo. Sin embargo, existe un entendimiento silencioso sobre no mencionarlo. Es evidente porque en su mayor parte actúan como de costumbre. Escuchan música, beben té y se cocinan mutuamente: su rutina normal. Durante la semana, cuando Harry regresaba de sus exámenes, se sentaban en el sofá y hablaban de ello. A veces Harry estudiaba y Louis leía, y lo hacían sentados en extremos opuestos del sofá, con las piernas juntas y cubiertas por la vieja manta a cuadros que Louis había llegado a conocer y amar. Chet Baker estaría en el fondo, y Louis robaría miradas en dirección a Harry, admirando su rostro serio mientras leía un libro.

Harry incluso había llamado a Niall un día después de que asistieron al bar queer. Tal como él dijo que lo haría. Se había sentado en los últimos escalones de las escaleras durante aproximadamente una hora, y entre ese tiempo, había escuchado a Niall hablar y quejarse de Londres. Se había sentado allí hablando cuando, para sorpresa de Louis, Harry lo llamó emocionado. Louis había pasado la mayor parte de una hora, si no más, sentado con Harry, compartiendo el auricular del teléfono, hablando y hablando con Niall entre ellos. Había sentido como si Niall no necesitara preguntar por qué estaba allí. Acababa de comentar que se alegraba de que Harry estuviera con alguien, y eso era todo. Hablaron sobre los planes que harían los tres cuando Niall regresara, bromearon sobre Harry y sus libros, y se rieron de cómo Londres era un lugar al que Niall nunca querría regresar si pudiera evitarlo.

Se sentía tan fácil estar y vivir con Harry, y ese era el problema.

Es viernes. A última hora de la tarde, Louis está solo en la cocina, rodeado de todas las ollas, sartenes y platos que ofrece la cocina de Harry. Se ha metido en un lío intentando encontrar los ingredientes y utensilios para una comida que Harry había mencionado que le gustaba al pasar. Hay salsa de tomate salpicada en una encimera y salsa blanca en otra. El papel del libro de recetas se ha arrugado por el agua salpicada, y Louis tiene harina en la nariz y las mejillas.

De fondo, el locutor de radio presenta la siguiente canción.

"Aquí son las cuatro de la tarde, amigos. Tenemos un pequeño éxito aquí para ustedes mientras se ponen sus gladrags y se preparan para el viernes por la noche. Aquí está 'Baby, Let's Play House' de Elvis".

Él mira el espacio del mostrador frente a él. Cocinar nunca fue tan complicado. Por otra parte, siempre tuvo a Harry para ayudar a aclarar las cosas. Pero esto, esto era ridículo. La receta no tenía sentido, y Louis estaba bastante seguro de que estaba convirtiendo lo que sólo necesitaban ser cuatro pasos en diez. Lo que pensó que sería una idea encantadora y relajante para pasar el tiempo hasta que Harry regresara a casa se había convertido en un desastre caótico, estresante y desorganizado.

Aun así, estaba seguro de que finalmente había dominado la salsa. Lo que había que hacer ahora era simplemente cocinar, y eso sería todo. Se acabaría. El pensamiento lo impulsa y la música lo eleva aún más. Mientras las ollas comienzan a hervir a fuego lento, Louis se encuentra tarareando y moviendo sus caderas al ritmo de la música, despreocupado y emocionado por lo que ha planeado para la noche.