VIII

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Narra Nami:

Desperté y sentí mi cabeza dar vueltas por lo que cerré mis ojos con fuerza, cuando por fin los volví a abrir sentí el ambiente cambiar drásticamente, en vez de estar en mi cama como era de costumbre estaba sentada frente a un escritorio que rápidamente reconocí.

Aquella mesa vieja y desgastada que era cubierta de mapas con manchas de sangre, la pared con índices de humedad con aquel color deprimente característico estaba llena de mapas también cubiertos del liquido color carmesí.

Intente frotar mis ojos para eliminar aquella escena frente a mi, no podía ser real, al intentar hacerlo mis manos se sintieron pesadas y fueron acompañadas por el sonido de unas cadenas a las cuales jalé con fuerza para intentar zafarme, busqué en mis zapatos la ganzúa que siempre cargaba allí pero no estaba.

Mire aquella pluma que siempre usaba y que era cubierta de sangre sin poder creer lo que sucedía, observe con detalle mi cuerpo por aquel espejo a mi costado, eso era nuevo ya que antes no lo había tenido.

Empecé a temblar cuando me observé, mi cabello era igual al que tenía actualmente, todo mi cuerpo estaba igual salvo a unos moretones en el y unas cuantas cicatrices, mis ojos lucían cansados y mis manos estaban ensangrentadas de tanto dibujar, mi mirada se veía tan triste y vacía como nunca antes había estado.

Seguí observando la habitación para encontrar un sombrero de paja en una mesa aparte con varias velas a su alrededor, me aterré, y no solo eso estaba ahí, se encontraban las katanas de Zoro, el tirachinas de Usopp y el encendedor de Sanjí. 

~"Esto no es real"~ me dije varias veces mientras jalaba las cadenas evitando el llanto que amenazaba mi poca paz que se rompió cuando escuché  aquella vieja puerta abrirse de manera ruidosa.

Jalé con más fuerza aquellas cadenas al ver a aquel maldito que tanto detestaba acercarse rápidamente a mi con furia y su puño en alto directo hacia mí por lo que cerré mis ojos esperando el impacto...

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-¡Luffy!- grité despertando asustada, mi respiración estaba agitada por lo que mi pecho subía y bajaba rápidamente, dirigí mi vista por toda la habitación que compartía con las chicas que ahora estaba vacía y aquel ruido mañanero de siempre se escuchaba desde afuera.

Me cambie rápidamente y me dirigía a el comedor donde se escuchaban los ruidos o mas bien risas, entré y vi a todos riéndose de manera fuerte menos a Sanji, el cual estaba sonrojado por la vergüenza en la cocina mientras cocinaba algo, al parecer se reían de el.

-¿Por qué se ríen?- pregunté con curiosidad.

La chica de ojos morados que al escucharme dirigió su vista a mi para después intentar calmar su risa -Temprano en la madrugada cuando todos dormían vine a la cocina por algo de comer. Vi a Sanji dormido por lo que no le molesté, pero, cuando me iba a ir lo escuché decir dormido: "Estos tigres creen que me pueden atrapar"- Río divertida para continuar -Luego dio una patada y gritó "Pechurina con papa" aún estando dormido.- Estalló de risa junto a los demás mientras golpeaba la mesa con las palmas de sus manos, no pude evitar reírme un poco a la vez que el rojo de las mejillas del rubio se intensificó, realmente necesitaba distraerme después de aquella horrible pesadilla.

Desayuné de manera tranquila por así decirlo, con los chicos nada era tranquilo, luffy había intentado robar mi comida varias veces y ya estaba hasta el colmo pero intente controlarme. No duro mucho el chico después de que le diera una pequeña advertencia que al parecer ignoró e hizo que me enojara, -¡Luffy basta!- grité con furia, pero había algo raro, todos me observaban con las bocas abiertas de la sorpresa, algo andaba mal...

-E... Estas- dijo tartamudeando mientras me señalaba sorprendido mi mejor amigo usopp, le mire confundida ya que no entendía a que se refería por lo que un doble de la arqueóloga me trajo un espejo, me había transformado, tal como lo hacia luffy cuando tenia una emoción demasiado fuerte y me preocupe ya que no sabia que hacer.

Respiré profundo para calmarme un poco y tal vez así volvería a la normalidad, y como pensé me recompuse nuevamente, -lo siento chicos- me disculpe con ellos con temor, temor por haberme transformado y no poder controlarlo como también poder herirlos por accidente e incluso ponerlos en peligro por mi culpa era lo que menos quería.

Me alejé del lugar ya que necesitaba pensar un poco, sus miradas estaban sobre mi con una expresión de lastima, apostaba que era por mi.

Me la pase un rato cuidando mis mandarinos, mi vista se fue hacia un ave blanca en la torre de vigía y gimnasio personal de Zoro, reconocí a la albina con forma de halcón haciendo vigilancia, aquellos remolinos celestes en su cuerpo eran reconocibles, vio algo que causo que revoloteara hacia la pecosa, que al escucharla hizo una mueca y se dirigió al borde del barco.

Una mujer alta de vestimenta color crema, ojos y cabellos color sol se acercaba al barco, había algo raro en ella, traía un traje extraño pero muy bonito al igual unos zapatos muy extraños, vi una esfera de cristal en uno de sus brazos que se me hizo conocida.

-Es tenryubitto- hablo Robin a mi lado con una expresión seria en su hermoso rostro, mi ceño se frunció rápidamente, ¿cómo era posible que Mary se relacionara con ella ya que varias veces la había escuchado hablando sobre su odio a los dragones celestiales? y más aun ver a la rubia sin el traje que siempre suelen usar los de su clase en toda ocasión me pareció extraño.

Observamos detenidamente cada uno de sus movimientos con precaución, la ojimorada estaba de pie observándola y mostrando una pequeña sonrisa a pesar aquella mirada vacía característica en ella.

Cuando gire a mis espaldas vi a toda la tripulación con la misma expresión que la de nosotras, ya lo habían notado, gire a ver nuevamente para ver a la chica rubia y me encontré a Mary haciendo un gesto con la mano convidándonos a venir con ella cosa que nos intrigó.

la joven de pecas comenzó a girar su dedo índice en el aire que creo un pequeño remolino debajo de la rubia y la subió al barco con delicadeza, aquella chica al estar arriba sonrió y se abalanzo hacia la pecosa a abrazarla pero fue detenida por una katana de zoro advirtiendo que no diera un paso más hacia la joven.

 La chica, que incomoda carraspeo y habló -Perdón, no me presenté, me llamo Elizabeth III y soy princesa de los Teenryubitto, un gusto conocerlos- hablo con amabilidad, nuestra mirada se agudizó y giramos para ver a la pecosa esperando una explicación razonable.

La pelinegra suspiró derrotada y nos hizo una seña para que entráramos.

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Naur:

Chic@s oficialmente Vegapunk ha hablado y es todo lo que estába esperando para guiar el rumbo de mi fic, además de el color spread que tal vez este confirmando que nami sea una D.

Como ya tengo las ideas claras les invito a leer "Caos" la versión mejorada de este fic con lo sucedido ahora en el manga.

~Salvando el futuro~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora