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Narro yo:

Después de salir del trance gracias a yuki, se empezaron a escuchar murmuros por parte de la tripulación más joven, todos tenían dudas, no descartaban la idea de un viaje en el tiempo o el poder de una fruta del diablo por lo que decidieron mantenerse alerta ya que sus presencias eran imponentes.

Una mujer alta de cabellos negros que llegaban al fin de sus pechos con un corte casi parecido al de Ace, solo que con dos mechones que llegaban al inicio de sus hombros parecidos a los de la emperatriz pirata , ojos morados y brillantes,morena con mejillas rosadas que eran adornadas por pecas, estaba bastante desarrollada y vestia una falda morada como sus ojos y una camisa con tirantes gris. Usaba unos aretes pequeños en forma de escorpión con 2 pulseras doradas en cada mano y tenia unas zapatillas blancas con decoraciones doradas a los lados, además que vestía una boina de color negro con costuras doradas y un moño color lila .

Dio un paso alfrente para después subirse al barandal de su barco en un brinco, a lo que lo hizo los miembros del cuarteto monstruoso dieron unos pasos atrás para hacercarse a sus nakamas y protegerlos mientras mantenían la vista fija a las personas que se encontraban frente a ellos, los demás al ver la actitud de sus compañeros tomaron una posición de defensa.

La pecosa los examino de arriba a abajo con un mueca de confusión muy graciosa, infló sus mejillas ladeo su cabeza y se puso roja como tomate, parecía estar confundida.

-¿Si estamos en la fecha que es?- pregunto la pecosa a ambas mujeres que se encontraban detrás suyo, las volteo a ver y ellas asintieron.

Se vio a sí misma intrigada, -No recuerdo haber sido tan bajita- dijo volteando a ver a los que la acompañaban con algo de decepción.

-¡Siempre has sido enana!- Dijo el pelinegro riendo y los demás lo siguieron, la pecosa que los miró con cara de reproche dio un suspiro de derrota y bajo del barandal hacia el pelinegro con cicatriz debajo de uno de sus ojos y le estiro las mejillas violentamente, pues el fue quien empezó con el grito y los demás le siguieron.

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Después de aquella escena y haberse calmado, la pecosa empujó de una patada al pelinegro hacia el barandal.
El la vio enojado, no quería hacer eso, -que lo haga alguien más-, suspiro aburrido, a el no le gustaba tener que hablar en una situación como esta y duda que los "mininakamas" le crean e intenten atacarlos.

-No les haremos nada malo, venimos en son de paz- dijo aburrido, los más jóvenes lo miraron incrédulos.

-¿Quienes son ustedes y que quieren aquí?- pregunto la navegante de la pequeña tripulación con valor, ya que se encontraba detrás de su capitán escondida.

La pelinegra de ojos azules mayor creo una copia fleur de ella enfrente de los "mininakamas" apodo que les colocaron los mayores. Zoro puso una mano en su katana listo para atacar en cualquier movimiento brusco por parte de la ojiazul.

Ella alzó sus brazos en son de paz y se sentó en el suelo. -Con gusto se los explicaremos, pero por ahora puedes soltar tu katana ya que no planeamos hacerles nada malo- dijo la pelinegra serena a los "mininakamas", el peliverde chasqueó con su lengua y soltó el agarre hacia su katana pues a ella y sus acompañantes con su haki no les había sentido ninguna mala intención.

Los mayores al ver que todos se habían calmado un poco bajaron a donde se encontraba la copia fleur de su compañera para sentarse a su lado.

Los mininakamas los observaban de lejos, los únicos que no lo hacían era Luffy y Mary, ya que  ambos suelen ser muy poco precavidos y desconfiados.

~Salvando el futuro~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora