3° ⛧ Que Rápido Pasa El Tiempo ⛧

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Ya habían pasado 7 meses desde la entrada de aquellas chicas a Hogwarts, todo parecía ir demasiado bien, sin complicaciones en la escuela, ni una sola pelea o conflicto ni tampoco habían tenido problemas con otras casas, al menos ellas.

La copa de la casa parecía ir directamente para Slytherin, pues Isabel era bastante inteligente y casi siempre le daban puntos por sus participaciones, Lilith de vez en cuando también participaba, pero no era su fuerte, como el de Isabel.

Un tarde, como era de costumbre para las tres, estaban en el patio platicando y jugando, todas reían a carcajadas por sus bromas y lo que pasaba a su alrededor... Hasta que Lilith vió a Severus, estaba solo recargado en un árbol, hasta que una niña de cabello pelirrojo y uniforme de Gryffindor fué con él, eso desconcertó a Lilith, en todo este tiempo no había visto a Severus junto a ella, de hecho, ni siquiera lo había visto durante los tiempos libres... Se sintió algo mal, pues era la primera vez que ella trataba de tener contacto con él. La joven Gryffindor parecía muy apegada a Severus, y Severus con ella se veía... Feliz? Que raro.

-Y entonces, el sapo de Noah se escapó del salón y todos lo perseguimos durante horas, fué divertido...- comentó Vanessa mientras reía, Isabel también lo hacía, pero ambas notaron que Lilith se veía distraída.

-Lili? Estás bien?- preguntó Isabel.

-Claro, solo me distraje un poco, qué dijeron?- respondió Lilith.

-Les conté algo que me pasó... Pero ya no importa, veo que ves mucho a ese chico, te gusta?- preguntó Vanessa con una sonrisa pícara.

-No, no, claro que no... Es solo que... Es extraño y diferente a los demás...- Dijo mientras veía a Severus junto a la chica y luego redirigio su vista a sus amigas. -No pensé que tuviera amigos... O quizá sea su novia-

-Ay Lili, si que te gusta lo raro- dijo Isabel riéndose de Lilith.

-No seas tonta!- respondió y luego le dió un pequeño empujón a Isabel, comenzaron a jugar algo pesado, pero justo el tiempo acabó y tuvieron que ir de nuevo a sus clases, Lilith vió de nuevo a la dirección donde estaba la pareja, pero ya no había nadie. Lilith simplemente levantó los hombros y siguió su camino hacia el aula de clases, pociones, algo que le resultaba difícil, fácil, divertido y estresante a la vez, tenía una relación amor-odio con esa materia.

Todas hicieron su práctica del día y fueron a las siguientes clases. Finalmente el día había acabado y las chicas fueron a sus dormitorios, nuevamente se separaron de Vanessa, era algo triste, pues nunca compartían la noche juntas hablando sobre más cosas, aunque prácticamente todo lo hacían juntas.

Al día siguiente, todas se reunieron desde temprano en el gran comedor, ahí la pasaron un rato y después fueron a sus clases, justo después vería a Severus, y así fué, lo vió... Pero de nuevo con esa pelirroja, la cual había visto de vez en cuando, pero nunca junto a Severus. El día siguió y las cosas comenzaban a aburrirse y a fastidiar al trío de chicas, ese día no había ido para nada bien, el grupo de James estaba haciendo sus destrozos y molestando a Vanessa, pero Isabel, que era la más ruda de las tres, siempre los auyentaba y salían corriendo, pero lograban su objetivo, el cual era molestar.

Todo ese día había sido muy estresante, las clases en conjunto con esos... Mocosos insolentes les había hecho el día imposible, pero por fin se habían relajado y las habían dejado de molestar, para continuar con su siguiente víctima.

Otros niños de primer año que a penas median 1.45, pobres niños, pero ahora mismo no podían intervenir o su víctima por todo el día restante serían ellas. Al terminar el día, fueron al gran comedor para cenar, esta vez faltaba alguien de Slytherin, las chicas pensaron que alguien podría haberse ido a dormir temprano, así que invitaron a Vanessa a la mesa junto a ellas.

La cena fué algo divertido, las tres juntas era lo mejor, aunque Vanessa se sentía algo intimidada por las miradas juzgadoras de las otras serpientes, pero Isabel y Lilith se encargaban de que nadie molestara a Vanessa o recibirían un merecido golpe por parte de Isabel.

Lilith se había retirado antes del gran comedor, ya que había hecho un desastre en su habitación por buscar a una rata de un compañero, desastre que no había recogido aún, cuando fué a las mazmorras para entrar a la sala común y después a su dormitorio, su sorpresa fué encontrarse a Severus en un sillón apartado en la sala común.

-Hola?- dijo Lilith, pues todavía no lo había reconocido aún.

-Sí...- respondió el joven, el cual parecía limpiarse algo de la cara.

-Estás bien..?- Lilith se acercó a él -Severus!? Qué tienes?- se dió cuenta de que tenía los ojos rojos, evidentemente había llorado, le parecía extraño que alguien como él dejara salir un sentimiento como ese, pero lo hizo apartado de los demás, así que tenía sentido.

-Sí, gracias por preguntar Lilith- la llamó por su nombre, y no como cualquier otro alumno de la escuela, eso la sorprendió pero le hizo sacar una pequeña sonrisa.

-Puedes hablar conmigo si quieres- dijo Lilith bastante tranquila.

-Está bien, tú sigue con lo tuyo... Yo iré a dormir- Severus inmediatamente se levantó del sillón y dejó a Lilith ahí, quien quedó desconectada con la escena que acababa de presenciar, de verdad había sido un gran shock verlo así.

Lilith quedó unos 5 minutos más en la sala común recapitulando y analizando lo que acababa de pasar, pero después de darle un par de giros a la situación, decidió no darle más importancia e ir a recoger su cuarto, después de todo esa era la tarea principal cuando llegó ahí. Lilith pasó la noche pensando en cual sería el motivo de las lágrimas de aquel serio y reservado chico, pero sin más quedó dormida sin darle una razón a la situación, pues no conocía prácticamente nada sobre él.

Al día siguiente no lo vió por ningún lado, parecía que se había esfumado por las sombras o algo así, trataba de buscarlo casualmente por los pasillos, pero no lo lograba ver, de algún modo, Lilith comenzaba a desarrollar sentimientos hacia él, un tipo de obsesión por querer saber sobre su vida continuamente, algo que solía ocurrir de vez en cuando, ahora estaba más presente en su mente.

Inquebrantable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora