5° 𖤐 Estraños Sucesos 𖤐

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Ya habían pasado varias semanas, incluso meses de la última interacción que tuvieron Lilith y Severus, pues él al parecer estaba más ocupado con una amiga suya, llamada Lily Evans, antes eran unidos, pero por alguna razón ahora estaban más juntos que nunca, algo que también de cierto modo hacía feliz a Lilith, pues él parecía sentirse bien con ella, no mentía, sentía celos y enojo, pero sabía que no tendría oportunidad de quedarse con él, Lily lo protegía de "los merodeadores" se hacían llamar el grupo de James.

-Lilith, estás muy perdida últimamente, qué te pasa?- Preguntó Vanessa, ella estaba en el gran comedor con ellas, no era hora de comida, tenían un tiempo libre y decidieron pasarlo ahí.

-Ya sabes, lo mismo de siempre... No las quiero cansar con esto- Dijo Lilith sin verla.

-Mmm... Deberías dejar de pensar en él, solo ha sido grosero contigo y ni siquiera trató de acercarse a ti cuando lo defendiste- Isabel reclamó un poco enojada.

-Ya lo sé... Además ni siquiera lo defendí, Lily en cambio si lo hace... Por qué nos tenemos que llamar casi igual?- Lilith escondió su cabeza entre sus brazos.

-Te parece si salimos a dar un paseo? Creo que necesitamos aire fresco- Isabel dijo y sin más se levantó y ayudó a Lilith a hacer lo mismo y esperó a Vanessa.

Las tres salieron a dar un paseo por el patio, un niño se había caído por estar corriendo y las tres comenzaron a reírse disimuladamente. El tiempo pasó rápido y Lilith se olvidó de aquel tema que la tenía tan desganada, las tres jugaron y caminaron bastante (procurando qué Lilith no viera a Severus con Lily).

Los días pasaron, los horarios habían cambiado, así que prácticamente Lilith casi nunca veía a Severus, algo que no le gustaba, pero al mismo tiempo sentía que sí lo veía se iba a poner mal. El tema con "los merodeadores" también se había calmado, parecía que se habían detenido sus travesuras, al menos para ellas, pues veían que siempre estaban juntos pero no parecían molestar a nadie, todo era tan tranquilo que parecía irreal, pero esos momentos los disfrutaron todas, incluso Vanessa pudo ir a los lugar sola si quería, pues ya no era un objetivo para sus bromas, estaban a punto de empezar las vacaciones de navidad, era un descanso que llevaban esperando desde que entraron a segundo año, Ya que quedaron de organizar pijamadas, ya que vivían relativamente cerca.

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Faltaban a penas unos días para las vacaciones, el trío de amigas estaba muy emocionadas, siempre se veían en la escuela, prácticamente eran inseparables, justo ese era el motivo de la emoción de verse durante las vacaciones, todo parecía color de rosa para todas, Lilith se había olvidado por completo de Severus, aunque en momentos lo recordaba y deseaba saber algo sobre él, pero prefería mantenerse como en ese momento.

Ya habían pasado las vacaciones, todo resultó ser espectacular, tal y como lo planearon las amigas, disfrutaron mucho esas vacaciones, cuando regresaron a la escuela, Lilith ni siquiera había pensado en Severus durante ese tiempo, a penas unos días de haber regresado, lo vió junto a Lily, fué un ligero vistazo de reojo pero logró percatarlos, Lilith abrió los ojos de sorpresa, no por haberlos visto, si no por recordar que no había pensado en él en mucho tiempo, estaba feliz de superar esa "obsesión" después de eso siguió jugando con sus amigas, las tres jugaban "las traes" ahora Lilith tenía que atraparlas, justo cuando pasaban por un pasillo de las mazmorras, una figura alta frenó en seco a Lilith parándose frente a ella, lo vió primero de los pies... Unos zapatos bastante finos que parecían nuevos, no podía ser otro más que el prefecto de Slytherin...

-Qué está haciendo corriendo por los pasillos, señorita Forge?- Dijo el inconfundible Lucius Malfoy, con claro disgusto hacia Lilith.

-Lo lamento, yo... Estaba jugando con mis amigas- Respondió Lilith algo asustada, Lucius siempre le pareció muy arrogante y desagradable, pero tenía influencia en Slytherin.

-Está bien... No me importa de todas maneras, solo quería saludarte- Lucius colocó una mano en la barbilla de Lilith, la cual rápidamente se alejó de él.

-Bien... Hola y adiós... Tengo que ir a buscar a mis amigas- al instante se alejó de él y continuó caminando, aunque antes de alejaste, notó la cara de confusión de Lucius, quien no estaba acostumbrado a ser rechazado, era bastante seductor con las mujeres, pero nunca creyó que lo intentaría con ella, ya que lo había intentado con Isabel, la cual le dió una cachetada por tratar de besarla, una historia graciosa.

El día pasó y Lilith le contó acerca de lo que había pasado con Lucius, pero ninguna se sorprendió cuando les contó.

-Lleva semanas viéndote de lejos, no es sorpresa que no te dieras cuenta- dijo Isabel girando los ojos -Tú nunca te das cuenta de las cosas-

-Ugh... No es como que me la pasé viendo a todos- respondió Lilith algo enojada.

-Claro, como tú corazón es para ese Severus, de verdad que tienes gustos raros- mencionó Isabel.

-Déjame, además no había pensado en él durante mucho tiempo... Y ya no me gusta-

-Está bien, yo te acepto tal y como eres, Lili- dijo Isabel abrazando a Lilith y comenzando a reír, abrazo al cual se sumó Vanessa.

Pasaron dos semanas después de ese día, Lucius parecía seguir interesado en Lilith, a pesar de ser 5 años mayor que ella, era bastante incómodo tener que comer con la mirada de Lucius puesta en ella, trataba de ver a otra parte, pero él siempre trataba de hacerse notar ante Lilith, Isabel trataba de "protegerla" aunque Lilith le pedía que no lo hiciera, la sentía como una hermana que siempre quería impedir que la lastimaran, era bastante lindo aunque a veces desesperante.

Ese mismo día durante la cena, Lilith se levantó para ir al baño, en ese momento, Lucius también se levantó y fué con atrás de ella, fué el mismo ritual, a diferencia de que esta vez planeaba conseguir algo más. En un momento la sostuvo por el hombro y la puso contra la pared, acorralandola.

-Vamos Lilith... Por qué no quieres estar conmigo? Podría darte lo que quieras...- se acercó a ella, juntando su cara con la de ella.

-Lucius, por favor dejame en paz... No me gustas- Lilith cerró los ojos y giró la cabeza.

-Mmm... Lo harás aunque no quieras- Lucius tomó el rostro de la joves y lo giró justo para darle un beso forzado, hasta que una voz algo lejana lo interrumpió.

-Lucius, dejala, no quiere estar contigo, busca a alguien más- La voz era conocida... Aunque llevaba tiempo sin escucharla.

-Uhg... Deberías meterte en tus asuntos amigo...- Dijo Lucius -Aunque no somos tan diferentes, o no, Severus?- Lilith giró la cabeza hacia él rápidamente.

-Sev..?- susurró Lilith.

-Lo sé, pero al menos yo no la obligo a hacer nada, ya dejala Lucius- respondió Severus bastante tranquilo.

-Cómo sea, adiós- Lucius pasó a lado de Severus alejándose de ambos hacia el gran comedor. Antes de que Lilith pudiera decir algo, Severus habló.

-Estás bien?- preguntó.

-Sí... Gracias Sev...- dijo Lilith con una sonrisa.

-Sí, traté de decirle que no le harías caso, pero no entendió... Bueno, adiós- sin más, Severus se alejó de Lilith hacia el baño de hombres, había salvado a Lilith de un desagradable e indeceado primer beso con alguien que no le gustaba.

Lilith rápidamente salió corriendo hacia el gran comedor para contarle a Isabel lo que había pasado y posteriormente llendo hacia la mesa de Hufflepuff para contarle a Vanessa sobre lo que pasó, quien se sorprendió al oír el acontecimiento. Al terminar la cena, las tres se juntaron rápidamente a hablar sobre eso.

-Al menos ya te dirigió la palabra- dijo Vanessa.

-Y tú decías que ya no te gustaba- se burló Isabel.

-Ya, está bien... Solo fué extraño, aunque le agradezco que me haya salvado de eso... Bueno, ya tengo sueño, adiós Vane- le dió un abrazo y tomaron caminos diferentes hacia sus dormitorios. Lilith se quedó pensando en el momento un rato antes de dormir, estaba más que nada agradecida con lo que había hecho Severus, finalmente se quedó perdida en su mente y durmió como un bebé.

Inquebrantable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora