Lilith es la nueva estudiante en Hogwarts, una niña que apenas acababa de cumplir años el 5 de julio de ese mismo año, estaba a una noche de entrar a la escuela de sus sueños. Hogwarts, la escuela de magia y hechicería, espera la llegada de los nuevos alumnos de 1er año.
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Una noche antes, Lilith no podía dormir de la emoción de que a la mañana siguiente estaría en Hogwarts, aunque también sentía muchos nervios, conocería gente nueva y no sabía si encajaría entre todos, pues ella venía de un padre mago y una madre muggle, era de sangre mestiza. Era algo que le aterraba, el no ser aceptada por los demás.
Finalmente después de 30 minutos de pensar este tipo de cosas, la pequeña quedó profundamente dormida, soñó con la escuela por dentro y sus jardines tan hermosos. Cuando despertó, se le había hecho un poco tarde, pero por suerte había dejado las cosas preparadas desde un día antes, cuando bajó las escaleras para llegar con su padre, él la estaba esperando pacientemente.
-Qué piensas de que será tu primer día en Hogwarts, princesita!?- preguntó el padre impaciente y dándole un fuerte abrazo a Lilith, siempre se habían llevado muy bien, pues desde pequeña, Lilith mostraba indicios de magia.
-Estoy muy emocionada papi, ya vámonos o se me hará tarde!- sin muchas palabras más, ambos salieron hacia la estación de tren, llegaron justo a tiempo para acomodar bien las cosas y despedirse.
El tren ya había partido y Lilith buscaba un asiento libre para ella. Encontró una cabina libre, por la puerta pasaban muchos estudiantes, pero hubo alguien en especial, qué llamó la atención de Lilith, alguien de presencia obscura, más que nada, probocaba una sensación de escalofríos, simplemente vió pasar la sombra, y esa sombra desapareció. Momentos después, una chica también de nuevo ingreso llegó a la cabina.
-Hola, puedo quedarme aquí? Las demás están llenas...- preguntó algo tímida.
-Claro- respondió Lilith.
-Soy Isabel, Isabel Brown- la chica levantó su mano para hacer un saludo, el cual Lilith aceptó con una sonrisa. -Los de otros años me dan miedo, prefiero estar con alguien nuevo, como yo-
Lilith rió un poco y miró la puerta para después ver de nuevo a Isabel. -Sí, vi a alguien y se me erizó la piel... Pero estoy muy emocionada por lo que nos espera...- Así continuaron su charla, descubrieron qué eran muy compatibles y se volvieron amigas en ese lapso de tiempo.
Isabel era un poco más baja que Lilith, tenía un pelo negro, chino y largo, casi le llegaba a la cintura, ojos claros y tez acaramelada. Mientras Lilith era lacia, su pelo le llegaba un poco abajo de los hombros y tenía ojos cafés claros su piel blanca y unos característicos lentes cuadrados.
Cuando llegaron a Hogwarts, Hagrid llevó a los alumnos de primer año hasta la entrada, luego de eso, llegaron con la profesora McGonagall, quien los instruyó como sería la organización esa noche.
Llegaron al gran comedor, el cielo nocturno se veía en el techo, el padre de Lilith le había comentado sobre eso, pero era mucho mejor de lo que esperaba. La profesora McGonagall les explicó que el sombrero seleccionador les asignaria a sus casas, uno a uno fueron pasando, Isabel quedó en Slytherin, Lilith quería quedarse junto con su amiga, pero le daba miedo esa casa.
-Señorita Lilith Forge- Dijo McGonagall mientras buscaba con la mirada a la alumna. Lilith salió de entre los alumnos y se sentó en el banco para que el sombrero le asignara su casa.
-Mmm... Un alma fuerte, con buenos valores y ganas de demostrar quien es, también ambiciosa... Me parece que te queda bien... SLYTHERIN!
Lilith hizo una cara de confusión, le gustaba que hubiera quedado en Slytherin, estaba junto a Isabel, pero estaba casi segura de que se quedaría en Gryffindor como su padre, no le tomó mucha importancia y se fué a sentar junto con Isabel, todos los alumnos aplaudieron la llegada de un nuevo miembro de Slytherin, menos uno, quien apenas movió las manos y levantó la vista, era él, el chico que había visto, estaba ligeramente apartado de los demás.
-Quién es él?- preguntó Lilith a un alumno de 4to grado.
-Él? Uh... Es Severus, es un niño bastante raro, siempre está solo, es de segundo grado- le respondió el chico. Lilith lo vió por unos segundos más, al parecer el chico notó su mirada y la vió, Lilith enseguida apartó su vista y vió a Isabel, justo el profesor Dumbledore se levantó de su asiento para hablar.
-Muy buenas noches a todos, estamos muy agradecidos por tener a los nuevos alumnos en Hogwarts, esperamos que sean buenos y fieles a sus casas, recuerden que al final del año se les entregará la copa de la casa. La casa que reciba más puntos, será la ganadora... Sin más que decir, disfruten el banquete.- dicho esto, Dumbledore aplaudió, dando paso a que exquisitos platillos aparecieran en la mesa, todos comenzaron a comer y reían entre ellos, compartían sus experiencias mientras cenaban, todos irradiaban un ambiente de felicidad, excepto uno, Severus, quien era, (pareciera que el único) que no mostraba una gran sonrisa, sí, derrepende alguien le hablaba y sonreía por compromiso o si soltaba una pequeña, muy pequeña, sonrisa genuina.
Lilith lo vió durante toda la cena, cruzaron miradas un par de veces, veces en las que Lilith logró disimular que lo estaba viendo. Después de la sena, el prefecto los guió hasta las mazmorras.
-Aquí es la sala común, por esta parte están las habitaciones de las mujeres y de esta otra las habitaciones de hombres- Isabel y Lilith se apresuraron después de la explicación del prefecto a buscar su habitación y poder descansar un poco. No tardaron mucho en encontrar la habitación, les había tocado juntas.
-Supongo que ya voy a dormir- comentó Isabel a Lilith.
-Está bien, descansa- respondió Lilith, ambas se acostaron y apagaron la luz, pero Lilith no pudo dormir, así que silenciosamente salió de su habitación, rondó por los pasillos un poco, tratando de conocer todo el alrededor sin la presencia de los demás. Para su sorpresa, ella no era la única que estaba ahí...
-Ah... Sev... Severus?- Lilith vió a Severus fuera de su cama, era el momento perfecto para poder hablarle. Así que apresuradamente fué hacia él, ser sigilosa no era una de sus características, así que Severus se dió cuenta que alguien lo seguía y giró la cabeza para ver quien era.
-Tú... Eres una de las nuevas, qué haces aquí?- habló el joven Severus a la chica.
-Lo mismo podría preguntarte a ti... Bueno, yo no podía dormir y salí un rato- respondió Lilith, el cuál la analizó de arriba a abajo, él tenía su varita prendida, mientras Lilith veía a obscuras todo.
-Mmm... Deberías volver a la cama- Y sin más el chico se fué también devuelta a las mazmorras. Su actitud fría y cortante sorprendió a Lilith, pero decidió no volver a intentar hablar con él. También regresó a su habitación 15 minutos después, ahí durmió con una gran sonrisa, aparte de lo del chico, todo había ido perfecto en su primer día.
Aunque antes de dormir, pensó en el chico, le parecía demasiado interesante, su aura era obscura, sus ojos negros, su mirada penetrante y su presencia intimidante, o al menos eso era lo que ella pensó de él.
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Inquebrantable
Storie d'amoreLilith conoce a Severus, quien le intriga demasiado, tratará de conocerlo más y ahí de dará cuenta de los secretos que guarda y su pasado. Crecerán juntos teniendose un gran cariño.