Ese mismo día al llegar a la casa Charlotte entro a su habitación sin decir ni una palabra, analizando aquellas palabras que me dijo Liam, de inmediato y sin darme cuenta brotaban lágrimas de mis ojos, no sabía que ese hecho me marcaría tanto, el pensar que seríamos algo más que mejores amigos me intriga en estos momentos.En ese entonces no me había percatado que Maximilian entró a la habitación, se sentó a mi lado y me abrazó por la espalda, un silencio absoluto lleno la habitación, yo solo tenía mis manos puestas en mi cara tratando de ocultar lo mal que me sentía.
-Charlotte, no sé qué ocurrió en ese momento pero, por lo visto no fue algo bueno. Quisiera hacer lo posible para no verte así -dijo con su voz ronca suave y sutil mientras me abrazaba con más fuerza.
Yo en ese momento no dije nada en absoluto.
-Quieres ir a comer algo?- dijo Maximilian para romper el hielo -tengamos una cita.
Sin dudarlo acepté, tenía que olvidarme por completo de Liam.-Si claro- le contesté mientras nos abrazábamos, elevandome el ánimo al instante.
Más tarde fuimos a un restaurante, muy elegante, a uno de los más conocidos de la ciudad. Reservo una mesa para nosotros dos y pasamos un cálido momento juntos después de mucho tiempo, me había olvidado por completo de aquel hecho ocurrido aquella tardé, pues este hombre "Maximilian" me hizo regresar aquella sonrisa y ánimos que Liam me habia arrebatado anteriormente. Comimos juntos esa tarde y al terminar, llegada la noche caminamos juntos al parque, tuvimos conversaciones muy graciosas, jamás imaginé que este hombre tuviera un humor tan bueno, pues esto hizo que mi corazón se derritiera más ante él, su sonrisa me cautivaba y sus ojos brillantes cuando me miraban fijamente, esos son los pequeños momentos que quiero que se repitan siempre.
Charlotte - dijo llamando mi nombre, a lo que yo lo mire esperando que
continúe. - En unas noches, habrá un baile, ¿quisieras acompañarme?Mis ojos miraron los suyos, y por un instante, el tiempo se detuvo, sin
decir nada más, ladeé la cabeza en señal de aprobación y lo abracé, tan
fuerte que pensé que mis brazos se desprenderían de mis hombros.El me devolvió el abrazo y me giró en el aire, dando vueltas conmigo en
brazos mientras besaba mi cara, estaba feliz.Al llegar a la casa, nos dirigimos como de costumbre a la sala de estar, nos sentamos y casi inmediatamente me sirvió una copa de vino, al sentarme, el tomó mis pies desde los tobillos y me quitó los tacones para luego atraerme hacia él y entrecharme entre sus brazos.
Enese momento, sentí una conexión especial con Maximilian, como si hubiera encontrado algo que había estado buscando sin saberlo. Nos quedamos allí, disfrutando de la compañía del otro, compartiendo risas y confidencias hasta altas horas de la noche. Al finalizar la velada, Maximilian me miró con ternura.
-Charlotte, no sé qué deparará el futuro, pero sé que quiero estar a tu lado.
Sus palabras me conmovieron profundamente, y en ese instante con una sonrisa en el rostro, me acerqué y le di un beso en los labios, le bese con desesperación, como si tuviera miedo que desapareciera.
El me ha devuelto el besó con pasión, Sin esperar más, sus manos se deslizaron hacia mis muslos para levantarme y llevarme hasta la cama.
Me besó, más y más, con una pasión que nunca había sentido antes, el calor envolvió mi cuerpo y el me miró pidiendo mi permiso, a lo que sin pensarlo dos veces le respondí tomando su rostro entre mis manos y profundizando aquel besó.
Mi cuerpo rozó el delicado algodón de las sábanas mientras que me tumbaba sobre ellas. Sus aventuradas manos recorriendo mi cuerpo de arriba a abajo, llegando hasta todas las partes de mi piel, me arqueé ante el calor lacerante de sus dedos.
En ese momento, me instó a girarme y ejecute la orden sin dudarlo, retiro mi sostén para besar mi espalda, ya descubierta, Febril, saboree el contacto de sus labios en mi espalda, dejando escapar un suspiro de placer. Sus besos recorrieron mi columna vertebral enviando descargas a todo mi cuerpo.
Su palma ascendió hasta uno de mis pechos y lo atrapó con fuerza para estrecharme contra su torso, el calor de su piel me paralizó durante un momento y cuando me recuperé, incline la cabeza para ofrecerle mi cuello, rápidamente, se tumbó para darme mil besos. Yo ahogaba mis gemidos apretando los labios... Como si me asustase lo que eso implicaría..., Pero Max había sentido la excitación creciente en mi y sus manos descendieron aún más... .
Le arranqué un beso apasionado. En mi pasión, le hice tumbarse sobre el colchón y me coloque sobre el, mientras le desnudaba.
Rápidamente, nos vimos desnudos, me tomé mi tiempo para mirar el ejercitado cuerpo de Max..., El más mínimo detalle lo hacía más bello a mis ojos, incluso las venas que resaltaban en su cuerpo. Me incliné sobre su torso para darle algunos besos, mientras me enderezaba, Maximilian estrechó firmemente mis caderas para unir finalmente nuestros cuerpos, totalmente, y por fin nos unimos.
Nuestros cuerpos se unieron hasta el agotamiento. Extenuada, me acosté sobre el escultural cuerpo de mi amante, entonces, deslizó sus manos por mi piel para calmar mis febriles espasmos musculares, después, me tumbó boca arriba y besó repetitivamente mi piel ligeramente dolorida en algunos lugares. Me entraban escalofríos mientras me besaba... Tenía un don para hacerme perder la cabeza.
Subiendo hasta mis labios, me robó un beso apasionado y tierno a la vez. Lo quería entero, de nuevo, pero sentí que mi cuerpo llegaba al límite de sus fuerzas, con suavidad, pase la mano sobre la mejilla de mi amante y la bese después.
Maximilian me ha besado por última vez, su lengua acarició la mía con una destreza inquietante, para luego deslizarse detrás de mí espalda y abrazarme ordenándome dormir.
Durante la noche, sentí como él me abrazaba con cierta tensión como si temiera romperme, cada vez que lo sentía, me giraba para besarle y calmar su inquietud. Se despertaba durante unos segundos para dedicarme una cálida sonrisa.
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El precio de un besó en la guerra
RomanceAmbientada en la ciudad de Londres en 1942 Charlotte Harper, hija de un General del ejército que se vio atrapada en un compromiso arreglado con el militar de fuerzas aéreas; Maximilian Graves, tiene que luchar para romperlo antes de que la boda se l...