Narración en primera persona
Esta hermosa ángel me hizo una pregunta importante, a mí, un chico de 21 años de un país latinoamericano. Debo responder apropiadamente, pero... ¿por qué alguien como yo sería considerado un héroe, capaz de salvar un mundo? Es demasiado para mí, así que mi respuesta debe ser clara.
—No.— Lo dije de manera tajante y sin titubeos. No creo que sea un héroe capaz de salvar el mundo; aún no soy tan fuerte. Aún no soy alguien que podría ir y simplemente salvar el mundo con mi poder.
—¿Eh?— El ángel me miraba confundida. La arcángel Uriel tenía una expresión que mostraba sorpresa e incredulidad, como si no pudiera creer que alguien rechazara semejante oferta. Aun así, "qué hermosa es Uriel" pensé, mientras me sentía aún más atraído. Incluso en su confusión, su rostro es simplemente perfecto. "Dios, cómo quisiera respetarla", dije para mis adentros.
—Bueno, verás... me gusta el anime, los mangas y las novelas ligeras, también los cómics y demás, pero... respecto al subgénero isekai, ya no me gusta mucho. Jejeje... ¿me puedo ir a casa?— Intenté explicar mi respuesta negativa de una manera respetuosa. Sé que a la arcángel Uriel no le gustará, pero tengo que ser sincero.
—Bueno... pues tenemos un problema con eso... jejeje.— Respondió Uriel intentando mantener una cara amigable, aunque se notaba que luchaba por disimular una expresión de frustración. Aun así, "Dios, incluso con esa cara de enfado se ve hermosa", pensé. En serio, me estoy enamorando de ella.
—Verás, para traer a un humano a la Sala de los Mundos... un ángel tiene que hacer que deje el mundo terrenal, así que... espero que entiendas lo que trato de decirte...— Uriel intentaba explicarse de una manera extraña, y no podía evitar pensar que me estaba ocultando algo. ¿Es posible que un arcángel, un ser tan puro, pueda mentirle a un simple mortal? Mejor no digo nada y dejo que continúe.
—Verás... bueno, podría decirse que tú... estás... muerto.— Me dijo esto en un tono triste. "Ah, caray... ¿ya me morí?" pensé. Ese pensamiento invadió mi mente de inmediato, seguido de otro incluso más alarmante: "¡Mi computadora!". Recordé que en mi disco duro guardaba algunas cosas que no sería bueno que el mundo, o peor, mi madre, descubriera. Si me reviviera y luego me matara, tendría razón. Pero luego recordé que le había puesto clave y suspiré aliviado. Nadie en mi familia sabe esa clave. "Gracias, Diosito", pensé, sintiendo que me había salvado de un apuro aún mayor.
—Bueno... ¿entonces puedo ir al cielo?— dije, resignándome a mi cruel destino de haber muerto.
Uriel me miró con aún más sorpresa, como si no pudiera entender cómo podía aceptar mi destino tan tranquilamente en lugar de optar por el mundo de fantasía donde me ofrecían ser un héroe.
—Eh... yo... verás... tú... tienes... muchos pecados y... y... irás a la paila... eh, digo... al infierno. Pe-pero, si quieres, puedes ir al otro mundo, ser un héroe y reivindicarte. Así podrías reclamar tu lugar en el cielo.— Era evidente que Uriel estaba nerviosa. Se trababa al hablar y sudaba, pequeñas gotas que formaban una especie de corona dorada bajo la luz del lugar.
"Es demasiado linda", pensé, al ver cómo juntaba los dedos, nerviosa. "Dios, es tan hermosa", repetí mentalmente, resistiendo la tentación. En serio, necesitaba ayuda. Suspiré y pensé: "Me está seduciendo".
—¿Qué? ¿Entonces soy una persona mala?— Intenté aparentar tristeza y mirarla con algo de miedo. Al menos, eso es lo que debería estar mostrando. Era obvio que Uriel me estaba mintiendo, y tenía curiosidad por ver hasta dónde llegaría.
—Bueno... parece una buena oferta, pero no sé si merezca ser un héroe en otro mundo, aunque deba redimirme.— Mis palabras dudosas parecían ponerla más nerviosa.
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Esto no es un isekai
Fantasysoy un chico de Latinoamérica que le paso lo mas japonés posible, fui invocado a un mundo de fantasía para salvar el mundo, pero aparte de eliminar al rey demonio salvar la princesa y todo eso mi misión es otra. Eliminar a los anteriores héroes invo...