Capítulo 30 : Su aroma

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No puedo estar cerca de ella.

Charlotte Bersh:

Me dirijo hacia a dentro de la mansión dejándola ahí en la carpa.
Qué hombre para sacarme de quicio le quiero arrancar la cabeza, subo hacia el tercer piso donde se encuentra mi habitación.

Maldición porque ese hombre es malditamente sexy hasta su manera de hablar.
maldición, no sé, qué es lo que me está haciendo casi actuó por impulso si no fuera porque me levanté lo fuera besado para demostrarle Cómo es que se da un beso, maldición Charlotte borra eso de tu mente me regañó a mí misma.

No sé, por qué este hombre me atrae tanto pero, no sé, no puedo, no puedo tengo que terminar el Instituto lo más pronto posible e irme desde aquí no puedo cometer una locura, no puedo meterme con este hombre.

¿Qué es lo que tienes Damián Black?.

Que me hace que me vuelva, no sé ni cómo decirlo, me tiro en la cama y miro hacia el techo, no sé pero mi corazón no se puede controlar empezo latir con fuerza siento que me va a salir del pecho. Después de un momento me levanté y me calmé me arreglé mi ropa y Caminé hacia la puerta pero cuando la abri me encontré a Damián Black parado enfrente de la puerta con los brazos cruzados y con su aura imponente que cualquiera intimidaría. Pero no es mi caso, also una ceja y lo mira los ojos veo como un destello pasa por sus ojos y su mirada se posa de un azulado intenso.

-Que desea señor Black -le pregunto y el caraspea su garganta y da dos pasos hacia adelante yo retrocedo al tenerlo tan cerca él entró a la habitación y cerró la puerta.

-Señorita Bersh -pronucia él con su voz ronca y sexy se acerca peligrosamente y me quedo parada con la vista alzada, él cree que me va a intimidar.

- Si dígame que se le ofrece -puedo sentir su respiración y su deliciosa fragancia varonil que me provoca reacciones en mi, Cálmate me regañó a mí misma, teniéndolo demasiado cerca.

-Me va a explicar cómo es que se da un beso -me susurra él al oído.

-Y eso por qué yo tendría que explicárselo -le comento.

- Usted sabe cómo se da un beso -me insinó él.

-Porque yo tendría que decirle, porque no va y se lo pregunté a Karina Levis ella le va a demostrar eso y más -le comento y él impulsivamente me agarra de la cintura y me pega a su cuerpo, trato de zafarme de su agarre.

-Maldición Charlotte Bersh -dice él poniendo su cabeza en mi hombro al sentir su respiración en me cuello hizo que todo mi cuerpo se estremeciera siento un hormigueo en mi cuerpo.

- Qué cree que está haciendo Damián -le digo.

-Digalo de nuevo diga mi nombre me -susurra él, sentía mis mejillas arder y mi corazón palpitar y el más me pegaba a su cuerpo.

- Basta, suéltame -le ordeno de pronto siento un pequeño roce de sus labios en mi cuello que hacen que se me escape un chillido.

- Le gustó -murmurar él volviendo a besar mi cuello y hace que se me escape un gemido.

-usted qué es lo que me está haciendo Charlotte -cuestiona él.

- yo no le he hecho nada -le digo tartamudeando el no dejaba de rozar sus labios en mi cuello siento emociones que no había sentido, no sé cómo explicarlo.

- Para Damian -murmuro.

-Damián, se oye también viniendo de sus labios -susurra el pasando su mano acariciando mi rostro suavemente acariciando mis labios ha cercan su rostro peligrosamente al mío, mi mente se nubló y mi cuerpo ni me responde es como si tuviera mente propia pongo mis manos sobre su pecho puedo sentir sus palpitaciones de su corazón latir.

La Mestiza  y el Rey Alfa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora