Ámame otra vez (Supercorp kara Gip, Adptación )

capitulo 40

-Tenemos que hablar- anuncio Alura entrando al departamento sin llegar muy  lejos. El sitio era un desastre, había muchas,  muchas botellas de licor por donde quiera que mirase y restos de cigarros,  o quizas alguna droga, a Alura no le importaba lo que fuera.

-  Dudo mucho que tú y yo tengamos algo que decirnos, Alura- espetó Eliza.

-  Te equivocas- refuto Alura- quiero  que hablemos de Alex

Eliza esbozó una ligera sonrisa.

- Alex,  muy parecida a tu esposo,  ¿No te hace sospechar?  -  pregunto Eliza con veneno.

Eliza esbozó una ligera sonrisa.

-Alex,  muy parecida a tu esposo ¿No te hace sospechar?-- pregunto con veneno.

Alura cerró los ojos.

- corta la mierda que estas pensando. Eliza, sé muy bien que Alex no es la hija de mi marido- respondió tajante.

-  ¿Como puedes estar segura?.

-  Conocía muy bien a mi marido Eliza.

- Un autentico playboy

-  En su juventud, quizá, su vida siendo soltero no me interesa,  pero conocí al hombre que tuve como marido-  aseguro Alura.

Eliza borró su sonrisá.

-  Di lo que tengas que decir y lárgate de mi casa- espetó.

-¿Cuanto quieres?- pregunto Alura abriendo su bolsa. 

- ¿Qué?...

-¿Cuánto quieres para alejarte de la vida Alex  para siempre?

-¿Vas a darme dinero?

-  No lo hago por ti, Eliza,  pero quiero que te mantengas alejada de ella,  que no te acerques ni por accidente, ¿Me estás entendiendo?

-¿Tanto te importa? 

-  Cierra la boca y dame tu palabra de que no volverás a aparecer en su vida.

- Esta bien, todo lo que quiero de ella es dinero.   

- Eres una perra.

-  Perrísima- aseguró Eliza con orgullo y Alura no se pudo sentir mas asqueda por que más era imposible.

Ella se había alejado de kara seis años,   pero nunca  dejó de preguntar por ella, de preocuparse por su salud  y era Alex quien la mantenía al tanto de todo,  incluso voló desde  Guatemala a los Angeles la vez que kara enfermó y se alejo cuando supo que el peligro había pasado.

Quiza no era la mejor madre del mundo pero amaba a sus hijas y estaba dispuesta a todo por ellas. 

-Entonces ¿Cual es tu precio?

Eliza menciono una suma bastante alta que pensó que Alura no iba a querer pagar y menos por alguien que llevaba su sangre, si  embargo ella firmó el cheque sin chistar.

-  Si te acercas de nuevo a ella,  te aseguro que lo próximo que recibirás de mi, sera mi puño estampado en tu asquerosa cara- aseguró saliendo de aquella desastrosa casa. 

Cat dejo escapar un suspiro cuando miró a Alura volver.

-  Estaba a punto de llamar a la policía- Dijo la mujer  enseñando  la. hora del reloj.

-  No ha sido necesario,  pero salgamos de aqui,  o te juro que volvere sobre mis pies y ahogare a esa maldita mujer  en la bañera. 

Cat no dijo nada, quizas  porque no habia nada mas que decir Alura se vehía Furiosa