Nadie en el cielo lo sabe, pero Adam se dedica a ir a bares de rock en el mundo terrenal, los sábados en la noche. En una ocasión asiste al primer concierto de una banda emergente liderada por Tn, quien levanta un gran interés en Adam, pero luego de...
Hoy es el segundo show y los nervios no tardaron en aparecer, el lugar en el que nos vamos a presentar es mucho más grande en comparación al anterior. Sigo sin creer que nos haya ido tan bien. Faltaban 4 horas para que empezara, y yo me estaba terminando de arreglar para ir a la prueba de sonido, agarré mis llaves y al salir me topé con aquel tipo alto de ojos dorados con otro ramo de tulipanes, al parecer estaba a punto de tocar el timbre.
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-¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabes dónde vivo? Me estás dando miedo en serio (o tal vez si me gusta un poco que sea así)
-Holaaa, pero que gusto de verte... sí yo también te extrañé Tn—Dijo sarcásticamente. —Tú me dijiste donde vives la vez pasada o no te recuerdas...
-No, yo no te di mi dirección, es más ni siquiera te he dicho mi nombre. (a todo esto, tampoco sé el de él)
-Creo que es momento de empezar a tomar Sukrol, querida. Tu nombre me lo dijiste la noche en que te conocí...
-La noche en que te comportaste como un gran imbécil —Dije interrumpiéndolo.
-Eeeh digamos que sí... y tu dirección la vez en la que te salvé de convertirte en la papilla más sexy del mundo.
-No cambias ¿verdad? Vienes con flores lindas y la cagas con esa extraña clase de halagos que tienes.
-Es mi extraña forma de ligar debido a mi baja autoestima y por eso tengo que alimentar mi ego de esa manera —Dijo de manera burlona en referencia a lo que le había dicho la noche que lo conocí.
-Si esperas una disculpa por todo lo que te dije, mejor siéntate porque vas a seguir esperando, no me voy a disculpar. —creo que este sería el momento ideal para que él si se disculpe, después de todo quien actuó como pendejo fue él no yo.
-Yo no estoy aquí para disculpas, estoy aquí para darte... estas flores. Y para llevarte a tu show.
Acepté las flores mientras lo miraba dudosamente. Tal vez estaba ebrio esa noche y eso explica por qué se comporta diferente, pero igual la ebriedad no es excusa.
-Acepto las flores pero no dejaré que me lleves.
-Por mi padre, que testaruda ereeees. Creí que ya se había aclarado que no te voy a secuestrar.
-Yo que sé, pudo haber sido para "ganar mi confianza", ¿qué me asegura que más adelante no hay una van con 3 matones dentro?
-¿Matones como los que me sacaron del bar? —Dijo divirtiéndose, sabía que lo decía porque esperaba una disculpa de mi parte.
-Exactamente, matones como esos o como los que te sacaran hoy si me vuelves a decir mamadas.
Sonrió lujuriosamente, no necesitó palabras para expresarlo, pero yo sabía que se le había venido a la mente una idiotez.
-Bueno, igual te cuento que vas tarde... veo que ya es costumbre tuya ir tarde. ¿Acaso tendré que sacarte de apuros siempre?
-Claro que no, yo soy capaz de organizar mi tiempo. —Vi la hora en mi celular, y puta madre, en efecto tenía razón ya era tarde. —Aaagh está bien vamos, sólo coloco las flores en agua. —Dije mientras caminaba rápido hacia la cocina.
-¿No me vas a invitar a pasar? —Dijo desde la puerta.
-Noooo, no te lo has ganado. —Coloqué las flores en un florero con agua y las puse en la mesa de la sala. —Listo, ahora sí.
Sonrió, pero esta vez fue una sonrisa genuina no como esa puta sonrisa habitual en él que me provoca querer romperle la trompa (o besarlo).
Caminamos en dirección del hermoso Impala dorado, y me abrió la puerta mientras me daba una cálida sonrisa, cerró la puerta y mientras se pasaba frente al auto para entrar por el otro lado lo observé y no podía dejar de pensar en lo lindo que es, pero una parte de mí no quiere aceptarlo, quiero conocerlo bien no vaya a resultar que sea un loco.
-¿Lista? espero que lleves todo... —Dijo mientras entraba y se colocaba el cinturón de seguridad.
-Sí llevo todo, la guitarra se la llevaron mis amigos desde temprano.
-Ok entonces vamos, sólo tu cinturón... ya sé que tu cara es un imán de tragedias, no quiero que salgas volando por si pasa algo
-No pues gracias, eso me hace sentir más que segura —traté de jalar el cinturón, pero parecía estar atascado— No puedo safarlo, ¿sí sirve?
-Sí funciona, solo que tiene su truco. Si me permites te lo puedo acomodar...
-Ya qué, pero cuidado con lo que toques. —Soltó una pequeña risa y pasó su brazo sobre mí para destrabar el cinturón y luego abrocharlo, mientras hacía esta maniobra quedamos frente a frente a unos escasos centímetros, podía sentir su respiración y sentí como mi corazón se empezó a acelerar, él bajó su mirada a mis labios y yo hice lo mismo, pero él cortó la mirada y volvió a su asiento.
-Eso es, ya vas segura, preciosa.
-G...gracias —Dije apenas logrando recuperar mi ritmo cardiaco normal.
-Y bien... ahora quiero saber quién es Tn, ¿qué le gusta?, ¿qué la hace feliz? y ¿qué puedo hacer para ganarme su frío corazón?
-Jajaja pues... creo que ya sabes que me gustan los tulipanes, también me gustan mucho los animales, salir con mis amigas, pero la música es lo que más me apasiona, desde que tenía 8 años empecé a practicar con la guitarra, también toco la batería, el piano y el violín, pero la guitarra no la cambio por nada.
-Que profundo, debí de imaginarlo. Eres muy buena, en serio eres muy talentosa y tu voz es fascinante. —volteó a verme de reojo mientras ponía atención al camino, y sentí me empecé a sonrojar, Dios!!! ¿por qué se ve tan irresistible ahora?
-Que amable, gracias... y ¿qué dices de ti....? Ay no, no sé tu nombre
-Creo que mi nombre o cualquier cosa que viniera de mi te valieron madre —Dijo mientras se reía.
-No lo voy a negar, creo que es obvio. Pero... ¿cuál es tu nombre? Creo que ahora sí quisiera saber más de ti, no eres tan malo como me lo imaginaba
-Me llamo Adam... y eeeem —se miraba nervioso, como que le costara la vida entera decir algo, se tronaba los dedos y volvía a colocar las manos en el volante— Yo quería decirte que en serio lo... oh mira llegamos, será mejor que bajes ya vas como mil años tarde
-Sí pero quiero oír antes qué es lo que querías decir
-Mmm... no es importante, te lo puedo decir en otro momento, ya vas tarde.
La curiosidad me mataba, pero es cierto, ya voy tarde y no me había fijado en la gran cantidad de mensajes y llamadas perdidas que tenía de mis amigos de la banda. —Bueno pero... ¿sí vas a entrar? —¿qué acabo de decirle? Hace unas horas lo detestaba y ahora quiero que entre al show, a veces ni yo me entiendo.
-Si no me van a sacar los gorilotas, claro que entro.
-Jajajaja yaaa supéralo, te veo más tarde entonces. —Iba a abrir mi puerta cuando me paró, se bajó del auto y la abrió por mi, dándome la mano para ayudarme a bajar.
-Gracias—Dije mientras le sonreía y justo se acercaba el bajista para que fuéramos a laprueba de sonido. Le perdí el rastro y sólo me quedé esperando que de verdadfuera a entrar, quería verlo otra vez.
