Nadie en el cielo lo sabe, pero Adam se dedica a ir a bares de rock en el mundo terrenal, los sábados en la noche. En una ocasión asiste al primer concierto de una banda emergente liderada por Tn, quien levanta un gran interés en Adam, pero luego de...
-Bienvenida al cielo, yo soy San Pedro. ¿Cuál es tu nombre?
-¿C-c-cómo que el cielo? -Bajé la mirada y tenía puesto un vestido blanco con detalles en dorado y perlas.- Esta ropa no es mía... yo no tengo un vestido así ¿Qué está pasando?
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Imagen No. 1: Vestido de su atuendo celestial.
Fuente: Pinterest.
-Tranquila querida, respira hondo y saca el aire por la boca. .-Hice lo que me dijo para calmarme y de hecho sí funcionó poco a poco me fui calmando. -Eso es, vuelve a inhalar y exhalar. Listo déjame explicarte, acabas de fallecer en el mundo terrenal y al parecer a lo largo de tu vida tus pecados fueron muuuuy escasos por lo que felicidades, tu alma subió directito al cielo.
-No pude haber muerto, lo último que recuerdo es que estaba lista para tocar con mi banda y después siento como si me hubiese quedado dormida y desperté acá.
-Es parte de la experiencia, andas algo desubicada pero irás recobrando la memoria con el paso de unas horas. Ahora si me pudieras dar tu nombre para corroborar información te lo agradeceré mucho.
-Eeeem soy Tn Ta (ta = tu apellido) -El hombrecito abrió su gran libro y comenzó a buscar.-
-Ajam aquí estás. Puedes hospedarte en la sede de los Serafines mientras consigues vivienda. Pasa adelante, bienvenida. -Dicho esto las grandes puertas doradas se abrieron.- Ah y no olvides extender tus alas, recuerda que ahora puedes volar.
-¿Mis alas? -Dije mientras caminaba pasando la gran puerta. Me toqué la espalda y pude sentir dos bultos en mi espalda, efectivamente, eras unas grandes alas doradas. No quiero usarlas, no vaya a ser que me caiga o me vaya de cara.-
Caminé adentrándome en la ciudad celestial, estaba maravillada. ¿De verdad estaba sucediendo esto o sólo era un sueño? Los edificios eran enormes, las calles muy limpias y amplias con un bonito color dorado brillante y las personas o mejor dicho los ángeles sonreían y lucían genuinamente felices, tal vez me logre acostumbrar después de todo. Pero ahora lo más importante es ¿Dónde queda la dichosa Sede de los Serafines? y ¿Cómo pretendo conseguir vivienda acá, tengo que trabajar o qué hago para llevar mi existenicia en este lugar?
La verdad me siento cómoda caminando por aquí, hay varias cafeterias, restaurantes, lugares de entretenimiento y muchas cosas por hacer. Mientras caminaba iba viendo a cada ángel, tratando de encontrar a alguno que me inspirara la suficiente confianza para preguntarle por direcciones. Del otro lado de la calle iba uno que a mi parecer se miraba amigable, era alto con rasgos antropomórficos, su apariencia era como de un zorro negro con ojos amarillos. Me crucé al otro lado para hablarle.
-Hola, disculpa que detenga tu camino, es que soy nueva y me dijeron que puedo quedarme temporalmente en la Sede de los Serafines pero no sé dónde queda, ¿me podrías orientar con eso porfis? -Le pregunté amablemente esperando una buena respuesta, de cerca se miraba algo intimidante.-
-Claro chica. Te explico, queda como a 2km de acá vas a tener que volar ¿ya aprendiste?
-N-n-no todavía no, no he querido intentarlo.
-Es fácil y no tengas miedo a caerte, al principio cuesta pero luego ya agarras el hilo. Si aún no quieres hacer el intento puedes irte en bus, a dos cuadras está la estación que te deja frente al edificio. Ten esto, 10 dólares divinos y unas monedas para tu pasaje, será suficiente en lo que te acostumbras y consigues algo para dedicarte, la vida en el cielo no es cara.
-Wow gracias en serio, no sé cómo pagártelo. ¿Dónde te puedo contactar para devolvértelos?
-No es necesario, tómalo como una bienvenida. Ya verás que te encantará estar acá. -Dijo mientras hacía un ademán con su mano despidiéndose.-
-Gracias, de nuevo. -Le sonreí y me di la vuelta para ir al bus.-
Nunca pensé decir esto del transporte público pero era magnífico, el vehículo brillaba, estaba limpio, olía a fragancia de limón, todos los individuos iban sentados y había lugar para todos en los asientos, sin mencionar que eran muy cordiales. Abordé el bus y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en la parada que me dejaba justo en frente del edificio. Entré al enorme lobby que igual que todo en esta ciudad, brillaba demasiado, me dirigí a la recepción atendida por un ángel muy simpático, era un osito pequeño con pelaje rosa pastel y mejillas celestes.
-Buenos días, acabo de llegar al cielo y el joven de las puertas doradas me mandó acá. Me dijo que podía quedarme temporalmente hasta conseguir vivienda.
-¡Por su puesto que sí! sólo dime tu nombre y se abrirá una habitación para ti, no hay prisa para desalojar. Puedes tomar el tiempo que quieras.
-Oh muchas gracias, igual trataré de conseguir vivienda lo más pronto posible. Y mi nombre es Tn Ta.
-Anotado. Deja chequeo tu nombre en el sistema. -Me dio mucha ternura ver al osito angelical colocarse unos anteojos para poder leer mejor, mientras buscara en una computadora que lucía muy actualizada.- Aquí estás, habitación 505. Solo necesito tu firma digital acá. -Me dio una tableta para emitir la firma- Listo estas son tus llaves.
-Muchas gracias, nos vemos luego. -Agarré las llaves y le bridé una sonrisa.-
-Con gusto, ah y antes que se me olvide unas reglas y recomendaciones. Tienes acceso a todo el edificio menos al ala oeste de la segunda torre, que justamente es la torre donde está tu habitación. Esa área es propiedad de los Serafines y el ejército de ángeles.
-Ohhh comprendo, no te preocupes no me acercaré por ahí.
-Ok finalizado esto, la torre 2 queda a la izquierda, al final cruzas a la derecha y ahi encuentras el ascensor.
Me dispuse a dar una vuelta por la planta baja hasta llegar al ascensor de la torre 2, todo era como en un sueño, el lugar era precioso. Lograba distraerme un poco de pensar en cómo fue mi muerte, tengo sentimientos encontrados, una parte de mi quiere saber la causa de mi muerte pero otra parte de mi se siente bien así, sin saber el motivo. Ló último que recuerdo es que tenía que tocar con mi banda... ¡MI BANDA! Ay por Dios ¿Qué será de ellos? ¿Morí antes o despues del show? y... Adam. Él dejó de hablarme repentinamente y pasé una semana de la mierda por estar sobrepensando cosas. ¿Será que sabrá que he muerto? ¿Qué pasó después? Tantas preguntas llenan mi cabeza y tristemente no puedo darles respuesta. El hombrecito simpático de la entrada dijo que recobraría la memoria en unas horas. No apresuraré el paso con el tema de mi memoria, estaba tan bien acá hasta que lo recordé a él, ¿cómo es esto posible que, a pesar de estar en el cielo todavía sienta un gran dolor por su culpa? Solamente espero que esté bien con quien sea que esté en este momento.
De tanto pensar no me di cuenta que ya me encontraba en el pasillo que da a mi habitación, empecé a buscar la numeración 505 hasta que llegué a la puerta dorada con el número en una placa metálica. Abrí la gran puerta y de pronto sentí una sensación de ser observada, volteé hacia atrás y no había nadie, no le tomé importancia y entré a mi nueva habitación.
