DOS

45 10 23
                                    


Después de salir del hospital a la pequeña y delicada bebe le mandaban a hacer estudios tras estudios para darle seguimiento a el problema que tenia en su brazo.

Aquella pobre mujer se desvelaba sufriendo por los problemas que tenia su pequeña y no tener el apoyo de su esposo, ya que el estaba empezando a meterse en los caminos del mal teniendo una aventura con otra mujer mientras su esposa sufria por todo.

Un dia de tantos la pobre mujer tuvo que viajar sola a la capital para llevar a su pequeña a hacerse unos estudios del corazón, pero nunca penso que hacerle esos estudios le salieran tan caros, ya que en un solo examen a ella se le fue todo el dinero que andaba pero lo que sucedio es que ella ya le habia echo el ultimo estudio, pero ya no tenia el dinero para pagarlo, tampoco sabia como iba a regresarse a su ciudad.

La madre toda angustiada con los ojos llenos de lagrimas se sale afuera de la clinica a sentarse en la calle ella iba dispuesta a pedir dinero a las personas que pasaran para pagar la consulta, pero ella no tenia fuerzas para nada porque desde que salio de su casa no habia comido nada, su estomago estaba vacío y el llanto no la dejaba.

En medio de tanto llanto ella reposa su cabeza en la cabeza de su pequeña, mientras cogía las fuerzas para empezar a pedir, de repente pasa una sombra al lado de ella, pero lo mas raro es que ve de reflejo que la sombra de esa persona se devuelve hacía ella.

- No tenia ni idea quien sería pero lo unico que quiero es irme con mi hija, ni siquiera tengo las fuerzas posibles para levantarme. Era tanto el llanto que su cabeza estaba por explotar, sus ojos super hinchados y sus pies echo paste.

Aquella sombra que miro de reflejo le toco el hombro a aquella mujer que se miraba debastada y desconcertante, le dice...

-¿Elizabeth?, ¿eres tu?. A como puede levanta la mirada para observar quien era el-la que le hablaba, porque ni distinguir voces podía de tan aturdida que estaba por el llanto.

-¿Pero que haces aquí? ¿Que te sucede?

Al haber levantado la mirada no sabía distiguir el rostro de la persona porque estaban tan hinchados sus ojos que ni abrirlos podía, pero a la luz pudo ver que se trataba de una de sus tías (hermana de su madre), a lo que le dice...

-¡Dios mio!, tía Angelica, ¡Gracias a Dios!. Suelta otra vez en llanto porque lo sintio como una bendición del cielo que alguien de su familia la encontrara.

-Estoy demasiado mal tía ya no puedo más - lo dice con un tono de voz desgarrador, siempre con sus ojos llenos de lagrimas.

-¿pero que tienes? ¿Por qué lloras así?

-tía vine a la capital a hacerle unos estudios a la niña, pero se me acabo el dinero y ya no pude pagar la ultima consulta, por eso estoy aquí afuera estaba dispuesta a pedir ayuda porque tampoco me quedo dinero para regresarme a mi casa.

-tranquila hija, limpiate esas lagrimas de tu carita que yo te ayudare, ven conmigo. Le dice a su sobrina para que entre con ella a la clinica, ya que casualmente iba con la misma doctora que atendío a su sobrina

Después de que la tía saliera de su consulta con la doctora Alvarez, tenian que pasar por caja a pagar las consultas. Por ultimo se la llevo a su casa a que se alimentara un poco y descansara con su pequeña, porque al día siguiente las iban a ir a dejar a su casa.

-Ese momento fue como un milagro caido del cielo para mi, Gracias Dios mío!! Por enviarme a ese angel. Realmente estaba muy agradecida con su tía Angelica y con Dios por haberle mandado ese milagro, no creía aun que eso hubiera sucedido.

A las 9:30 am del día siguiente ya iban viajando en carretera directo a casa de Elizabeth, que gracias a Dios le mando esa bendición de poner a su tía en el camino para que la pudiera ayudar sino como iba a hacer para regresarse y pagar la consulta si no tenia ni un billete partido a la mitad en sus bolsillos.

El Renacimiento De Un AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora