SIETE

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Bueno después de la gran platica que Elizabeth tuvo con Rodrigo sobre el negocio decidieron empezar a tocar el tema de las relaciones. ¿A caso Rodrigo ya quería algo mas formal?. En el rostro de Rodrigo se miraba cierta expresión de entusiamo, al parecer desde hace mucho el estaba esperando tocar ese tema, su mirada era resplandeciente parecian dos luciernagas en una noche fría y oscura donde solo ellas eran la luz que iluminaba su sendero.

Elizabeth decidio empezar por preguntarle como fue su relación con su ex pareja, nunca llegaron a casarse pero como ya lo había mencionado antes el tuvo dos hijos con ella; La mayor se llamaba Alejandra y el menor era Luis, tenian 2 años de diferencia, pero por la toxicidad de la relación Rodrigo tuvo que apartarse, la gran equivocación de el fue también haberse alejado de sus hijos.

—Bueno mi relación con Estephania no fue la mejor a como te lo había dicho un día; cuando nacio Ale ya las cosas estaban descontroladas, la verdad nunca hubo amor entre nosotros, talvez al principio si pero cuando nos enteramos del embarazo se desato el caos, nos separamos cuando ella nacio, mas sin embargo, nunca deje de visitar a mi hija; Al año y medio de Ale decidimos intertarlo otra vez y a los pocos meses venia en camino Luis y  de nuevo empezaron las discuciones. Creo que no fui el mejor en mis reacciones y ella tampoco, no estabamos preparados para tener mas hijos, yo me descontrole y no se me ocurrio otra opción a mas que irme y asi sucedio toda nuestra separación.

—Pero ¿por qué te alejaste también de tus hijos?— Dijo frunciendo el ceño

—A como te dije, me descontrole...— El paso una de sus manos hacia su menton y su mirada estaba muy decaída.— Aunque con Ale si tuve un poco mas de conexión, estuve mas tiempo con ella, la jugue e incluso pude llevarla a la guarderia en algunas ocasiones, pero con Luis ya no pudo ser así, desde que nació yo me aleje y cuando queria verlos solo podía hacerlo con Ale porque era la mayor y tenia la edad para poder salir conmigo y Luis seguia chico, solo podía verlo un rato y después pasaba un poco de tiempo con Alejandra.

La situación estaba incomodando un poco a Elizabeth, tenia temor de que Rodrigo también fuera una persona terrible y despreciable a como lo habia sido Julio con ella. Se estaba llenando la cabeza de muchas ilusiones con Rodrigo, no queria decepsionarce de el, cada día, cada momento, cada esplendido firmamento la había llevado a tomarle cariño a Rodrigo y pensar que podían llegar a intentar tener una relación bonita y cosiderada.

—Y que te parece si te vuelves a acercar a tus hijos!?— Elizabeth le hizo esa pregunta para ver si el estaba interesado en sus hijos, porque sino se llevaría la decepción de su vida.

—Me encantaria, ¡creelo!— Dijo este formando una pequeña sonrisa calida y poniendo sus ojos como platos.— Pero siempre el problema sera su madre, es una mujer arrogante y odiosa a la que ahora solo le importa el dinero.

—Mmm... yo podría ayudarte— Le hizo la propuesta Elizabeth.

—¿De que manera?— Fruncio el ceño.

—A como sabes mi padre trabaja en una empresa de lacteos, el es que le lleva la leche a mis hijas, siempre lleva 4 litros, yo podria darte 2 para que le lleves leche a tus hijos por si no tienes dinero.— Elizabeth se notaba muy entusiasmada mientras le hacía la propuesta.

—¿Enserio harias eso por mi?— giro su rostro hacía Elizabeth para quedarla viendo directamente a los ojos.

—Si claro, ¿porque no lo haría?, tu me has ayudado tanto aca en el trabajo y... y... te has... ganado un poco de mi cariño al igual que el de Luciana, jajaja siempre se acuerda de aquel "señor que le llevo un globo con malvaviscos".— Rodrigo al escuchar como se acordaba Luciana de el, se estremecio y una corriente recorrio sus venas.

—Sabes, eres una persona muy bondadosa, me fascina ese lado de ti— Rodrigo llevo una de sus manos hacía las de Elizabeth y las tomo, entrelazando sus dedos  lentamente, sintiendo la suavidad de sus manos y la temperatura calida que siempre mantenia.
Elizabeth alzo la vista de inmediato le clavo la mirada examinandolo con demasiada discreción.— mmm... gracias!!. Hablare con mi padre.

—Oye Elizabeth, desde hace tiempo queria preguntarte algo, ¿puedo?.

—Si claro dime.

—Pues... mmm...— Estaba muy nervioso, el sudor recorria toda su frente— Queria preguntarte si a ti ¿te gustaria intentar una relación conmigo?.
De un momento a otro el bar se quedo en absoluto silencio y el viento revento a correntadas heladas haciendo que sus musculos se tensaran.

—Eemm... bueno Rodrigo yo no quiero volver a ser lastimada, ya te he contado como la pase con mi antiguo esposo y no me gustaria pasar por lo mismo, ¿me entiendes?.

—No.. no.. pues claro que lo sé y no me gustaría ser el siguiente en hacerte daño, sabes como me he comportado contigo desde el principio; Pero enserio quisiera intentarlo.

—Dejame pensarlo, por favor. Te prometo que mañana te dare una respuesta, también tengo que pensar en mi hijas y...— Antes de que pudiera decir algo Rodrigo la interrumpio.

—Dejame decirte que a mi no me importa que tu tengas hijas, si te busque a ti es porque ya sabia que tus hijas también venian incluidas y creeme ame a esas criaturitas, es cierto que con Elena no cruze muchas palabras pero si ella quisiera podriamos intentarlo y si con Luciana tampoco hay problema, desde el momento en que esa nena llego por mis espalda para darme un buen susto, me satisfacio, me encanto su manera de ser, pude sentir la conexión que tuve con ella, ¿sabes? Puedo ser un padre para ellas, me fascinaria. Yo no solo me estoy comprometiendo contigo sino también con tus hijas, poder hacer una pequeña y hermosa familia me...

—Rodrigo— interrumpe Elizabeth— Me gustas y mucho, claro que he visto como te has portado conmigo y si me gustaría intentarlo, es muy hermoso encontrar a alguien que también quisiera a mis hijas, cuando Julio nos abandono pense que nadie me querreria si venia con paquete incluido, pero llegaste tu y cambiaste todo mi mundo, pero necesito hablarlo con mi subconciente y con mis hijas que es lo mas importante. Pero tu también tienes que cambiar algo... Acercate a tus hijos, hazlo por ti y por ellos, no por mi.

—Tienes toda la razón, me acercare a ellos, pero si veo una mala reacción de su madre no podre hacer nada mas. Pero lo intentare— Indago con absoluta seriedad.

—Ok, mañana hablare con mi padre sobre lo de los 2 litros de leche que te dare— Dijo muy dichosa— ¿Quieres saber un dato curioso sobre la leche que mi padre lleva a casa para mis hijas?.

—Aja, cuentame

—Mi padre tiene exclusivamente una vaca negra que es de la que extraen la leche solo para mis niñas.

—Wow, increible no lo sabia— Estaba totalmente sorprendido de saber aquel dato.

—Bueno llego la hora de despedirnos— estrecho su mano hacia el y se tomaron un fuerte apreton.— Adios Rodrigo.

—Adios Elizabeth, ¡nos vemos mañana!— ¿Tan ansioso estaria para que ya fuera mañana?— Ya quiero que sea mañana— Y ahi esta la respuesta a su pregunta.

El Renacimiento De Un AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora