{Narrador omnisciente}
Ya faltaba cada vez menos para la llegada del festival de primavera, todos los alumnos estaban emocionados, sería un evento inolvidable lleno de risas, juegos, comida y sonrisas provocando un hermoso ambiente.
La temática de éste año serán las flores amarillas y blancas pero también habrá otros tipos y colores. Querían conmemorar al sol que baña los campos derritiendo la nieve e incluso a ésta que adorna el césped con sus restos semi derretidos.
Dentro de la institución podían verse cierto par de quinceañeros hablando animadamente sobre que se pondrían para ése día.
– Tenía pensado colocarme unos jeans grises con una camisa manga larga de rayas pero no lo sé, lo estoy reconsiderando – comentó el mayor
– Suena bien, total con todo lo que te vistas parecerás un príncipe – mencionó distraído pero tapándose la boca casi al instante al darse cuenta de lo que acababa de decirle a su acompañante
– ¿Un principe? ¿Tú crees? – cuestionó viendolo a los ojos con una sonrisa
– Pues si, aunque con lo que me acabas de contar parecerás más un emo en caballo – se burló tratando de disimular su sonrojo
– Ja, que gracioso, niño bonito – fingió una carcajada
– ¿M-me acabas de llamar bonito? – preguntó sintiendo como un fuerte sonrojo volvía a adornar sus mejillas
– Si, entonces ¿qué te pondrás tú? – siguió con la conversación
– Planeaba ponerme un suéter marrón junto a unos pantalones beige – confesó mientras le daba un sorbo a su jugo de manzana
– Te quedaría bien – mencionó imaginando al menor con dichas ropas
– Lo sé, a mi todo me queda perfecto – dijo orgulloso mientras colocaba un mechón de su rubia cabellera atrás de su oreja
– Cuidado y te meten a modelo – habló sarcástico
– Para tú información, mis padres lo intentaron y rechacé todas y cada una de las agencias que me llamaron – informó levantando su barbilla con los ojos cerrados
– Puedo creerlo de ti, ¿Qué agencia de modelaje no quisiera tener esa linda cara llena de pecas en sus portadas de revistas o perfiles de Instagram? – halagó tomando al pecoso por las mejillas agarrandole por sorpresa
– ¿Eh?... ¡¿Eh?! E-estas muy cerca – pronunció a duras penas sintiendo la respiración de el otro en su cara
– Aww, mírenlo se puso rojito, que ternura, sunshine – se burló pellizcando sus suaves mejillas
– Ay ya basta, me estás lastimando, idiota – se quejó alejándose
– Ay pero que delicado que eres – vocalizo soltando sus mejillas
– Soy como la porcelana, Han – dramatizó
– ¿Viejo y anticuado? – pronunció a punto de estallar de la risa
– ¡Si!... ¡Espera, no! – le reclamó – Oye, ¿tienes planes para más tarde? – cambió de tema dándole otro sorbo al líquido espeso
