Avengers: Infinity War - Parte I

Prólogo

Asgard estaba sumida en la ruina y la soledad, miles de vidas asgardianas se se perdieron debido a la destrucción que Hela trajo consigo. Varias más se salvaron, sin embargo, el hogar que alguna vez conocieron, sólo era un extenso terreno de sangre y cenizas. Thor, en ese momento sólo veía con tristeza y dolor su hogar. La infancia y la juventud del Dios del Trueno fueron las mejores épocas donde él vivió junto a sus padres y su hermano, donde no había una lucha real por la cuál temer. Ahora todo eso se había acabado, su padre muerto, su madre de igual forma, su gente desamparada y él, sin rumbo alguno. 

Bruce Banner, quien lo acompañó durante toda la travesía y el Ragnarok, se acercó a él, sabiendo cómo se debía sentir. Algunos como Heimdall, Korg, Valkiria, etc, sólo ayudaban a la gente. 

Bruce: Thor, debemos hacer algo. Tu gente está muriendo. - Thor no respondió ante ello, sólo tenía la vista perdida - La nave que trajimos, es más grande de lo que pensamos. Hay que sacarlos a todos de inmediato e ir a un lugar seguro... ¡Thor! - exclamó el científico y el rubio sólo se limitó a verlo - 

Thor: No tenemos a dónde ir. - dijo derrotado -

A lo lejos, Loki veía el escenario, y aunque se sintiera indiferente con toda su gente que yacía malherida o muerta, ver su hogar destruido era chocante para él. Aunque ello no impidió que tomara cierto artefacto con la cual tenía una rara obsesión. El Teseracto estaba bajo su poder ahora, no tenía idea de qué hacer con él, pero no iba a dejar preciado objeto en las ruinas de Asgard. 

Valkiria: ¡Oye! - llamó algo molesta al rubio - Me hiciste venir con un propósito, salvar a Asgard, tu gente. Muchos están vivos, eres su rey, tienes que hacer algo. 

Thor: ¿Qué pretendes que haga? ¿Llevarlos a Midgard? - dijo molesto, pero al instante de escuchar lo que él mismo dijo, sintió que sí era buena idea - Midgard, sí, podemos ir allá. 

Heimdall: No creo que nos reciban con los brazos abiertos. 

Thor: Escuchen, podemos hablar con mis amigos, los Vengadores pueden ayudarnos. Nos darán su respaldo. Banner, ¿tengo tu apoyo?

Bruce: Bueno, no hay opciones, hay que ir de inmediato. 

Thor: ¿Crees poder contactar con ellos? Hay que anticipar nuestra llegada o creerán que somos invasores.

Bruce: Lo intentaré, la nave debe tener todo lo necesario. 

Thor: Bien. Heimdall, prepara todo, dejamos este lugar. Aunque duela. 

Todos se movilizaron a la nave, de apoco entraban y Thor ayudaba a los más vulnerables a resguardarse en su barco espacial. Loki se apareció a un lado suyo.

Loki: Hermano, ir a la Tierra no es la idea más sensata que se te pudo ocurrir. ¿Recuerdas mis problemas con tus amigos, verdad?

Thor: No tenemos opción, descuida, no dejaré que te maten. 

Loki: No les temo a ellos, más bien temo por ellos. No quiero tener que asesinar a alguien antes de que me pongan un dedo encima.

Thor: Antes de que lo hagas, yo mismo me haré cargo de ti. Escucha, necesito que confíes en mí, pero quiero confiar en ti. Asgard ya no existe, y nuestros seres queridos se han ido para siempre. ¿Estás conmigo?

Loki: ¿Hay más opciones? - dijo algo desanimado -

Thor: No. - respondió con una leve palmada en su hombro y se fue a ayudar su gente -

En aquel momento, Loki, sintió algo extraño. No con él, sino con el Teseracti que guardaba con su magia, así que lo dejó salir y entre sus manos, pudo ver cómo brillaba con intensidad. Fue en ese instante, que una nave de dimensiones grandes se estrello cerca de la ciudad. El impacto causó destrozos, y todos se alertaron. Un ejército de chitauris comenzó a terminar por destrozar todo el territorio asgardiano. Los que quedaban, intentaron hacerles frente combatiendo, viendo que querían matar a su gente. Loki en ese entonces comenzó a temblar, sabía qué pasaba y por qué pasaba. Thor alarmado, empezó a socorrer a todos los que pudo y comenzó a pelear con las criaturas. 

Thor: Maldita sea, ¿y ahora qué? 

Valkiria: ¡Hay que irnos! - gritó mientras mataba a dos soldados - 

EL Dios del Trueno mientras luchaba buscaba con la mirada a su hermano para asegurarse de que estaba bien, pero al hacerlo, observó su comportamiento angustioso y el Teseracto en su mano. Supo entonces qué pasaba, aquello que nunca imaginó presenciar tan pronto. Las gemas estaban siendo recolectadas. Loki con pesar y dolor, alzó el Teseracto mientras veía a su hermano.

Thor: Loki, no. - susurró triste, y nuevamente sintiéndose traicionado -

Loki: Lo siento. - dijo para luego abrir un portal e irse -

El rubio nuevamente devastado, se levantó y se apresuró a llegar a la nave. Pero de una especie de portal que descendía de una enorme nave que estaba sobre ellos, un ser de considerable tamaño y con armadura dorada, piel púrpura, y bastante fornido, se apareció frente a todos. El ser sólo sonrió levemente, pero con malicia al ver al Dios del trueno asustado. El Titán Loco había llegado.

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