𝟏

763 45 40
                                    


✮ ──────────୨♡୧─────────── ✮

-', Ƽ:ᗱᒿ ¡!

Otro día aburrido en la casa.
Todos estaban en el patio, hacia un lindo clima allí afuera, así que querían aprovecharlo.

Menos el oso de lentes negros.

Ese preferia quedarse adentro de su habitación usando su celular a qué salir a estar derritiendose en el sol.

Un mensaje apareció en la barra de notificaciones.

'' Spreen no seas aburrido, ven aquí afuera! ' '

Era Quackity.

Este rodeo los ojos y le clavó el visto.
Guardo su celular en su bolsillo y se paró de su cama, estirandose y bostezando.
Aunque fuera bastante tarde, el solía dormir de día, y normalmente el a esa hora estaría durmiendo. Pero sin más rodeos, abrió la puerta y salió.
Un rayo de sol que apuntaba a la grande ventana del segundo piso, pegó en su rostro. Este tapo su cara con una mano y enchino los ojos, soltando un 'Ush' como queja. Bajó las escaleras y abrió la puerta, al instante, tuvo todas las miradas de los chicos sobre él.

Menos.. la de shadoune.

El ente de humo miraba hacia cualquier lado menos hacia la dirección del oso.
Sabia que eso le molestaba al osezno
Por eso lo hacía.

Spreen se cruzó de brazos y se sentó en el medio de Rubius y quackity.
Quacks rodeo con un brazo el cuello de este, sonriendo de oreja a oreja y hablando estupideces, como siempre hacia.
El rato pasaba, el oso, aburrido, tomó su teléfono y se puso a chatear con Roier.
Sintió una mirada sobre él, al instante miró a su hermano mayor y notó que este estaba chusmeando la conversación que tenía con su amigo. Apagó su celular y, enojado, le reclamó.

¿Que haces pelotudo? — dijo con el ceño fruncido.

¿Que pasa? Soy tu hermano mayor, tengo derecho a ver con quién y sobre que hablas. — se excusaba el mayor mientras sonreía.

Spreen gruñó y se movió de lugar, pegó su espalda contra la casa y volvió a sacar su móvil.
Shado miró a Rubius y se acercó a él, susurrandole algo.

Es un caprichoso puso su mano a un lado de su boca y miró al argentino.

Las orejas híbridas de el azabache se movieron, levantó la mirada y miró fijamente al ente.

Antes de criticarme con el boludito ese, aprende a susurrar, mogol- pelotudo. — decía con un tono serio.

¿Eres idiota acaso? Es obvio que no lo susurré. Lo hice a propósito.

Este soltó un gruñido y se volvió a levantar, acercándose al ente de humo que estaba cruzado de brazos.

Si intentas intimidarme, no te tengo miedo.

Spreen se abalanzó sobre shad, tirandolo al piso. Se sentó arriba de shadoune y comenzó a golpearlo. Quackity intentaba separarlos, pero estos dos se estaban golpeando en serio.

No como solían hacerlo, de broma.

Shado golpeo accidentalmente el rostro de su acompañante, haciendo que tales anteojos cayeran al piso y la nariz de este comenzara a sangrar.

¡Ya basta! ¡Parecen niños pequeños! Rubius intentaba junto a quackity separarlos.

¡CALLATE! — dijo el Argentino.

El osezno no tuvo piedad al golpear de regreso la cara del francés, pero él evitó el golpe, agarrando la muñeca y apretándola con fuerza.

¡Quítate! — ordenó Shado.

˳ ࣪५  - 𝘓𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘴𝘦 𝘱𝘦𝘭𝘦𝘢𝘯, 𝘴𝘦 𝘥𝘦𝘴𝘦𝘢𝘯. ❦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora