Cap 1: El sueño.

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Sólo se veía las espirales blancas fantasmagóricas de la espesa niebla, la luz, tratando de hacerse hueco, iluminaba la zona con un color gris difuminado. Y ahí estaba de nuevo. Una voz que repetía su nombre una y otra vez. Trataba con todas sus fuerzas de averiguar de dónde venía pero, como siempre sucedía, era inútil. Hasta que, como siempre sucedía, al fin lo divisó. Una silueta borrosa por la niebla que trataba de alcanzarla.

Azuka: [levantarse de un salto de la cama, en pánico] ¡Estoy despierta! !Estoy despierta! [Mirar el reloj] ¡Ay, no! ¡si me doy prisa aún llego a tiempo!

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Azuka: [levantarse de un salto de la cama, en pánico] ¡Estoy despierta! !Estoy despierta! [Mirar el reloj] ¡Ay, no! ¡si me doy prisa aún llego a tiempo!

Se levantó tan corriendo de la cama, que pisó las sábanas y se le quedó el pie enganchado. Con un fuerte tirón, ella resbaló y por suerte, pudo agarrarse al somier de su cama antes del golpetazo.

Azuka: uf... [Besarse la pulsera de su muñeca] salvada. [Acercarse a su armario] ¿Eh? ¿dónde está mi uniforme? [Pensativa] Um... ¿Dónde lo dejé...? ¡Ah, cierto! Está tendido.

Subió al patio y divisó su uniforme impecable y seco.

Azuka: ¡Perfecto! ¡secado justo a tiempo!

Lo destendió y se fue a su cuarto, dónde una vez vestida, se daba los últimos retoques a su pelo mirándose en el espejo, hasta que se dió cuenta de algo que la palideció.

Azuka: ¡No fastidies! ¡¿Esto es enserio?! [Quitarse la chaqueta] ¡Un pajarraco se ha cagado en mi chaqueta!

Miró el reloj y dándose prisa entró en el cuarto de baño y agarró uno de los paños del lavabo.

Azuka: si froto lo suficiente, la mancha saldrá sin problemas. [Mojar el paño] ahora necesito...

Pendiente de la mancha, se puso a tantear entre los productos del baño buscando un quitamanchas.

Azuka: [tocar uno de los botes] ¡Lo encontré!

Abrió el bote y antes de que empapara bien el paño agarrándolo con la mano, su subconciente le hizo que mirara. ¡Estaba a punto de echarse en la mano un buen chorro de lejía pura! Exsaltada soltó el bote y suspiro aliviada.

Azuka: menos mal... Casi la lío... El bote quitamanchas estaba al lado...

Una vez limpia su chaqueta. Entró a la cocina a desayunar.

Azuka: No tengo tiempo de pararme... Me lo tomaré por el camino.

Se hizo una tostada y a toda prisa, no sin antes tropezarse con la alfombra y casi acabar con la cara grabada en la puerta, salió a enfrentarse a su mayor enemigo. El exterior.

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