capítulo dos.

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Y fueron diez...
Capítulo dos

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Una bestia un tanto inusual.




Semanas, habían pasado un par de semanas desde que "eso" había pasado, Norton preferiblemente no quería hablar de eso, pues, ¿como esa cosa había aparecido? No conocía su original y menos quien carajo era esa cosa pero algo le decía, algo gritaba en su interior que el reloj en su muñeca era el responsable.

Y hablando del reloj, Norton había hecho sentido para deshacerse de este, desde intentar jalarlo como usar herramientas como todo hombre debe de tener en su hogar, rompiendo cada una de ellas y comprando las mismas para no quedarse sin estas, pues eran importante en su hogar.

Y, su hogar... Como describirlo, esa mujer de fuego no sólo había quemado la madera del suelo la cual tuvo que reponer, algo que no le había dolido a su bolsillo, pues tenía bastantes ahorros. Ahora con todo nuevamente como antes estaban las cosas, solo quedaba algo para hacer que es rezar para que lo que esa chica de fuego no vuelva a hacerlo otra vez.

— Norton: ¡Carajo! Mis malditas palomitas... — Maldijo su suerte tras ver quemadas sus palomitas, tras tirarlo en el basurero no sólo volvió a sentarse en el sofá observando la película, película bastante mala que tuvo que dejar de ver por su sanidad mental, ver tanta porquería no era buena. — Norton: Carajo... Mantenme por favor...

Levantándose del sofa se quedó observando el reloj, reloj que había Estado ignorando por un tiempo pero que era hora de probar una alternativa, ¿podria sacar algo de ello? Tal vez, quizás pueda venderlo y obtener dinero de ello cortándose el brazo, o simplemente perder el brazo tras usar muy mal este extraño reloj, quien sabe.

— Norton: no me gusta su diseño... Se ve alto tosco, solo puedo notar un botón y nada más... — Tras tocar el botón el cilindro el el centro del reloj se había elevado, mostrando no sólo una imagen o silueta oscura de lo que parece ser un ser en llamas, lo que le traía malos recuerdos al hombre y buscó una forma de cambiar dicha silueta.

— Norton: que tal si...  — Tras sostener el cilindro con sus dedos, intento girarlo lo que hizo que no sólo la silueta cambiará si no que el reloj mostrará una nueva, una silueta parecido a un pez. — Extraño... Y si... — tras girar el cilindro nuevamente, la apariencia había cambiado apareciendo siluetas que este no lograba reconocer, un ser pequeño, metálico, lleno de... ¿Piedras? No lo entendía pero parecía tener picos de algún material extraño, cuatro brazos, ¿ruedas en los pies y una cola? No lo entendía pero tras buscar encontró lo que parece ser una bola de pelos.

—Norton: ¿pelos? Que extraño es esto... No debería de haber algo como eso aquí, o bueno... No es que tenga nada en contra de lo que sale aquí. — Norton desestimó su propio comentario, como esperar algo que salió de un cometa y especialmente se había apegado a su muñeca, ¿ironico no?

Tras observar la silueta que parecía estar llena de pelos suspiro. — Norton: bueno, alg es mejor que nada. — Tras buscar una forma de activarlo como presionar el botón el cual hizo que este cilindro descendiera, pero sin hacer nada, lo que generó dudas en este hombre.

— Norton: así que se apagó... Uhm... — tras presionar el botón nuevamente y observar como el cilindro volvió a elevarse volvió a colocar la silueta que había atraído su atención, y replicando lo que esté había hecho nuevamente una luz lo cegó.

Y Fueron Diez ... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora