capítulo seis

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Y fueron diez
Capítulo seis

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Un horno ferviente y piedra cristalizada















Habian pasado algunas semanas, desde que norton había tenido un momento salvaje y doloroso con cuatro brazos había decidido algunas cosas y enterado de algunas cosas.

Esta chica de piel Roja no sólo era violenta, pero violentamente agresiva en lo que quería y molesta, tomando lo que quería cuando quería y no teniendo ningún no como respuesta.

Eso enojaba a nuestro protagonista, pues no sólo tuvo que utilizar diferentes herramientas especialmente de metal para golpear el cuerpo femenino en ciertas partes, algo que enojaba a la tetraman y terminaba en una pelea.

Pelea que este obviamente perdería y que de no ser por el reloj, y las feromonas no estuviera vivo aún.

Llegando a una conclusión debía de mantenerlas bajo Correa, ya sea con un dictado firme pero que sea lo suficientemente firme para poder mantenerlas bajo su control

¿Y como haría eso? Bastante fácil, estudiar los comportamientos de estas alienígenas y encontrar no sólo formas de mantenerlas calmadas y tranquilas.

Pero, ¿con quien comenzaría? De las alienígenas que este conocía y había estado hasta ahora es bastante fácil....
















Norton — ¡Ugh! Mi maldita camisa nueva....

Había derramado sin querer un poco de café en su camisa de color azul pálido, y estaba enojado pues era prácticamente nueva.

¿¿?? — Siempre descuidado... Deberías de tener cuidado la próxima vez, Norton.

Norton — callate el hocico, a mi un perro como tu no me va a decir algo así.

¿¿?? — ¿yo un perro? Que buen chiste maricón.

Norton — Vete a jugar un poco con tu putita hijo de puta.

Nuestro querido protagonista estaba discutiendo con un amigo, un amigo que conocía muy bien, pero antes de siquiera hacer esta pelea un poco más fuerte un nuevo compañero había llegado.

¿¿?? 2— ¿Otra vez discutiendo? Calmen los ovarios muchachos.

Norton — Callate william, que a mí un Gay no me va a hablar de ovarios.

¿¿?? — Si William, vete a joder con tu nene.

William — Uy me siento dolido. ~

El ahora conocido como William se reía de los comentarios, estos no le afectaban para nada pues estos tipos no eran del todo desconocidos para el.

William — Pero dejen de pelear, además, Henry debe de estar ocupado con su querida polola.

El ahora conocido como henry estaba muy avergonzado de escuchar eso.

Henry — Calla cabron, no quiero escuchar eso.

Norton — Sisi, lo que sea, tengo que limpiar esto... Además, solo falta una hora para irnos.

William — Tienes razón, en fin, cuídense chupa vergas.

Su querido amigo "especialista" en miembros masculinos se había despedido del Grupo entre insultos cómicos, poco después de eso henry tuvo que hacer lo mismo.

Y Fueron Diez ... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora